El plan de la mariposa motorizado II

El Hospital Ítalo Perrupato sigue transformando la pediatría en la zona este. Lo que comenzó como un proyecto para reducir el estrés prequirúrgico mediante autitos eléctricos, ha dado un nuevo paso: ahora, los pequeños "motoqueros" también tienen su lugar

Marcela Muñoz Pan

El plan de la mariposa motorizado II ahora suma dos ruedas: Ahora los niños llegan a cirugía en moto, tras el éxito de los autitos eléctricos, el Hospital Perrupato de San Martín incorporó una pequeña motocicleta de juguete para que los pacientes pediátricos pierdan el miedo antes de entrar al quirófano. 

Pero todo esto comenzó con la donación del niño Francisco Nallim que cuando su madre le propuso donar la moto que ya no usaba para los niños del hospital, inmediatamente dijo que sí. Comenzamos a motorizar nuevamente el plan de la mariposa, la moto había que arreglarla, muchos pensaron que no tenía arreglo, pero sí tenía arreglo cuando el Dr. Sergio Amprino se subió la causa al hombro y la dejó "impecable", así es que continuó la cadena de favores y el Dr. Morcos Carlos se la llevó en su auto al hospital y la Dra. Graciela Koch (anestesióloga infantil) puso en marcha la moto con el niño que la estrenaría.

El Hospital Ítalo Perrupato sigue transformando la pediatría en la zona este. Lo que comenzó como un proyecto para reducir el estrés prequirúrgico mediante autitos eléctricos, ha dado un nuevo paso: ahora, los pequeños "motoqueros" también tienen su lugar. La iniciativa, bautizada por la comunidad como el Plan de la Mariposa Motorizado II, busca que el trayecto desde la habitación hasta la sala de operaciones no sea un camino de lágrimas, sino una aventura de juego.

Jugar para sanar es la dinámica, sencilla, pero profundamente efectiva desde lo psicológico. En lugar de ser trasladados en una camilla fría, rodeados de luces blancas que intimidan, los niños reciben las "llaves" de una pequeña moto eléctrica para sustituir la ansiedad y el miedo por la concentración en el manejo por los pasillos del hospital, es decir, humanizar la medicina. Desde el equipo de Pediatría del hospital, destacan que esta moto no es solo un juguete, sino una herramienta terapéutica. "Ver a un niño entrar al quirófano con una sonrisa, sintiendo que tiene el control de su vehículo, cambia por completo la predisposición del paciente y de su familia", explican los profesionales.

Este proyecto ha contado con el apoyo de donaciones y del personal del hospital, quienes decoraron el "circuito" interno para que la experiencia sea completa. Al igual que con los autos, los niños son acompañados por enfermeros y médicos que actúan como "copilotos" de una misión muy especial: volver a casa sanos.

https://www.memo.com.ar/salud/pediatria-perrupato-ninos/

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