El polvorín de José de San Martín, ¿debajo de un estacionamiento?
El Dr. Juan Blanquez es arqueólogo catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y visitó Mendoza para acompañar al clúster Mendoza Este en la búsqueda de los restos tanto de la casa del Libertador como así también del polvorín, el cual podría estar ubicado debajo de un supermercado.
Desde el clúster Mendoza Este trabajan incansablemente para poner en valor la región y en los últimos días se conoció el dato de que, en el departamento de San Martín, debajo de un supermercado, podrían encontrarse los restos de lo que fue el polvorín del Libertador José de San Martín. El arqueólogo catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid Juan Blanquez habló con Gabriel Conte y Evangelina Argüello en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y comentó cómo se está trabajando patrimonialmente en la región.
"Mendoza Este tiene unos valores intrínsecos que reúne los requisitos, bajo mi punto de vista, para postularse a patrimonio inmaterial de la humanidad. Uno de los méritos y una de las características, aparte de su paisaje cultural, es que aquí hay evidencias arqueológicas de la vida y de la estancia, durante un tiempo corto pero con mucho cariño, por parte del propio General San Martín. Uno de los objetivos es que hoy día hay metodologías no invasivas dentro de la arqueología para poder localizar con esa actitud los restos de la casa tras el terremoto", señaló.
El especialista comentó que, según los estudios realizados, debajo de un supermercado podría encontrarse el polvorín: "En el caso del Polvorín, sí. Sería en la playa de estacionamiento del propio supermercado. En el caso de la casa se sabe por fuentes textuales que estaba en la chacra, cercana a lo que hoy día es El Olivo y cercano a lo que es hoy día el Museo de las Bóvedas. Es conocido por todos que la casa del General San Martín fue derrumbada por un terremoto y luego, posteriormente, anulada. Pero por mucho que haya habido un terremoto y por mucho que se haya arrasado, lo que nunca se arrasa hasta el siglo XX son las cimentaciones. Hoy día uno cuando arrasa una casa vienen máquinas y por tanto combustibles, arrancan y arrasan todo, pero en el mundo del siglo XIX, del siglo XVIII, del XVII, eso no funcionaba así: se arrasaba lo que estaba en superficie, pero quedaba lo que es la cimentación y luego las bóvedas subterráneas, todo lo que estaba por debajo de la cota del suelo", explicó.
En busca del arsenal y la casa original de José de San Martín
El académico explicó que hoy existen diferentes métodos para poder investigar sin retirar la tierra: "Lo que se llama prospecciones geofísicas que permiten sin tener que hacer invasión retirando la tierra, ver todo lo que hay debajo de la misma, de tal manera que se puede prospectar zonas amplias y localizar lo que hay en el subsuelo. Y en función de esos resultados, poder excavar directamente donde aparezcan esos restos".
Blanquez señaló que paralelo a la investigación deberían crearse los marcos legales de protección: "Yo no soy especialista en la legislación argentina, obviamente, pero si es verdad que si la chacra, como concepto espacial, no está protegida adecuadamente, eso permite que algún día si ocurre una cosa rara, la ley no lo puede impedir. Por un lado, hay que crear esos marcos legales que aseguren el futuro de esos espacios. En el caso del supermercado es un tema que tiene un problema más de partida, puesto que hay un supermercado con la playa, pero en la vida hablando todo se puede conseguir y todo se puede cambiar. Es decir, donde la cultura y el patrimonio salgan adelante, que es un beneficio para toda la comunidad y luego la propiedad particular en el caso del supermercado, que no conozco cuál es su estatus legal, un elemento compensativo a lo que le pueda perjudicar, puesto que es para un bien común".
Sobre las técnicas geofísicas, el arqueólogo explicó el funcionamiento de las mismas: "Es ‘disparar' ondas, corrientes magnéticas, eléctricas de diferente tipo contra el suelo, aparatos sofisticados, pero no excesivamente, esto está ya muy avanzado. Sin tocar el suelo penetran y esas ondas, cuando encuentran debajo de la tierra, tierra, el rebote es de una manera, si encuentran piedra es de otra. Esos rebotes de las ondas se traducen mecánicamente en un papel creando manchas blancas, negras, grises y los especialistas lo saben traducir: lo que son rebotes de onda eléctricas, reflejan como una radiografía del cuerpo humano, o sea, uno deja de ver la piel y empieza a ver los huesos. En función de eso se interpreta lo que hay debajo. Eso lo emplean mucho las empresas petroleras, también empresas de electricidad, son sistemas que se utilizan desde hace ya bastantes décadas en el mundo de las ciencias y ahora han pasado ya al mundo de la humanidades, porque han evolucionado mucho. Se usa para buscar tuberías debajo de una calle, para buscar cables eléctricos debajo del agua. Es una tecnología ya bastante evolucionada".
Mendoza Este rumbo a la UNESCO
Por otro lado, el catedrático español valorizó la función que cumplen las agrupaciones como el Clúster Mendoza Este: "El beneficio es grande. Hoy día la cultura, que es incuestionable que nos rodea y que es lo que es lo que nos hace ser personas con mayor dignidad, no dejan por eso de tener una lectura económica. Hoy día se habla de economía de la cultura. La cultura es un bien material e inmaterial que genera un beneficio en la sociedad y ese beneficio no solamente es intelectual, es también educativo y es también económico, el llamado turismo cultural serio".
Finalmente, el Dr. Blanquez señaló que se retira de Mendoza con la idea de que Mendoza Este tiene un potencial intrínseco para postularse: "Tiene una serie de elementos, unas características exclusivas, singulares de un paisaje cultural, que refleja la historia de las personas que han pasado por acá. Y en el siglo XX ese paisaje delimitado y delineado por los canales de agua, las riberas de árboles, los caminos que se incardinan con esos caminos de agua, genera un esqueleto que es propio de Mendoza Este. Y luego todo el tema de los migrantes de la viti-inmigración, que en torno a la filoxera de Europa genera una emigración que es conocida hacia América del Sur y aquí en el siglo XX crea en Mendoza Este un paisaje más fruto de la integración de esas personas en lo que era el territorio de acá. Eso es un valor intrínseco y todo ese valor inmaterial genera una valorización hoy en día que está muy acorde con las pautas de economía de la cultura, del ecoturismo, de la sostenibilidad y en ese sentido es un beneficio económico para todas las poblaciones del entorno", concluyó.