Empresas esquivan el cepo y la compra de dólares alcanza récords históricos

Casi la mitad de los dólares comprados oficialmente desde abril se canalizan a cuentas fuera del país, alimentando la FAE y generando tensiones en la política cambiaria.

La flexibilización del cepo cambiario para personas físicas impulsó un incremento histórico en la compra de dólares en el mercado oficial. Aunque buena parte de la demanda se explica por ahorro y turismo, un fenómeno particular preocupa a los especialistas: casi la mitad de las operaciones se realizan contra cuentas en el exterior, lo que podría reflejar la elusión de restricciones por parte de las empresas.

Según datos del Banco Central (BCRA), en julio la compra neta de dólar billete alcanzó u$s3.041 millones, la segunda cifra más alta desde que se llevan registros en 2007, solo superada por octubre de 2019, antes del cepo de u$s200 impuesto por el gobierno de Mauricio Macri. Al considerar todos los conceptos que integran la Formación de Activos Externos (FAE) de personas, la cifra asciende a un récord absoluto de u$s5.807 millones.

El componente denominado "otras inversiones", vinculado a operaciones con cuentas en el exterior, alcanzó desde abril los u$s7.541 millones, de los cuales u$s2.980 millones correspondieron solo a julio, representando el 47,5% de la FAE. Para el economista Pablo Moldovan, estas compras permiten a las empresas acceder a divisas a precios cercanos al oficial y cancelar deudas externas, dificultando el control cambiario del Gobierno. De hecho, el BCRA estima que los importadores habrían cubierto obligaciones por u$s1.400 millones a través de mercados alternativos al oficial.

Federico Machado, del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), agregó que la magnitud de la FAE podría explicarse por un arbitraje financiero: personas físicas compran dólares al tipo de cambio oficial y los venden a empresas mediante instrumentos financieros, generando un flujo paralelo que elude las restricciones oficiales.

El relajamiento del cepo buscaba enviar señales positivas al mercado, especialmente tras un nuevo acuerdo con el FMI. Sin embargo, la volatilidad financiera, el estancamiento económico y conflictos internos del oficialismo complicaron ese objetivo. Frente a la cercanía de las elecciones legislativas, la demanda de dólares se intensificó, generando dudas sobre si el Gobierno podría mantener la política actual o volver a imponer restricciones más estrictas.

Expertos coinciden en que, si bien levantar completamente el cepo podría normalizar el arbitraje financiero, cualquier retroceso dependerá de los resultados electorales y del respaldo internacional. Por el momento, las autoridades destacan que estas turbulencias se deben a intentos desestabilizadores de la oposición y sostienen que una victoria legislativa permitiría avanzar hacia la normalización económica y la apertura plena del mercado de divisas.


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