La estabilidad genera una nueva dinámica del mercado que no todos entienden
Los consumidores van tomando conciencia del poder que tienen y lo comienzan a ejercer para defender sus ingresos. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.
Es una historia que se repite. En la década de los ´90, con la llegada de la Convertibilidad, se comenzó a vivir un tiempo de estabilidad y cambiaron rápidamente las cosas. En ese momento, hubo empresas que no se pudieron adaptar y terminaron fracasando, pero hubo consumidores que tampoco se habituaron y siguieron operando como cuando había inflación.
En esta ocasión se están repitiendo escenarios similares que confirman que personas o empresas exitosas en tiempos de inflación corren serios riesgos de fracasar en tiempos de estabilidad. Ya no existe la inflación para licuar deudas ni tiene sentido comprar para acopiar porque no hay expectativas de subas constantes. Por otra parte, como es lógico, se genera competencia a través de la apertura de mercados y la llegada de bienes importados aumenta la oferta de bienes.
El gobierno viene aplicando normas de desregulación, de liberar de trámites innecesarios que no son debidamente cuantificados en cuanto al ahorro que se genera para empresas y particulares. Entre algunos de estos se han simplificado normas para exportar e importar y también se han flexibilizado normas para ingresar compras por turismo, que hoy sigue siendo bastante abundante.
Esta semana se avanzó mucho más, porque hasta ahora solo se podían ingresar por turismo elementos de tecnología, con el límite de 200 dólares por persona. Pero ahora se avanzó mucho más y han autorizado el ingreso de bienes denominados de "línea blanca", como lavarropas, heladeras y cocinas. El único interrogante es qué familia podrá traer estos bienes que ocupan mucho lugar y no caben en cualquier vehículo. Además, solo se puede traer uno por vez y no más de 3 por año, para evitar compras para reventa.
Algo similar se registra en el mercado automotriz donde las respuestas son más dinámicas ya que las fábricas locales son filiales de similares instaladas en Brasil. Todos los días se anuncian la llegada de nuevos modelos, pero también aparecen modelos de marcas que no se fabrican localmente, especialmente chinas, provistos de alta tecnología. Pero, además, se autorizó la importación de autos usados, conforme a una reglamentación y los importadores pueden ser ciudadanos individuales o empresas.
Ventas minoristas
Otro dato que llamó la atención fue el de las ventas minoristas, porque bajaron en comercios minoristas y supermercados, pero aumentaron en forma global. Esto indica que muchas familias están consumiendo con mayor racionalidad, además de tener que ajustar sus presupuestos a ingresos que no se actualizan como antes. Por esa razón muchas familias, impactadas por el aumento de los servicios, solo sostienen consumos indispensables y postergan otros, mientras algunos han salido de sus miras.
Lo cierto es que aún la presencia de importados no es tan importante, pero si lo es a través de las tiendas on line, generalmente de origen chino, que presentan ofertas de bienes e indumentaria a precios muy bajos. No obstante, muchas personas refieren experiencias poco agradables porque no se pueden verificar las medidas y, en muchos casos, complicaciones para generar cambios o devoluciones.
Lo cierto es que los consumidores están comenzando a descubrir un principio que opera en las economías estables: "el que tiene la plata manda". En estas circunstancias está claro que los consumidores van ganando racionalidad, aunque algunos están en problemas porque no creyeron que este sistema iba tener éxito y se endeudaron calculando que la inflación les ayudaría a pagar y ahora están en serios problemas.
Estas nuevas circunstancias van delineando modalidades de compra que obligan también a los comerciantes a manejar sus compras con la misma racionalidad que operan los consumidores. Así las cosas, ya los consumidores no compran apurados, sino que, además, ya no llegan extranjeros para comprar, que ayudaban a engrosar las estadísticas. Ahora son los argentinos los que cruzan las fronteras.
Finanzas alteradas
Esta semana contamos los problemas que se generaron por una imprudente medida del Banco Central, de rescatar la totalidad de unos instrumentos financieros conocidos como LEFI, por lo cual la autoridad monetaria debió emitir 15 billones de pesos y eso hizo bajar muy fuerte la tasa de corto plazo y eso estimuló la fuga hacia el mercado del dólar. Luego, se emitieron distintos bonos y letras entre el BCRA y el Tesoro, que algo contuvo esa fuga.
De todos modos, estamos frente a una suba de la tasa de interés. Los bancos pagan a los ahorristas entre 32 y 35% anual, pero las tasa que se cobran por préstamos individuales están cerca de 240% de tasa efectiva anual. Es una locura, con una expectativa de inflación del 40%. Esto muestra la inestabilidad financiera, seguida por los que apuestan a que el gobierno deberá devaluar después de las elecciones, algo que es pura especulación.
Lo cierto es que muchos están jugando con esa posibilidad, pero el problema mayor es que están faltando reformas estructurales, como la laboral, la impositiva y la previsional, para bajar los costos de las empresas y esto podrían contribuir a que bajen los precios sin necesidad de devaluar. Tocar el valor de la divisa, que consiste en devaluar el peso, sería la solución más fácil sin reformar nada. Así, volverá la inflación.
El mayor riesgo es que estas especulaciones impacten sobre los precios, porque algunas empresas quieran cubrirse. Hasta ahora se espera un leve crecimiento de los índices por el impacto de las subas de algunos rubros de servicios y de combustibles, pero no se han verificado, hasta ahora, movimientos extraños porque, además, el mercado no está para asumir nuevos aumentos.