El Tomba vuelve al barrio, el Feliciano Gambarte está de fiesta
La historiadora Fabiana Mastrángelo aborda la historia del Club Godoy Cruz Antonio Tomba, a la luz de la reinauguración de su renovado estadio.
El espíritu tombino es incomprensible si no indagamos en la historia godoycruceña, la dinámica vecinal y el pasado bodeguero. Asimismo, al recorrer las calles aledañas al Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba hay testigos del tiempo que dan cuenta de las raíces. La plaza, los vestigios de la antigua bodega, el canal Maure, las vías del tren, el puente ferroviario, el canal Zanjón, la camiseta, el tanque, los pintores bodegueros y sus murales que dan vida a esa mística barrial.
El club reflejó en su trayectoria un aspecto de la configuración participativa y emprendedora de la ciudad de Godoy Cruz: protagonismo ciudadano, diversidad y horizontalidad. La comisión directiva que llevó adelante la construcción del estadio, en 1959, estaba constituida por empresarios, obreros, docentes, deportistas y también un párroco y un militar. Referentes de diferentes orígenes unidos por el club del barrio. "La bohemia de los soñadores de la plaza (nucleados en el Bar Victoria) y la fuerza de los trabajadores (Bodega Tomba) generó un duende que acompañó el accionar tombino tanto en los momentos de éxito como en las crisis" comenta un legendario presidente del club.
El bohemio principal, jugador ilustre y dirigente, fue Feliciano Gambarte, nacido en Navarra (España), en 1900. Emigró y se afincó en Godoy Cruz. Su pasión deportiva abrazaba el futbol y otras prácticas como boxeo, básquet, atletismo, ciclismo y motociclismo. También hizo teatro. Cuando nació su hijo Alberto llamó al Club, por teléfono fijo desde el hospital, y expresó: "quiero hacer socio a mi hijo que recién acaba de nacer". Fue presidente del club en 1933 y candidato en 1962. En esta oportunidad perdió estrepitosamente luego de haber impulsado la construcción del nuevo estadio. Se retiró y no apareció más por el Tomba. Pocos lo recordaban. Falleció en 1972 y nació la leyenda. Se iniciaron los homenajes. Una calle del Barrio Arizu y el emblemático Estadio llevan su nombre.
Una pasión futbolera centenaria
El 1 de junio de 1921 en el Bar Victoria de la calle Colón 41, frente a la Plaza Mayor Tomás Godoy Cruz, un grupo de jóvenes decidieron jerarquizar los picados del barrio y constituyeron la primera Comisión Directiva del Club Sportivo Godoy Cruz integrada por: Romeo Garay (presidente), Ramón Bernet (vice), Adriano Urbisaglia (tesorero), Víctor Brizuela (secretario) y Antonio Balart, Tobías Cogni, Bruno Atalivar Tomba, Aldo Testaseca, Pedro Fluixá, Pedro Tagarelli, Lorenzo Cesarino, Jorge Miguel (vocales).
En 1922 se afilió a la Liga Mendocina de Fútbol y se enfrentó por primera vez a independiente Rivadavia y Gimnasia y Esgrima. En esta primera etapa surgieron figuras ilustres del deporte mendocino como Feliciano Gambarte, Adolfo Barnabó, Spartago Castellani o Fernando Della Motta.
En 1930 se fusionó el Club Sportivo Godoy Cruz con el Club de la Bodega Tomba dando origen al Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba (CDGCAT). La empresa prestó su
terreno desocupado de la calle Castelli (entre Las Heras y San Martín) y el Sportivo aseguraba la afiliación a la Liga.
El terreno de la sede actual y definitiva en calle Balcarce 477 fue primitivamente la finca de Juan Sagrillo. Era "una propiedad grande con nogales, viñedos y bodega" relata una de sus residentes en el libro Godoy Cruz, historias barriales (Balmaceda, 2010). En 1940 el terreno fue comprado a su dueño por la Municipalidad de Godoy Cruz, bajo la gestión del intendente Renato Della Santa para construir un polideportivo. A fines de esa década, el terreno ya había sido donado al Club por iniciativa del Concejo Deliberante avalado con ordenanza municipal y ley provincial correspondiente. Finalmente, en 1959, se inauguró el estadio.
Los hinchas durante casi medio siglo palpitaron los triunfos o derrotas de su equipo en "su barrio". El último partido que se jugó en el Gambarte fue el 18 de junio de 2005. El deterioro progresivo de las tribunas este y sur obligó a buscar otro espacio, así partieron al Estadio Malvinas Argentinas. Sin embargo, la Plaza Godoy Cruz continuó siendo escenario del apoyo incondicional a la camiseta. En cada enfrentamiento deportivo partían micros repletos de hinchas sosteniendo banderas tombinas y vistiendo de azul y blanco. Móviles policiales acompañaban la efusiva trayectoria de la caravana.
El próximo 5 de julio, se espera la inauguración de la remodelación de estadio Feliciano Gambarte, la celebración tombina se desplegará masivamente en las calles Balcarce y Rivadavia, la Plaza Mayor, el Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona, el Parque Mitre o el Pasaje Flores. Momentos únicos donde cada hincha podrá fusionar la identidad barrial con la futbolera.