"Tenemos escuelas que perdieron el rumbo y docentes que perdieron la brújula de cómo enseñar"

La crisis educativa en Argentina ya no es una advertencia: es una realidad palpable. Así lo planteó Isabel Bohórquez, doctora en Ciencias de la Educación y exdirectora de la Universidad Provincial de Córdoba, en una entrevista concedida al programa "Tenés que saberlo" de Radio Post.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Con años de experiencia en la gestión pública y universitaria, Bohórquez describió un panorama desolador, marcado por el retroceso, la falta de dirección pedagógica y el desinterés institucional por discutir lo esencial. 

"Ojalá tuviésemos una escuela del siglo XIX", lanzó, para luego remarcar que "tenemos una escuela que perdió el rumbo, y maestros que, en muchos casos, perdieron la brújula de cómo enseñar, de qué enseñar, de qué manera hacerlo". Su diagnóstico apunta a una desorientación profunda en el corazón del sistema, donde ni el contenido ni los métodos parecen responder a las necesidades de los estudiantes. Y sin embargo, aclaró: "los niños, aun en condiciones adversas, están ávidos de aprender". 

Para Bohórquez, el principal problema es la repetición de un mismo ciclo de ineficiencia. "Estamos atascados en un fracaso constante, chapoteando en el mismo barro", afirmó. 

La especialista cuestionó la viabilidad de cualquier intento de modernización si no se resuelven primero las fallas básicas: "No podemos pensar en el futuro si las cosas hoy no nos salen bien, y nos vienen saliendo mal desde hace décadas". Entre los puntos más críticos de su análisis está el uso de los recursos. 

Consideró que ya no tiene sentido continuar con evaluaciones reiteradas: "No hay que poner más plata a seguir evaluando porque ya tenemos claro qué sale mal. Tenemos que sentarnos a discutir por qué los chicos no aprenden ni los maestros están enseñando". En esa línea, amplió su mirada hacia el rol de las instituciones de nivel superior. "Esto también involucra a las universidades, aunque se niegan a dar estas discusiones. Reclaman presupuestos, pero no discuten por qué tenemos un índice de egresos tan bajo", sostuvo. 

Según su mirada, el silencio de las universidades sobre los bajos niveles de finalización de carreras es una muestra más del desinterés en revisar las causas de fondo. La asesora también se refirió a los desafíos que plantean las transformaciones tecnológicas y laborales. A su entender, resultan imposibles de encarar si no se parte de una base mínima de competencias: "Pensar los trabajos del mañana, la vinculación con las nuevas tecnologías, no lo podemos hacer si los chicos no aprenden a leer ni escribir, ni a sumar ni a pensar"

Por último, Bohórquez repasó uno de los debates que, según su visión, desvió el eje pedagógico en las últimas décadas. "Estuvimos demasiado tiempo discutiendo ideológicamente lo que era el alumno, que si tenía derecho a recorrer su propio proceso, lo cual es importante", explicó, marcando que esa discusión, aunque válida, no puede servir de excusa para ignorar los malos resultados.

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