El Gobierno apura medidas para compensar el atraso cambiario

El gobierno de Javier Milei recurre a medidas necesarias pero que no van al fondo del problema. Escribe Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

Esta semana, a pesar de que los datos macro siguen siendo positivos, el Gobierno se sintió molesto por las críticas de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se quejaron de la apertura indiscriminada de la economía, dándole más facilidades a los importadores que a los exportadores y, si bien no pidieron devaluación, exigieron medidas para compensar el atraso cambiario relacionadas con bajas de impuestos, inversiones en infraestructura y menos regulaciones.

En la misma reunión de la UIA, el subsecretario de Coordinación Productiva, Juan Pazo, anunció el envío de un proyecto de ley calificado como "mini Rigi" es decir, un proyecto para estimular las inversiones en micro, pequeñas y medianas empresas. Así como el régimen original del RIGI era para proyectos de inversión superiores a us$200 millones, en este caso, el estímulo comienza para las micro con proyectos a partir de us$ 150.000.

Los detalles del régimen están siendo negociados entre las entidades empresarias y el Gobierno, pero viene a poner un manto de tranquilidad, toda vez que el ministro Caputo les aseguró que no habrá apertura total de la economía hasta que no estén garantizadas condiciones de igualdad. Pero, como siempre pasa, hay una generación de empresarios acostumbrados a la protección del Estado, que se siguen oponiendo a la apertura de la economía.

De todos modos, también se bajaron los impuestos para compras en el exterior hasta 500 dólares, que se hace en los modernos sistemas puerta a puerta, muy difundido en -Argentina y el mundo. Esto permitirá a mucha gente aprovechar estos servicios y comprar en el exterior sin tener que pagarse un viaje. No obstante, faltan medidas específicas para bajar impuestos y un acuerdo Federal para que provincias y municipios se comprometan a bajar gastos, regulaciones e impuestos

Más desregulaciones

El gobierno sigue adelante con desregulaciones de todo tipo y, más allá de celebrar las mismas, uno de pregunta ¿Cómo es posible que hayamos acumulado tamaño nivel de distorsiones para alimentar una burocracia inútil y corrupta?

Una medida muy interesante se tomó respecto a la importación de artículos línea blanca, es decir, lavarropas, cocinas, aires acondicionados y heladeras. Cada vez que alguna empresa o importador quería ingresar mercadería del exterior tenía que hacer el pedido en la Secretaría de Comercio. En esa dependencia controlan que todos los productos de línea blanca tengan sistemas de eficiencia energética y los correspondientes sellos de calidad que lo garanticen y controlan las fábricas.

Pero, además, los inspectores exigen que los bienes importados tengan certificación de eficiencia energética y, además, los inspectores viajan a los países de origen a inspeccionar las fábricas y la forma de fabricación de los mismos y les exigen una nueva certificación nacional. Todo esto es un absurdo que finalmente fue derogado y solo se pedirá la presentación de una declaración jurada y se dará validez a las empresas certificadoras del exterior. Todo esto bajará los costos de importación de forma notable y eliminará fuentes de corrupción.

En este rubro incidirá de manera importante, también la eliminación del Impuesto País, del cual quedaba un 10% remanente. El Gobierno eliminó el 95% del pago a cuenta que se debía hace con 30 días de anticipo porque terminaría cayendo en una operación que ya estaría exenta. Según calculan los especialistas, todas estas normas permitirían que, en principio, bajen un 10% estos productos, aunque podrían bajar hasta un 30% en los proximos120 días. Esta decisión beneficiará electrodomésticos, motos y autos, aunque también podría alcanzar a tractores y camiones. Es que también bajarán los costos de los insumos de muchos productos y esto se verá reflejado en los precios mayoristas, en primera instancia.

Por el lado de las regulaciones financieras, el BCRA flexibilizó los plazos de los exportadores para ingresas divisas, con lo cual muchos exportadores podrán esperar los pagos de sus clientes sin tener que recurrir a endeudamiento para cumplir con el BCRA. De la misma manera, el ente emisor autorizó a los importadores a pagar sus compras con dólares propios si los plazos que le fija el BCRA exceden lo solicitado por los vendedores. Hasta ahora las empresas no recibían dólares y no podían recurrir al mercado a comprarlos para cumplir y debían tomar endeudamiento externo, lo que hacía más caras las importaciones.

El mercado en tensa tranquilidad

Por ahora, los mercados se vienen manejando como en las últimas semanas. El dólar blue ha pedido en noviembre 6% y se acerca a los $1100, mientas el oficial avanza lentamente a los $1030. Esta disminución de la brecha entre estos tipos de cambio parece crear el panorama para la eliminación del cepo cambiario. No obstante, subsiste el plan del Gobierno de hacer un paso previo de rebajar la tasa de devaluación al 1%, para asegurar la baja de los índices de inflación.

Pero esta tranquilidad se ha visto alterada por la situación de Brasil. El Gobierno de Lula anunció medidas fiscales, rebajando impuesto a las Ganancias a ciertos sectores y creando un impuesto a los ricos (muy parecido a la concepción kirchnerista). Esto fue tomado muy mal por los mercados y comenzó una fuerte demanda de dólares de inversores que decidieron sacar sus capitales de Brasil. Esto llevó a una fuerte devaluación del real que, por primera vez, llegó a los 6 reales por dólar.

Y esto complica a la Argentina porque nuestro peso es la moneda más revaluada de la región y dado que tenemos esta suerte de Unión Aduanera imperfecta, donde muchos productos ingresan con arancel 0, muchos argentinos podrán importar con facilidades producto de Brasil, pero a nuestros exportadores les será más complejo vender en ese país, mientras vendedores de otros países lo harán con más comodidad. Esto también es un llamado de atención para exportadores mendocinos, que tienen casi como único cliente a ese país, porque se encontrarán en problemas. También seremos más caros para los turistas extranjeros mientras los nuestros podrían viajar más barato al exterior.

No obstante, el Gobierno sigue mirando las metas de inflación y de crecimiento. Algunas proyecciones publicadas afirman que la caída de la economía este año solo será del 3% y que el crecimiento el año próximo será de, no menos, del 5%. Esto afirma el prestigioso economista Ricardo Arriazu, quien, además, aseguró que la inflación del año 2025 será del 20%, si se mantiene la disciplina fiscal, mientras los economistas de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central, calculan algo cercano al 50%.


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