Adiós al billete: el efectivo se vuelve marginal en la vida cotidiana
En los últimos diez años, el uso del efectivo cayó de forma sostenida frente al avance de pagos digitales. El cambio es profundo y llegó para quedarse.
En los últimos diez años, la forma en que los argentinos pagan cambió de manera profunda. El efectivo, que durante décadas fue el rey de las transacciones, cedió terreno frente a las billeteras digitales, un fenómeno que combina innovación tecnológica, crisis económica y nuevas exigencias de los consumidores.
Según el Global Payments Report 2025 de Worldpay, el uso de billeteras virtuales se multiplicó por diez a nivel global en la última década. En Argentina, esta transformación fue aún más marcada: aplicaciones como Mercado Pago pasaron a ser el principal medio de pago online para más de la mitad de los usuarios, mientras que MODO, la billetera impulsada por los bancos, sumó una base importante de clientes buscando opciones fuera del efectivo.
Uno de los hitos clave fue el lanzamiento de Transferencias 3.0 en 2020, un sistema del Banco Central que permitió realizar pagos entre cuentas bancarias y billeteras en forma inmediata, sin tarjetas ni billetes. La medida aceleró la digitalización de los pagos cotidianos y amplió el acceso financiero para sectores que antes quedaban fuera del sistema bancario tradicional.
El informe también señala que los argentinos prefieren fondear sus billeteras digitales con una cuenta bancaria (29%), tarjeta de débito (25%) o crédito (16%). Esta combinación permite operar de manera flexible, incluso sin contar con una tarjeta física en mano.
En América Latina, la adopción de pagos digitales fue más abrupta que en Europa o Estados Unidos. Mientras allí la transición fue gradual, en la región muchas personas pasaron directamente del efectivo al celular, en parte por la falta de infraestructura bancaria y la expansión de las fintechs. Casos como Pix en Brasil o Yape en Perú muestran cómo estos desarrollos suplieron vacíos estructurales, algo que también ocurre en Argentina.
A pesar del crecimiento de las billeteras, las tarjetas todavía concentran el 45% del valor de las operaciones globales. Si se suman las transacciones realizadas desde billeteras que usan tarjetas como fuente de fondos, la participación se eleva al 65%. El efectivo, en cambio, perdió protagonismo: pasó de representar el 44% de los pagos hace una década a apenas el 15% en 2024.
¿Desaparecerá el efectivo? No del todo. Desde Worldpay advierten que, aunque su uso seguirá cayendo, no se espera una eliminación completa. "Las predicciones de sociedades sin efectivo no se cumplieron del todo", explicó Juan Pablo D'Antiochia, responsable regional de la compañía.
El futuro parece estar en manos del celular. Para 2030, se estima que el gasto global mediante billeteras digitales alcanzará los US$ 28 billones. En ese camino, las aplicaciones bancarias, los pagos instantáneos y las soluciones integradas seguirán desplazando al efectivo, en una transformación que ya cambió para siempre la forma de pagar en Argentina.