Cómo y por qué un equipo pequeño se anima a conquistar con un producto mendocino cada mesa del país

En medio de la pandemia, Acetaia Millán se planteó un desafío monumental, que intentan poder cumplir y que, mientras tanto, los mantiene al máximo con la tarea de modo de hacerle frente a la incertidumbre de la pospandemia.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Son pocos, pero no pararon la actividad durante la pandemia y eso los potencia para enfrentar un futuro que para muchos sectores de la economía es totalmente incierto. Un equipo pequeño pero compacto compone la Aceitera y Acetaia Millán, a cargo de Gabriel Guardia, y desde allí lanzaron una propuesta que pareció imposible, pero que no deja de llamar la atención por la dimensión de la apuesta: que el argentino sume a su mesa un producto que se conoce poco, o que "malconocen", como es el aceto balsámico.

Ya lo habían hecho con el aceite de oliva antes y lograron activar una estrategia de marketing que ahora está suspendida por razones obvias: consistía en que la gente los visitara en la fábrica y viera cómo se hacen sus productos. Guardia, en diálogo con Memo, explicó aquella idea y la nueva, que consiste en que se conozca la versatilidad de este producto nacido en Italia y que sirve no solo como aderezo de ensaladas, sino para la elaboración de comidas.

Por eso, enviaron desde Millán una botella y un recetario a un grupo de periodistas, con la idea de que engrosen la lista de posibilidades y, en un efecto dominó, generar curiosidad por el producto. Esto último ya lo consiguieron, y es Gabriel Guardia quien respondió las preguntas que fueron surgiendo sobre los por qué del asunto:

- ¿Cuánto aceto producen en Millán y cuánto consigue mercado externo e interno en la actualidad? 

- Arrancamos de la nada misma en el 2014 envasando muy poquito y hoy en día estamos alrededor de las 10 mil botellas por semna, y creciendo. Gracias a Dios estamos en una expansión en el mercado interno muy fuerte, porque en el comercio exterior nos está costando. Hay mucho desconocimiento a nivel nacional e internacional sobre el verdadero aceto balsámico, que es el producto que estamos haciendo nosotros, un producto completamente natural y auténtico. Esto es, la típica receta italiana, sin conservantes, sin nada que no venga de la naturaleza misma de la uva. Venimos creciendo un montón en el mercado interno, gracias a la época en que teníamos turismo fluido en donde 200 personas por día nos visitaban, podían ver el proceso y palpar el producto. Eso nos ayudó a tener un crecimiento muy rápido en la difusión del aceto balsámico. Todo eso está frenado, pero la gente ya lo conoce.

- ¿A qué responde esta propuesta de "inundar de aceto" al país y difundir su consumo? 

- Hace un tiempo atrás, este año, tuvimos el objetivo de poner en cada mesa del mendocino un aceite de oliva de excelentísima calidad a un precio totalmente accesible. Así es como sacamos el Contraviento Laur que está en todos los supermercados de la familia Millán (Átomo) y logramos este objetivo. Ahora queremos que todos los argentinos puedan prender y entender que aceto balsámico hay uno solo y es el que estamos haciendo nosotros. Le vamos a dar la posibilidad de tenerlo en su dieta y poder incorporarlo en el día a día. Es un producto sano, noble, que se puede consumir tranquilamente sin ningún tipo de riesgos ni de alergias, porque no tiene conservantes más que la naturaleza misma del producto.

- ¿Hay una raigambre del consumo de aceto en Argentina? 

- En Argentina y Latinoamérica hay un desconocimiento muy grande. Se hizo famoso ofreciéndole a la gente algo que no era aceto. Es un camino que nos facilitó que cuando llegamos con la verdadera calidad del aceto balsámico, la gente pudo distinguir entre lo que había en el mercado y lo que realmente es. Por eso no reniego de los que no lo son, porque nos ayudó a dar el parámetro de lo que hacemos.

- ¿Cuánta gente trabaja en la empresa? 

- El Olivícola Laur somos poquitos, somos 20 personas repartidas entre la elaboración y el fraccionamiento del aceite de oliva y de la Acetaia Millán.

- ¿Buscan expansión o simplemente sostenerse en medio de la crisis? 

- En toda la pandemia hemos seguido trabajando en forma normal, en cuanto a la cantidad de horas laborales, aunque muchas cosas se han tenido que modificar, pero hemos sido uno de los rubros que no paró nunca y que con un montón de esfuerzo hemos seguido abasteciendo al público con aceite de oliva. La estrategia de este relanzamiento del aceto es que la gente tenga acceso a la comida sana. Ese es el objetivo.

- Más a nivel general, ¿cómo ve el futuro económico pospandemia? ¿Habrá una pospandemia o iremos entrando y saliendo permanentemente?

- A nivel general el futuro es el de siempre para el latinoamericano y el argentino es lidiar con la incertidumbre. Estamos tan acostumbrados a eso que ya no le tenemos miedo. Iremos surfeando la ola hasta salir, como hace siempre el pueblo argentino. Veremos qué nos depara y seguiremos el camino.

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