Pasaporte al corazón: El amor sellado en la Ruta Sanmartiniana

El Pasaporte Nacional Sanmartiniano es una iniciativa de gran relevancia que busca conectar el turismo con la historia y el patrimonio cultural de Argentina, cuyo objetivo principal es fortalecer la identidad y la memoria histórica. El tema sanmartiniano nos atraviesa el corazón siempre, nos emociona, nos enaltece, pero cuando encima viene acompañado de amigos que, siendo una familia sanmartiniana, han recorrido con su pasaporte los 83 sitios distribuidos en 12 provincias argentinas, los convierten en orgullo de carácter nacional y federal.

Ariel Caciani y Andrea Meir, con altruismo y respeto a nuestra identidad aumentan las ganas de ponerse en marcha, sacar el pasaporte y comenzar un viaje al reconocimiento y puesta en valor de los museos, monumentos y sitios históricos de nuestro Gral. José de San Martín. Tuve el placer de entrevistarlos y acá les dejo nuestra emocionante conversación.

- ¿Qué los motivó a iniciar el desafío del Pasaporte Sanmartiniano como pareja o en familia?

- Nos enteramos por la televisión y el diario digital de la iniciativa de Emetur sobre el Pasaporte Sanmartiniano, nos interesó desde el principio, sacamos nuestro pasaporte que nos permitia integrar la historia y el turismo. De esa manera comenzó nuestra gran aventura. Pensamos que era una excelente excusa para realizar turismo integrado la historia de San Martin, siendo un sujeto admirado por nosotros.

- De los sitios visitados, ¿cuál consideran que fue el más difícil o desafiante de alcanzar y por qué? Por ejemplo, por ubicación, horarios, etc.

- El más difícil fue el del Cristo Redentor, por las condiciones climáticas, mucho frío y viento que hicieron de la jornada un poco complicada.

- ¿Cuánto tiempo les llevó completar los sellos del pasaporte? Desde la primera hasta la última visita.

- Completar el pasaporte nos llevó desde el 14 de mayo que comenzamos el sellado en el museo histórico las Bóvedas hasta el último que fue el 20 de septiembre en Saladas, Corrientes, en el museo Histórico Nacional Juan Bautista Cabral.

- ¿Qué anécdota divertida o inesperada vivieron mientras buscaban alguno de los sellos?

- Un anécdota divertida y de perseverancia fue en Córdoba, en la Posta de los Nogales, ya que que el GPS nos marcaba un camino súper inaccesible y tuvimos que entrar y salir varias veces, preguntar mucho para llegar. Cuando llegamos pensamos que había gente sentada a lo lejos y después nos dimos cuenta que eran figuras, en tamaño real, del general y de que estaban sentados. El lugar es hermoso y la familia que vive allí, es la quinta generación de los que alojaron al General San Martin. Ese mismo día en el Pueblo de Puntilla de San Luis, en el informador turístico, no había nadie, pero había un número de teléfono pegado, enviamos un mensaje diciendo que estábamos en la zona, cuando regresamos de Los Nogales, la encargada de turismo nos estaba esperando.

- ¿Hubo algo, una anécdota, un sitio, que les haya revelado una parte de la vida de San Martín que desconocían por completo?

- Nos llamó la atención que todos los domingos, mientras estaba organizando el ejército en El Plumerillo, San Martín, asistía a misa en la capilla de El Plumerillo, propiedad de Pedro Pascal Segura y nosotros tampoco conocíamos de la existencia de la misma. Fue hermoso conocer su historia.

- ¿Cuál de los 28 sitios sanmartinianos de Mendoza (o los sitios a nivel nacional) sintieron que tiene la conexión más profunda o emotiva con el General San Martín?

- De los sitios, nuestra conexión más emotiva fue el paso del Portillo, ya que al ser un lugar que pasa entre dos paredes, en la montaña, se tiene la certeza absoluta que el General pasó por allí. Por esas mismas razones recomendaríamos a un turista mendocino o de otras provincias que lo visiten. Desde ya aclaramos que es de muy difícil acceso.

- ¿Cómo vivenciaron este Pasaporte Nacional Sanmartiniano a mantener viva la memoria y el legado de San Martín con su familia?

- El tema del pasaporte fue vivenciado de la siguiente manera: al principio nos pareció una muy buena idea, pero nunca creímos que lo íbamos a completar, primero empezamos por algunos lugares de Mendoza, nos fuimos entusiasmado, después aprovechamos un par de feriados para visitar los sitios de San Luis y de San Juan, luego las vacaciones de invierno que fuimos con la familia para visitar y sellar los sitios en Buenos Airres, luego cuando quisimos ver nos quedaban 15 sitios pero eran las provincias más alejadas de Mendoza y ahí decidimos completarlo realizando dos viajes de muchos kilómetros y finalmente terminamos en la provincia de Corrientes.

Al completar la totalidad o una parte significativa de los sellos, los participantes pueden acceder a premios, que a menudo incluyen viajes a destinos dentro de las provincias que no poseen sitios sanmartinianos. Por ejemplo, en Mendoza se ofrecieron premios especiales (como una réplica del poncho pehuenche) para los primeros en completar los sitios locales. En resumen, el Pasaporte Nacional Sanmartiniano es un recorrido turístico, cultural y educativo que transforma la historia patria en una experiencia tangible y de participación activa. El Gral San Martín merece que los conozcamos, reconozcamos y conectemos con sus ideales, volver a pasar por nuestra identidad, es decir, por nuestro corazón.