El viento de cola también puede producir mareos

Los funcionarios muestran excesos de confianza y suelen jugar con fuego, cuando los números del gobierno no son tan holgados. El análisis de Rodoplfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

Luego de la victoria electoral de octubre, el gobierno comenzó a apurar muchos proyectos y, con la nueva composición del Congreso, comenzó a acelerar varios proyectos que son fundamentales. El primero de todos es el Presupuesto 2026, que ya ingresó y estaría para ser tratado en comisiones en el Senado.

Es intención del presidente que esté aprobado antes del fin de año. Por ahora, el ministro Diego Santilli asegura que ya están tejidas las alianzas para conseguir los votos para su aprobación. Por supuesto, lo que se está viendo es un nivel de pragmatismo que antes no se veía. Ya no hay tanta ortodoxia y el gobierno está dispuesto a negociar, dentro de límites razonables.

Ya el gobierno estuvo haciendo algunas concesiones y será muy complicado cumplir el objetivo que se había planteado de un superávit de 1,6 % del PBI, aunque llegaría al comprometido con el FMI de 1,3%. El problema es que ese superávit es muy necesario para la compra de dólares en el mercado porque es fundamental la acumulación de reservas. Esta semana, después de mucho tiempo, compró US$ 260 millones.

El cambio de paradigma en la Justicia que puede implicar la reforma laboral

El segundo proyecto que ingresó esta semana en el Congreso fue el de reforma laboral, que, según los entendidos, ha sido elaborado después de un minucioso estudio de la Ley de Contrato de Trabajo. Como anticipamos hace dos semanas en esta misma columna, el proyecto trae ideas interesantes en cuanto a los cálculos indemnizatorios y la creación del Fondo de Asistencia Laboral, que es una previsión que hará la empresa en forma obligatoria para atender las necesidades de abonar indemnizaciones en el futuro. Este instituto también será una seguridad para los trabajadores en el caso de alguna situación de insolvencia ya que tiene un fin específico y es inembargable.

También hay previsiones para las modalidades de pagos de salarios, que podrían incluir, si hay acuerdo entre las partes, prestaciones alimentarias, entre otras cosas. En lo que no hay más precisiones es en materia procesal, porque la Ley de Contrato de Trabajo dice que, en caso de dudas respecto de las pruebas, los jueces deben fallar a favor del empleado ("in dubio pro operario").

Si bien el proyecto elimina esta regulación, no dice nada más. En el texto de la Ley Bases, que fue objetado por la justicia, había una cláusula que decía que se debían regir por las normas del Derecho Civil, es decir, quien alegue algo a su favor, debe correr con la carga de la prueba. La disposición era mucho más específica.

Una de las dudas acerca de esta reforma es que, para quedar bien con tanta gente, se termina diluyendo y es dudoso el efecto que pueda tener en la recuperación del empleo en blanco. El gobierno, en el proyecto, promete rebajar impuestos a las ganancias como incentivo. Con esto comienza a tener problemas con los gobernadores que, como ya hemos dicho, no están dispuestos a hacer ningún ajuste.

Emisión del Bonar 2029: un paso hacia la normalización financiera 

Hay que buscar la forma de bajar a la mitad o eliminar la contribución patronal y financiarla con el impuesto las Ganancias, y evitar problemas con los gobernadores que tienen una forma muy extorsiva de negociar. No se aprecian medidas para bajar el costo laboral, donde los rubros del formulario 931 vuelven locos a todos los empresarios.

Otro tema con el que Milei deberá lidiar es con los jueces. Hay un sector grande de magistrados que responden políticamente al kirchnerismo que están sacando fallos destinados a complicarle al gobierno el equilibrio fiscal. Es un tema muy delicado porque una justicia ideologizada puede intentar ejercer el poder a través de sus fallos.

Una semana de noticias complicadas

Esta semana el gobierno quería volver al mercado de capitales y emitió un bono por us$ 1000 millones que pretendía una tasa de 6,1%, pero finalmente el mercado lo tomó cobrando una tasa de 9,6%, casi un 50% más. Con esto queda claro que ni con la ayuda de Trump o el FMI el mercado baja sus estrategias y calificaciones. De todos modos, si lo miramos de un lado positivo, digamos que no es una tasa tan alta para un país con 9 defaults en su historia. En principio, según estimaciones, todos los suscriptores del bono fueron inversores locales.

En el mismo sentido, tuvo una buena noticia ya que el viernes vencían 21,2 billones de pesos en obligaciones y se pudieron renovar en su totalidad, con una tasa menor a la anterior y un plazo un poco mayor. Desde ese punto de vista fue una noticia positiva. De todos modos, el gobierno debe resolver la búsqueda de us$4500 millones que vencen en enero.

Análisis: La inflación volvió a subir un escalón

El otro dato complicado fue el de la inflación. La suba del IPC un 2,5% en noviembre fue un mal dato porque confirma que habría una peligrosa tendencia creciente que puede tener muchas explicaciones, pero no es el precio del dólar la causa. En apariencia es el sector de los servicios el que mantiene altos los índices y esto es porque el gobierno decidió indexarlos y esto es un grave error. Al indexar, se repite el ciclo y es lo que hay que cortar. Las empresas de servicios no pueden exigir ingresos ajustados de esa manera porque ellos son los responsables de la suba de precios.

También influyó que el gobierno decidió liberar fondos para que los bancos se pudieran mover con mayor comodidad y bajó las tasas. Esto pude haber generado mayor demanda, pero hay un rubro que es el consumo de carne, cuyos precios vienen creciendo a pasos agigantados.

Con la carne ocurrió que hubo inundaciones de campos (en algunas zonas aún persisten) y esto generó, en algunos casos, la imposibilidad de sacar animales de los campos para llevar al mercado y se restringió la oferta. En esto no tiene nada que vere la exportación. Es real que se está exportando, pero a esos animales no los quieren en el mercado interno porque tiene más de 500 kilos, cuando los consumidores argentinos quieren terneros de 250/300 kilos.

La inflación en Mendoza creció por quinto mes consecutivo

El sector sigue con las deficiencias que generaron las restricciones del gobierno anterior que llevó a una gran liquidación de vientres y reponerlos puede llevar varios años. Hay que ver si ahora que hay menos lluvias pueden sacar algo más, aunque con la demanda de verano y las vacaciones, es improbable que hasta marzo pueda haber novedades.

Pero donde el panorama comienza a ponerse preocupante es en el mercado cambiario. Es que tenemos un dólar que de deprecia un 1% mensual con una inflación superior al 2%. En seis meses la acumulación de desequilibrios puede comenzar a empujar de alguna manera. En ese aspecto, los operadores del mercado son expertos, como cuando consiguieron llevarlo de $1200 a $1400 en apenas dos meses.

De todos modos, el gobierno confía en que los ingresos de dólares por vía de inversiones o de toma de deudas, pueda proveer las divisas necesarias para sostener el equilibrio. Pero es un exceso de confianza. Cuando hay viento de cola todos parecen genios, pero también puede marearse.



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