Congreso Nacional Pyme: El poder de creer, incluso cuando cuesta

El 27 de junio, declarado por la ONU como el Día Internacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Argentina tuvo su propia forma de celebrarlo: con miles de emprendedores y empresarios pymes colmando los auditorios de La Rural, en una nueva edición del Congreso Nacional Pyme organizado por Somos Pymes. Más de 2.500 personas asistieron a una jornada intensa que dejó claro algo fundamental: las pymes no solo resisten, también se organizan, se expresan y proyectan.

De la queja a la acción

En el evento se habló de todo: presión fiscal, industria del juicio, acceso al crédito, litigiosidad, empleo, economía real y futuro. Pero lo importante fue el tono. No hubo resignación ni discurso lastimoso. Hubo firmeza, sí; pero también propuestas y visión de largo plazo.

El economista Claudio Zuchovicki lo resumió así:

"Se acabó la era del gerente financiero. Empieza el momento de los que venden, los que conocen al cliente. Ahora manda la economía real".

Su charla fue de las más aplaudidas, no solo por su claridad sino por su mensaje positivo. Recordó que, en un mundo en conflicto, Argentina sigue siendo un país sin guerras, sin fronteras problemáticas, con libertad cultural y enormes recursos. Y preguntó, casi como provocación:

"¿En serio vamos a abandonar la pelea justo ahora?".

Una nueva actitud fiscal

También se destacó la presencia de Juan Pazo, Director Ejecutivo de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (ARCA), quien se animó a hablar cara a cara con el empresariado. Reconoció sin vueltas que "el sistema fiscal argentino fue persecutorio, ineficiente y confiscatorio", y explicó las reformas que están en marcha: umbrales más altos para control, planes de pago más flexibles, fin de embargos sin notificación, y sobre todo una idea clara:

"El Estado tiene que dejar de tratar al ciudadano como un delincuente. La evasión no se combate con miedo, se combate con incentivos".

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Sus palabras resonaron, porque por primera vez en mucho tiempo se escuchó en un funcionario una vocación real de simplificar y corregir, más allá del discurso.

El mensaje político: sin pymes no hay futuro

El diputado José Luis Espert no se anduvo con eufemismos. Defendió el proyecto de reforma laboral que busca eliminar trabas estructurales que asfixian a las pequeñas empresas. Habló de topes a los juicios laborales, cuotas litis más justas y un régimen especial para el cumplimiento de sentencias.

"Queremos una economía que premie al que produce, al que da trabajo, al que invierte. No hay generación de empleo si las empresas no ganan plata. Y las pymes necesitan aire para poder crecer", dijo.

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El SuperIVA -una propuesta para que las provincias definan su propia carga fiscal sobre el IVA- fue también eje de debate, con voces a favor y reparos. Pero más allá de las medidas, se celebró el hecho de hablar en voz alta sobre los temas estructurales que afectan al sector.

Historias que emocionan

El cierre estuvo a cargo del productor Adrián Suar, quien compartió su experiencia de emprendedor, productor y sobreviviente del sistema. Habló con franqueza sobre sus aciertos y fracasos, pero sobre todo sobre la necesidad de dar la cara en los momentos difíciles y no perder nunca el foco: hacer.

"Te recibís de empresario en las malas. Cuando surfeás la tormenta y seguís, ahí es cuando sabés que estás hecho para esto".

También compartió una enseñanza clave: la importancia de la palabra y del buen nombre en los negocios. "Los mejores acuerdos que logré en mi vida, no los firmé. Los hice con la palabra. Eso no tiene precio", confesó ante un auditorio que lo aplaudió de pie.

Más que un evento, una comunidad

El Congreso Nacional Pyme no fue una cumbre más. Fue un termómetro, una radiografía y una declaración de principios. La organización estuvo a cargo de Somos Pymes, un ecosistema de medios especializado en el universo emprendedor, dirigido por Chris Dátola, cuya labor fue clave para construir un espacio donde el empresariado nacional se sintiera escuchado, representado y valorado. Las charlas, los stands, los paneles y hasta los intercambios en los pasillos mostraron que el ecosistema pyme argentino no está solo, ni está quieto: está vivo, articulado y con energía para seguir construyendo futuro.

Y esto recién empieza. En octubre, Somos Pymes presentará en Mendoza el Summit Somos Pymes 2025, el primer evento de esta magnitud en la provincia cuyana. El encuentro reunirá a grandes oradores nacionales, junto con empresarios y protagonistas locales, en una jornada que promete ser clave para consolidar el protagonismo de las pymes en todo el interior del país.

Cuando las pymes hablan, el país escucha

Sí, la presión fiscal aún es alta. Sí, el acceso al crédito es limitado. Pero las pymes no esperan milagros: piden espacio. Y cuando lo tienen, como ocurrió en La Rural, demuestran que son mucho más que "las que sobreviven".

Son las que sostienen, las que emprenden, las que generan empleo, las que siguen apostando por este país incluso cuando todo invita a lo contrario.

En un país donde muchos miran al pasado, las pymes están mirando hacia adelante.

Y eso, hoy más que nunca, vale oro.

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