La economía mostró signos de desaceleración en julio ante la suba del dólar y tasas elevadas
Los primeros indicadores sectoriales reflejan una pérdida de impulso en la actividad económica durante julio. La volatilidad financiera y el aumento del tipo de cambio impactaron en la producción industrial, la construcción y el consumo, proyectando un crecimiento irregular para lo que resta del año.
Aunque los datos oficiales más recientes de actividad económica corresponden a mayo, los primeros reportes sectoriales de junio y julio anticipan un enfriamiento en el desempeño económico argentino. El incremento del dólar y la inestabilidad en las tasas de interés en pesos durante julio figuran como los principales factores que frenaron el dinamismo, según coinciden varias consultoras.
Mientras que la consultora Orlando Ferreres calculó que en junio la actividad creció 0,7% desestacionalizado, Eco Go y el Centro de Investigación de Ciclos Económicos (CICEC) reportaron caídas mensuales de entre 0,2% y 0,3%, mostrando así una falta de consenso sobre ese mes.
Juan Luis Bour, director de FIEL, destacó que el año comenzó con un trimestre fuerte, con un crecimiento trimestral de 0,8%, pero que para el segundo trimestre esa expansión se redujo a la mitad, mostrando una clara desaceleración. Bour señaló además que "la variación negativa de las importaciones netas empieza a cobrar peaje", al superar ampliamente a las exportaciones.
Respecto a julio, la incertidumbre es mayor debido a la escasez de indicadores oficiales. Melisa Sala, economista de LCG, señaló que "en junio se observaron más indicadores positivos que negativos, pero en julio seguramente se sintió el impacto de la inestabilidad asociada al dólar". En línea con esto, Adrián Yarde Buller, economista jefe de Facimex Valores, comentó: "Las primeras señales sugieren que la economía no habría crecido respecto a junio, algo comprensible ante la volatilidad cambiaria y financiera del mes pasado".
Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres, indicó que "la desaceleración en julio puede deberse al aumento de las tasas de interés, aunque será un fenómeno parcial y transitorio".
Entre los sectores más afectados se encuentra la industria. Según datos de Outlier, los despachos de cemento ajustados por estacionalidad bajaron 2,4% en julio, y las ventas a concesionarios cayeron 5,3% mensual, acumulando un retroceso del 10% en dos meses. La producción automotriz, por su parte, mostró una caída mensual del 12,7%, y un descenso acumulado del 24% en junio y julio, según Gabriel Caamaño, socio de Outlier.
No obstante, Facimex presentó un panorama menos negativo: estimó un aumento del 3% mensual en despachos de cemento y una caída del 6% en la producción automotriz. Además, su indicador mostró que los patentamientos crecieron 1%, aunque la recaudación por impuestos a tarjetas y créditos cayó un 7%.
En cuanto al consumo, LCG informó que los préstamos para consumo apenas crecieron 1% real en julio respecto a junio, muy por debajo del promedio semestral cercano al 4%. Este modesto avance se explicó principalmente por un incremento de 1,7% en los préstamos personales, mientras que el financiamiento con tarjetas creció solo un 0,4% real.
De cara a los próximos meses, Melisa Sala anticipa un "crecimiento con altibajos, muy dispar entre sectores, sin un avance sostenido y pujante". Desde LCG proyectan un crecimiento anual del 5% para 2025, impulsado principalmente por el arrastre estadístico de la recuperación acumulada hasta mayo. En tanto, Spotorno se mostró optimista y pronosticó que "para el año que viene la tasa de crecimiento debería mejorar".