Bajar la presión fiscal
Escribe Sebastián Laza: "Si la macro retoma una senda de crecimiento sostenida, se facilita el camino hacia los 25 puntos del PBI proyectados en el Pacto de Mayo. Se necesitan metas compartidas entre Nación, Provincias y Municipios, ya que hoy rondaríamos los 32 puntos del PBI".
No es novedad para nadie que el sistema tributario argentino se encuentra en una situación crítica, caracterizada por una alta presión fiscal, complejidad normativa, informalidad y falta de progresividad. Estos factores afectan fuertemente la competitividad económica de nuestras empresas, a la vez que también profundizan las desigualdades sociales. En este contexto, una reforma tributaria integral no solo es necesaria, sino también urgente para reimpulsar el desarrollo económico del país.
Los grandes problemas del sistema
- Alta presión tributaria e informalidad: Argentina presenta una de las cargas fiscales más elevadas de la región, comparable a economías desarrolladas, pero con niveles de servicios y bienestar muy inferiores. Además, existe una gran informalidad, lo que implica que la presión fiscal efectiva (los que pagan) sea muy superior.
- Recaudación regresiva: La estructura impositiva argentina está dominada por impuestos indirectos, como el IVA, que afectan en mayor proporción a los sectores de menores ingresos. Esto genera un sistema poco equitativo, donde quienes menos tienen soportan una carga fiscal mayor en relación a sus ingresos.
- Superposición de impuestos: La coexistencia de tributos nacionales, provinciales y municipales ha generado un sistema complejo y burocrático, que no solo dificulta su cumplimiento, sino que también desincentiva la inversión y la formalización económica.
El Pacto de Mayo: 25% del PBI en presión fiscal total
La reforma tributaria tiene un rol central en el Pacto de Mayo, firmado en 2024 entre el presidente Javier Milei y los gobernadores. Dicho acuerdo estableció lineamientos fundamentales para modernizar la economía argentina y apuntar hacia un federalismo fiscal equilibrado. Allí se menciona explícitamente el objetivo de 25 puntos del PBI de presión fiscal total, sumando todos los niveles de gobierno.
Sin embargo, la realidad del país todavía está lejos del objetivo del Pacto de Mayo, el 2024 cerró con un poco más de 22 puntos del PBI en tributos nacionales (ver cuadro), más Provincias y Municipios, donde se calculan (cruzando varios estudios) unos 10 puntos del PBI adicionales, entre impuestos y tasas locales.
Es decir, unos 32 puntos del PBI de presión fiscal total, cuando el objetivo es 25%. Urge entonces encontrar una senda de reducción, son 7 puntos del PBI los que hay que achicar, con la dificultad extra de que también implica bajar en ese mismo porcentaje el gasto público total (en términos de PBI), para asegurar el equilibrio fiscal nacional y sub-nacional.
Por ejemplo, eliminando Impuesto País (ya vigente), junto a Créditos y Débitos Bancarios y Derechos de Exportación, sumaría una reducción de aprox. 3 puntos del PBI, debiendo lograrse el resto con más recortes nacionales, pero también de provincias y municipios, en especial vía el distorsivo Ingresos Brutos (coparticipado entre ambas jurisdicciones). Sin embargo, volvemos a recordar, nuevos recortes de gasto público se van a hacer necesarios, para mantener el equilibrio fiscal, lo que no suele ser fácil, porque generalmente nadie quiere ceder. Recordemos que a nivel local es donde verdaderamente se ejecutan los servicios estatales (salud, educación, seguridad, servicios municipales, etc.), o sea los que llegan a la gente de forma directa.
Beneficios esperados de una reforma
Una reforma tributaria integral podría generar beneficios significativos para la economía argentina:
- Mayor competitividad: Reducir los costos fiscales permitiría a las empresas argentinas competir en mejores condiciones en los mercados internacionales, máxime en un contexto de atraso cambiario (precios adelantados) como el actual.
- Estímulo a la inversión: Menor presión tributaria y un sistema más simple incentivaría las inversiones locales y extranjeras.