¿Te imaginás uno de estos cuadros en tu casa? Las "Boquitas pintadas" de Sara

Este viernes quedó inaugurada en el MAMM de Plaza Independencia una muestra que tiene la nueva producción de la gran artista Sara Rosales. Junto a ella, las obras de Antonio Sarelli y Tite Barbuzza.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Cuando Sara Rosales presenta a su obra bajo la denominación general de "Ellas, a mi manera", está planteando una realidad que debería expresarse como "Yo soy ellas". Frente a un espejo múltiple, desfila su fructífera vida. Y lo hace en colores vívidos y con expresiones firmes, ni jolgoriosas ni delatando amarguras: todo, en su justa medida. Equilibrio, pero inquietante, nada estático. Justo allí en donde cada músculo de cada rostro -indicadores de momentos- tiene que estar.

Si las miradas están puestas marcando límites al espectador, en su nueva colección, "Boquitas pintadas", una vez más es "ella", pero esta vez proponiendo diálogos y silencios. Sugerente, siempre.

Es parte de la muestra inaugurada el viernes en la exposición que denominaron "La luz en el prisma".

Los tres grandes artistas que exhiben su obra en Plaza Independencia

Invitan a rememorar las picardías y gaffes de la obra más que cincuentenaria del notable novelista Manuel Puig, si se quiere. Pero centralmente convocan al disfrute visual: las bocas como eje, como ancla, como centro. O como resorte. Y de ella, la posibilidad de un beso, un ademán, una surgente de palabras (de amor, consuelo, reproche o retruque). De una sonrisa. O de silencio, simplemente.

Hay un componente que pocos conocen en la sustancia artística de Sara Rosales: el camino que va entre sus inicios, su formación y la consolidación de un estilo propio y único. Nada le ha sido regalado y todo lo ha construido con sus manos y su ser, como la primera masa de barro con la que intentó, de adolescente, esculpir un rostro. Como el primer dibujo en Bellas Artes, que el profesor le hizo repetir mil veces, hasta que halló las formas, las grietas, las sombras, los contornos. La mano que logró retratar a la mano.

Sara Rosales carga en su obra, ese espejo de hojas múltiples, con su cuerpo y alma. Pero al concluir cada capítulo la suelta. Le otorga alas. Que cada quien vea lo su propias circunstancias quiere ver. Lo que su propia alma permite visualizar. Y con ello, sus "Boquitas pintadas" ya no son solamente parte de su serie eterna, felizmente interminable de "Ellas a mi manera", sino que se vuelve "Sara, a la manera de todos". Es la catalización evolutiva de la obra arte.

Bonus track: Esto dice Sara Rosales sobre "Boquitas pintadas" y lo que viene...

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