Cordón El Cepillo, nueva indicación geográfica vitivinícola, a pesar de la oposición de Peñaflor
No sin polémica, Mendoza tiene en el Valle de Uco una nueva Indicación Geográfica vitivinícola, al sur de La Consulta, en San Carlos: Cordón El Cepillo.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) oficializó este lunes posnavideño a la zona de Cordón El Cepillo, en San Carlos, como nueva Indicación Geográfica (IG). Fue a solicitud de Bodegas Esmeralda.
Según la Resolución 7/2022, eso resulta porque "de acuerdo a los antecedentes presentados en el expediente citado en el Visto y los estudios realizados por los sectores competentes de este Instituto, el área de producción de la Indicación Geográfica cuyo reconocimiento se solicita, está formada por terruños con cualidades distintivas, aptos para la producción de vinos de calidad".
No sucedió sin resistencia. Al igual que otras resoluciones, el Grupo Peñaflor se opuso, pero sus planteos y argumentos fueron desestimados por el INV. El nombre de la nueva IG coincide 100% con la denominación de una de las fincas de Bodega Escorihuela Gascón, "Cordón El Cepillo".
Más abajo, la Pampa de El Cepillo y sobre la cordillera, el Cordón El Cepillo.
Ya había sucedido antes. Cuando los productores vecinos a las 4500 hectáreas iniciales con denominación de IG (entre ellos Agrícola Presidente, La Rural, O. Fournier, Altos Las Hormigas , Grupo Peñaflor y Bodegas Sa Limitada) en el 2013 presentaron oposición a la delimitación del Paraje Altamira, desde el INV se tomó el compromiso de iniciar los estudios necesarios para determinar su correspondencia o no, pero lo terminó autorizando.
Quienes se oponían a esta ampliación, productores antiguos de la zona, aseveraban que Altamira es una zona muy diferente a La Consulta, El Cepillo y Eugenio Bustos, que son zonas que alcanza la nueva ampliación.
Ahora con El Cepillo hubo otro conato de rechazo, pero fue superado por las autoridades fiscalizadoras de vitivinicultura.
"Terruño extremo y desafiante"
Para Mariana Gil Juncal en el portal Vinetur, "si hay algo que distingue a la región sur del Valle de Uco mendocino es que es uno de los terruños más gélidos del valle donde nacen vinos que reflejan un perfil bien suculento".
Al hablar del lugar que desde hoy tiene su propia IG, la autora señaló que "al sur del Valle de Uco (Mendoza) y bien pegadita a la IG Paraje Altamira se encuentra El Cepillo donde actualmente hay implantadas unas 1600 hectáreas de vides que dan vida a vinos realmente únicos".
Geológicamente hablando El Cepillo abarca dos sectores bien distintos: la parte más baja está al este donde históricamente se ha desarrollado la vitivinicultura, zona que se caracteriza por presencia de suelos francos, con menos de un metro de profundidad sobre una base pedregosa y calcárea. "Son suelos heterogéneos debido a antiguos cauces fluviales provenientes de la Cordillera de los Andes. Hacia el este, las vides crecen sobre un primer horizonte franco limoso arenoso y calcáreo; y por debajo hay conglomerados de piedras mucho más gruesas. Hacia el oeste, las condiciones son más desafiantes dado que a medida que nos acercamos a la cordillera el primer horizonte de suelo fértil disminuye notablemente y presenta los conglomerados a poca profundidad", según explicó a Vinetur el geólogo Esteban Nigro, quien agregó que "dada su ubicación, El Cepillo, un tanto distal de la Cordillera y que en reglas generales la altitud de los viñedos desciende hacia el este, aquí nos encontramos dentro de las zonas más bajas del valle con un promedio de 1000 metros de altura. Y si bien al encontrarse sobre el abanico aluvial, las tierras de El Cepillo están localmente elevadas, es una de las áreas más extremas y desafiantes de Mendoza".
Gil Juncal completó la descripción: "Este desafío extremo se imprime en que una de las características más relevantes del lugar es que hay una enorme predisposición a acumular aire frío durante las noches lo que hace que haya una gran amplitud térmica. Por esta fama de lugar gélido, que muchas veces tiende a helarse, los vinos de El Cepillo suelen presentar notas de frutas negras bien maduras amalgamadas con toques herbales y florales, típicos de los vinos de montaña".