Numerosos despidos en una de las más prestigiosas bodegas de Mendoza
La información suministrada por un sitio especializado en vitivinicultura da cuenta de que entre los dos extremos de las versiones, el total de desvinculaciones en Mendoza y Buenos Aires llegaría a 33.
La Bodega Luigi Bosca,vubicada en Luján de Cuyo, desafectó de su plantilla de personal a numerosos colaboradores, tanto en Mendoza como en Buenos Aires. Hay diferencias en torno a cuál es el número de despedidos. Mientras algunos sitúan un máximo de 44 y la empresa aceptaría que son 15, el portal especializado Noticias de Cuyo dio cuenta de al menos 33.
Como se conoce, la crisis afecta a toda la vitivinicultura, que está en un proceso de cambios no solo en Mendoza y Argentina, sino en el mundo.
El CEO de la empresa Alberto Arizu (hijo), y fue quien le dijo al mencionado sitio web que "no son más de 15".
Al aceptar que sí hay desvinculaciones, lo justificó en que pertenecían al "sector del sector Supply Chain, y que se habían duplicado posiciones en tiempos de pandemia". De tal modo, indicó, se trata de una readecuación.
El portal Noticias de Cuyo sostuvo sobre el tema que las dsafctaciones alcanzan al 20% de la planta, incluyendo a quien era su gerente, al personal de Desarrollo Humano (que era gerenciado por Santiago Tozer); al gerente de Sistemas IT Manuel Marangon; a la jefa de Customer Service Fernanda Mayor; al jefe de Hospitalidad Diego Salguero; al jefe de Fincas Pablo Minatelli; a Gastón Re de E-Commerce; y también a personal de Enología (a la ingeniera agrónoma y enóloga Rocío Constanza Díaz Ferreira, responsable sector de barricas y del sector de molienda quien además realizaba un trabajo de cortes en los vinos de portfolio); e incluyó a personal de Pago a Proveedores; Laboratorio; Administración; operarios de bodega y de fincas.
La publicación agregó como dato historiográfico que "la bodega fue fundada en 1901 por el inmigrante de origen vasco Leoncio Arizu, y se mantuvo en el seno familiar controlada por la tercera y cuarta generación hasta fines de 2018, cuando el fondo L Catterton Latin America realizó una fuerte inyección de capital y pasó a controlar la mayoría del paquete accionario, asociándose a Alberto Arizu y sus hijos, y desplazando de la empresa a su hermano Raúl y sus sobrinos, y quedando como CEO Alberto Arizu (hijo)".