Amistad, destino Mendoza

Hace unos años nuestra provincia fue elegida como uno de los 100 mejores destinos del mundo por la revista Time, destacando la excelencia de los servicios culinarios y sitios gastronómicos rescatando especialmente aquellos al aire libre y que tienen como telón la cordillera de los Andes. Mendoza y la amistad, en una nueva columna de Marcelo Calabria.

Juan Marcelo Calabria

Mendoza ha sido destacada en los últimos años en varias publicaciones internacionales como uno de los destinos turísticos más recomendados del mundo, así no solo ha cautivado a quienes la visitan, sino que también ha recibido el reconocimiento de prestigiosas publicaciones y sitios de turismo, vinos y gastronomía a nivel mundial convirtiéndola en uno de los lugares de amplia recomendación entre los destinos turísticos más reconocidos del globo.

Hace unos años nuestra provincia fue elegida como uno de los 100 mejores destinos del mundo por la revista Time, destacando la excelencia de los servicios culinarios y sitios gastronómicos rescatando especialmente aquellos al aire libre y que tienen como telón la cordillera de los Andes. Por esos años, también, la revista Forbes la incluyó en su lista de los 20 mejores lugares del mundo para visitar, y más recientemente la destacada publicación Travel + Leisure la listó en su ranking de los mejores lugares para viajar, ubicándola entre los 10 destinos más importantes de Latinoamérica para visitar en 2024, con una puntuación de 84,79 sobre 100 puntos.

Estas noticias que llegan desde distintas publicaciones, sitios y concursos a nivel mundial, dan cuenta de algo que los mendocinos vemos en distintas épocas del año en nuestro quehacer cotidiano: un gran caudal de visitantes y turistas que transitan por distintos lugares de Mendoza y disfrutan de todas nuestras bondades, teniendo sin duda al vino, la gastronomía y la naturaleza como gran punto de atracción, en tanto nuestra tierra invita a los corazones aventureros a descubrir sus secretos más preciados como nuestras hermosas montañas que rozan el cielo y a cuyos pies se extienden viñedos que son el lienzo de la naturaleza, pintados con el pincel de la pasión, la dedicación, el trabajo y el esfuerzo.

Entre cepas y epopeyas

Las recomendaciones internacionales reflejan también la calidad excepcional de nuestra tierra como destino turístico no sólo familiar y para parejas, sino también para grupos que hacen culto de la amistad, teniendo en cuenta que el buen vino y la rica comida complementan una buena mesa de amigos. Así la amistad, ese vínculo que se fortalece con el tiempo, como el buen vino, encuentra el escenario perfecto para estrechar vínculos y vivencias. Aquí, las risas se mezclan con el sonido de las copas brindando, y cada sorbo es un homenaje a los lazos que nos unen. En cada rincón, la gastronomía se alza como una parada obligada al disfrute; los sabores autóctonos, combinados con la innovación de la cocina internacional, crean experiencias que deleitan el paladar y calientan el alma, aún en nuestros días más fríos, al igual que la compañía de buenos amigos.

En nuestra comunidad de Instagram @vinosycomidas, nos encontramos cada vez más consultas de entusiastas del vino, el turismo y los viajes, provenientes de rincones diversos de nuestro país y del continente, que buscan la brújula que los guíe a través de la rica travesía mendocina donde la historia y la modernidad se entrelazan con elegancia y cortesía. Muchos seguidores, grupos de amigos con espíritu viajero, nos preguntan por esos rincones secretos que sólo Mendoza puede ofrecer: bodegas que son joyas ocultas, restaurantes y bodegones donde cada plato es un poema al paladar y sitios históricos donde la gesta de la libertad aún resuena con fuerza; les contamos de aventuras en la montaña, donde el aire puro y la majestuosidad del paisaje invitan a la reflexión y al asombro, junto al recuerdo y vivencias de otros tiempos.

Todos nuestros oasis y rincones son objeto del escrutinio y curiosidad, destacando desde el orgulloso, productivo y verde este mendocino al imponente y majestuoso oeste cordillerano, desde el bello y frío sur al cálido y ancestral norte. Mendoza se revela como el destino ideal para escapadas de fin de semana o para esas vacaciones anheladas, más extensas y profundas. Es un lugar para vivir la camaradería, para reír y crear recuerdos imborrables bajo el manto de una naturaleza que se despliega en todo su esplendor: desde el verde vibrante de los viñedos en la estación estival, hasta el azul etéreo de los cielos andinos que se extienden como un vasto océano sobre nuestras cabezas, es ese tapiz de colores y texturas que no solo despierta todos los sentidos, sino que también invita al alma a danzar al ritmo de sus maravillas y sabores.

Los relatos, comentarios e imágenes de quienes nos visitan, dan cuenta que viajar a Mendoza es embarcarse en una aventura donde cada día promete ser distinto, con la ofrenda de amaneceres dorados sobre campos de viñas y atardeceres que tiñen de rojo las cumbres de los Andes. La buena comida y el vino son los protagonistas de historias que se escriben al calor del encuentro, de fogones y lugares soñados. En Mendoza, cada plato es un pretexto para reunirse, para compartir anécdotas y para crear recuerdos que perdurarán en el tiempo, y esos recuerdos que se retroalimentan y multiplican por miles en las redes, se viralizan e impulsan aún más los deseos de llegar a este destino de amistad.

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De esta manera la amistad se celebra en Mendoza bajo un cielo embanderado, donde cada nube parece brindar por los momentos compartidos. Aquí, el tiempo se detiene, y lo único que importa es el ahora, el aquí, con amigos y una copa en mano. En nuestras respuestas a las consultas que nos llegan de los más diversos lugares, invitamos a los futuros visitantes e incluso a quienes repiten su viaje a que se dejen seducir por Mendoza y se dejen llevar por la magia de sus paisajes, la calidez de su gente y la excelencia de sus vinos y comidas. ¡Ven y vive Mendoza! repetimos insistentemente, un lugar donde la amistad y el buen vivir se encuentran en cada esquina.

Mendoza espera, no solo con sus puertas abiertas, sino también con su corazón latente de anfitriona, que impulsa el deseo de viajar, de explorar y de vivir la experiencia de independencia y libertad al máximo, siempre acompañados de la mejor comida, el mejor vino y, por supuesto, los mejores amigos. Desde estas humildes líneas extendemos una invitación cordial a propios y extraños, visitantes y locales para recorrer un lugar donde la amistad y aventura se encuentran a cada paso. Queridos lectores: sean parte de la historia y descubran por qué Mendoza no es sólo un destino, sino un viaje para el alma. ¡Salud y a disfrutar Mendoza!

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