Habrá créditos para aliviar la caída del precio del vino

La iniciativa busca que las empresas del sector ganen liquidez, impulsen las exportaciones y eviten que la vendimia 2026 quede en riesgo. Se analizan adelantos de créditos y el rol del Banco de Vinos como herramienta de estabilidad.

La reciente protesta de viñateros en la zona Este por los bajos precios del vino puso de relieve una crisis que amenaza la vendimia 2026. Ante la caída del consumo interno y la falta de recuperación de las exportaciones, el Gobierno ofrecerá asistencia financiera a las bodegas con el objetivo de que puedan mejorar los pagos a los productores y reactivar la comercialización.

Durante un encuentro entre funcionarios y representantes de cámaras vitivinícolas, se identificó que la falta de liquidez es el principal problema: los costos de energía y de cosecha se duplicaron respecto al año pasado, mientras que el precio del vino tinto cayó de $500 a $400 por litro, según el análisis de la Asociación de Viñateros de Mendoza.

El costo de la cosecha es uno de los más altos del sector. Tras la reciente actualización paritaria, que estableció un aumento del 9,9% para trabajadores de viña y del 12% para personal de bodega hasta febrero de 2026, bodegas y productores esperan que el crédito gubernamental aporte alivio financiero.

Desde la perspectiva de las bodegas, la baja en las ventas de vino -con cerca de siete meses de stocks acumulados- limita la posibilidad de pagar más a los productores, quienes defienden desde hace tiempo el valor del kilo de uva. Por eso, el Gobierno acordó con las cámaras un crédito destinado a mejorar la liquidez de las empresas y favorecer las exportaciones. Actualmente, se estima que el 60% del vino sin despachar está en manos de terceros, y la estrategia busca reducir esos stocks para recuperar rentabilidad.

El financiamiento resulta clave, dado que las tasas vigentes superan el 40%, lo que hace inviable para muchas bodegas acceder a créditos privados. Por eso, desde el sector se propuso adelantar líneas de crédito destinadas a cosecha y acarreo, que habitualmente entrarían en vigencia recién en febrero, como medida extraordinaria para garantizar la continuidad hasta la próxima vendimia.

Por otra parte, el Banco de Vinos, creado antes de la pandemia y formalizado legalmente en 2021, podría actuar como mecanismo de equilibrio en años con excedentes vínicos. Sin embargo, hasta ahora su funcionamiento ha sido limitado, operando más como un instrumento de discusión y expectativa, ya que inmovilizar grandes volúmenes de vino sin que salgan al mercado no es considerado viable.


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