¿Con cuánta inflación recibiría el país el próximo presidente?

Los cálculos de inflación para el 2022 van en aumento y los especialistas ajustan por ahora en el 65%, pero no se descarta que después de conocerse el índice real de abril en las próximas semanas, vuelvan a ajustarse las proyecciones hacia un 70%.

Las expectativas de mercado que releva el Banco Central vinieron a traer más malas noticias para la Argentina. Lo peor es que aunque las proyecciones son altas, en los últimos meses los analistas de mercado se están quedando cortos y sus pronósticos estuvieron por debajo de la inflación real medida por el Indec.

Por eso, tras conocerse que proyectan un 65,1% para este año, no se descarta que una vez que se conozca el índice real de abril -y si vuelve a superar la proyección- todo comience a ajustarse en torno a una inflación anual del 70%.

Para abril la proyección de los participantes del REM del BCRA es 5,6%, pero hay muchos analistas que apuntan a un 6%, algo que no sorprendería a nadie por los fuertes aumentos que se están registrando especialmente en los alimentos.

La preocupación es alta, tanto así que ya se trabaja recalculando la meta que se acordará con el FMI luego que el 48% acordado con la entidad quedara muy lejos de las posibilidades del país. Es más, ni siquiera en diciembre de 2023 se lograría una meta de ese tipo.

Considerando que para esa fecha, fines del próximo año, debería asumir un nuevo presidente o prolongarse el mandato de Alberto Fernández, el nuevo período recibiría al presidente con una inflación del 50,5%, de acuerdo a lo que pronostican los participantes del REM.

¿Con cuánta inflación recibiría el país el próximo presidente?

Si se vuelve a ajustar el cálculo en la encuesta de mayo, tal cual ocurrió en abril con una suba del 4,8% respecto a marzo, podríamos incluso pensar que la inflación para el próximo seguirá siendo catastrófica. Además, quien gobierne para ese período, debería enfrentar un IPC en su primer año del 43,7%, lo que seguirá siendo muy alto y complicado para la vida de los argentinos.

Más allá del porcentaje que reciba el próximo presidente, lo cierto es que los ciudadanos de a pie seguirán con la incertidumbre que genera la inflación y sin medidas en el horizonte que apunten a una baja rápida.

Es que más allá de las interpretaciones que hace Cristina Fernández sobre las razones de la inflación (dice que es por la falta de dólares), lo cierto es que el mundo está tomando medidas de política económica y no se centran en la falta de dólares como razón para el fenómeno de fuerte aumento de precios. Todo lo contrario, todos trabajan con un programa de aumento de tasas y control de circulante para controlar la demanda.

Si comparamos con Chile, por ejemplo, tiene a un Banco Central subiendo las tasas de manera drástica, lo mismo que la FED en Estados Unidos para controlar el índice y comenzar a bajarlo el próximo año. En el vecino país esperan una inflación alta, por encima del 8% para este año, pero apuestan a que las medidas de política monetaria sirvan para que en 2023 el índice baje a la mitad.

Es decir, mientras en otros lugares se alarman y apuestan a bajas rápidas para no volver a tener a la inflación como un problema crónico, en la Argentina se sigue hablando de múltiples razones para la inflación, se niega la emisión y se proyecte una inflación por encima del 40% hasta el 2024.

Para no dejar el dato en el aire, en Chile luego de dos sorpresas consecutivas de inflación mensual revisó su escenario inflacionario para el 2022 y 2023, ubicando la inflación anual 2022 en 8,4% y la del 2023 en 3,7%, subiendo las proyecciones del 6,6% y 3,5% que tenían hasta el mes pasado. Seguramente ese índice se volverá a recalcular apuntando a un 10% para 2022 y a la mitad para 2023, pero siempre con una caída del 50% para el próximo año.

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