El dólar bajó, pero la política sigue alterando la economía
Esta semana cedió el precio de la divisa por un fuerte torniquete, pero las actividades de los políticos le siguen poniendo inestabilidad a la economía. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.
Después de un fin de mes de julio tumultuoso, por desórdenes monetarios, en los que las tasas subieron y bajaron y en el que el valor del dólar superó la barrera de los $1300 y llegó a $1380. Esta semana, merced a un duro torniquete monetario que impuso el Banco Central el dólar retrocedió. El ente rector subió encajes y, además, se acabó el efecto de los aguinaldos, lo que hizo que la semana terminara con problema de liquidez, lo que llevó la tasa de cauciones al 56% anual.
Lo cierto es que el dólar esta semana terminó en baja, mientras el blue cayó a $1325, y la razón de este precio del blue es porque ya no hay incentivos para operar en negro, pues se puede blanquear sin necesidad de dar explicaciones. Con el nivel alto de las tasas, donde los bancos ya pagan a los ahorristas 40% anual, hay incentivos para salir del dólar y pasarse a plazo fijo. Por esa razón el precio de la divisa cerró el viernes en $1335.
La realidad es que la suba de las tasas tiene dos caras. Por el lado de los ahorristas es una buena noticia. Ya dijimos que hay bancos que han llegado a pagar 40% anual de interés, lo que supone tasas reales positivas, en base a las expectativas inflacionarias. El problema es para los tomadores de préstamos o los que financian sus gastos con tarjetas de crédito. También para las empresas que necesitan financiarse deben asumir tasas muy elevadas.
Donde el panorama no fue pacífico fue en los mercados de valores porque tanto en la Bolsa porteña como en Wall Street los papeles argentinos fueron muy castigados por los inversores. Para este efecto contribuyeron los malos resultados de los balances, algo que se aprecia en grandes corporaciones que revelan caídas de los márgenes por la fuerte competencia, menores ventas y altas tasas de interés bancarias que complican las operaciones de las empresas.
Pero también contribuyó a la caída de los mercados el clima político preelectoral que se vive en la Argentina. La agresividad de la oposición dictando leyes, que en sus propios gobiernos no hubieran sancionado, es una muestra de la irracionalidad de ciertos sectores de la política. En estos días, además, hay preocupación por conocer la composición de las listas de candidatos.
Nunca se había marcado tanto interés por quienes componen las listas. Y es que es tan burdo el juego de candidatos que pasan de un lado a otro. Por haber llegado a extremos, los políticos han conseguido que ahora se están mirando con mucha atención quiénes compondrán las listas y de la calidad de los candidatos propuestos puede depender el resultado electoral.
Nuevos rumores que nadie sabe de dónde salen
Esta semana el ministro Caputo debió salir a desmentir una serie de rumores que corrieron en los mercados internacionales planteando dudas acerca de la continuidad de la política cambiaria. El funcionario aclaró que no había ninguna previsión de cambio y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, explicó que el dólar flota libremente entre las bandas fijadas. Hay que recordar que estas bandas crecen un 1% mensual en la parte superior y disminuyen un 1% mensual en la banda inferior.
En este sentido, los funcionarios calculan que, aunque con tiempos de volatilidad, la cotización seguirá flotando con libertad sin que intervenga en BCRA. Esto es en teoría porque hemos visto, en el último mes, intervenciones importantes en el mercado de futuros intentando frenar la suba que se generó por el descalabro monetario del mes de julio. A medida que pasa el tiempo, las bandas se van alejando mensualmente y los márgenes son cada vez mayores. Los funcionarios calculan que, a medida que se avance las bandas dejarán de ser importantes y se las podrá eliminar para que la flotación sea completa.
A pesar de todo, hay que reflexionar. Cuando en una economía hay que recurrir a medidas extraordinarias para sostener el precio del dólar, cuando los banqueros quieren hacer operaciones para apostar en contra del peso, cuando ante un mínimo aumento del dólar rápidamente las empresas aumentan los precios, algo raro pasa. No es de una sociedad normal. O hay cosas que necesitan ajustarse rápido o la sociedad está enferma, o ambas cosas a la vez.
Expectativas de inflación
Los datos primarios que se conocen del movimiento de los precios indican que el índice de precios estará en el orden cercano al 2%. El índice de la Ciudad de Buenos Aires dio 2,5%, aunque, en este caso, han tenido mayor peso los ajustes de los precios de los servicios, que en esta jurisdicción estaban muy atrasados respecto del resto del país y el retiro más rápido de los subsidios se ha sentido más.
Durante julio no hubo mayores consecuencias sobre los precios a pesar de que habían comenzado las turbulencias sobre el dólar, pero es posible que en agosto tengamos una variación superior. Seguramente se superará el 2%, aunque algunos consultores arriesgan cifras superiores.
Desde los aumentos de las petroleras, que se dieron entre los últimos días de julio y la primera semana de agosto, hay una acumulación importante, que se suma a los demás precios. Además, hay empresas multinacionales que también están mandando listas con aumentos entre el 6 y el 10%, pero los compradores se han negado a convalidar esos aumentos. No obstante, y dado que el dólar bajó, habrá que ver cómo evolucionan hacia el futuro.
En el Gobierno piensan, aunque en privado, que hasta las elecciones tendrán que afrontar volatilidad financiera y cambiaria y también volatilidad en los precios. No obstante, se apelará a la racionalidad, porque de ninguna manera se volverá a los mecanismos de intervención en los mercados.