Recuperar la confianza: el "meollo del asunto" que intenta resolver Caputo
Con medidas como la eliminación temporal de retenciones a los granos y señales de política económica, la administración de Javier Milei intenta recomponer la confianza de inversores y ciudadanos en un contexto de estancamiento económico y alta volatilidad cambiaria.
El panorama económico argentino previo a las elecciones de medio término se presenta complejo, marcado por la tensión en el mercado cambiario y la necesidad de reforzar la confianza del sector privado y los inversores. Tras la venta de 678 millones de dólares por parte del Banco Central el viernes pasado, la atención se centra en cómo evolucionará la dinámica de la oferta y la demanda de divisas.
Nadín Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, en diálogo con el programa "A pesar de las llamas" por Radio Post enfatizó que "hoy es clave la confianza. Hoy es clave la comunicación por parte del gobierno", y recordó que, más allá de los fundamentos económicos, "las señales que el gobierno dé son muy importantes para frenar la expectativa negativa que haya".
Una de las medidas recientes fue la eliminación de retenciones para todos los granos hasta el 31 de octubre. Argañaraz explicó que la iniciativa busca "acercar dólares que haya y los stocks que no están liquidados para que se liquiden durante este mes aprovechando ese gran diferencial que es del orden del 30%". Según el especialista, la decisión podría generar "una liquidación importante de dólares y, con eso, el gobierno busca generar oferta de divisas".
Sobre la dinámica del mercado cambiario, el experto señaló que "si hay una demanda de dólares superior a la oferta, como en cualquier otro bien, eso genera una suba de precios. El precio al que está el dólar con la demanda y la oferta que hay es un precio que para muchos es bajo, por ende, demandan dólares y de esa manera el dólar llegó al techo de la banda, más o menos a 1.475 pesos, y por eso la autoridad monetaria tuvo que empezar a vender".
Argañaraz también advirtió sobre los riesgos financieros vinculados a la deuda: "Si el Banco Central pierde reservas, quienes tienen bonos empiezan a tener una percepción de riesgo mayor de que Argentina pueda no llegar a cumplirles con los vencimientos. Cuando venden los bonos, cae su precio y automáticamente sube el riesgo país", que actualmente se ubica alrededor de 1.400-1.500 puntos.
El especialista remarcó que esta situación es consecuencia de una combinación de factores: "Es una mezcla de cuestiones. Estamos en una elección de medio término, el gobierno viene perdiendo batallas en el Congreso, y también hay decisiones económicas que impactan". En ese sentido, aclaró que el acuerdo con el Fondo Monetario limita la compra de dólares por parte del Banco Central y que, si bien hubo flexibilización en las metas de reservas, la percepción de riesgo persiste.
El impacto en el bolsillo de los ciudadanos es otra preocupación central. Argañaraz señaló que, pese a la baja en la inflación, "el salario promedio formal de un empleado privado está estancado desde noviembre del año pasado. Por más que la inflación baje, la plata rinde menos porque han cambiado los precios relativos de los servicios públicos, que se han vuelto más caros, como luz, gas y transporte". Esto genera que muchas familias tengan un poder adquisitivo "7% menor respecto a fines de 2023", incluso en un contexto de inflación controlada.
El especialista subrayó que la oferta de dólares generada por la eliminación de retenciones es una medida temporal: "El punto sigue siendo qué viene después del 26 de octubre. Todo indica que habrá que hacer algún ajuste consistente con el resto, ya sea correr la banda o liberar el dólar".
Finalmente, Argañaraz insistió en la necesidad de consenso político: "Es vital que empiece a haber un diálogo para avanzar en todos los frentes, tanto en el Congreso como en la cuestión económica. No podemos seguir con posturas opuestas; hay que encontrar un diálogo que genere confianza".
En síntesis, el Gobierno de Javier Milei enfrenta el desafío de equilibrar la estabilidad cambiaria, la confianza del mercado y el poder adquisitivo de los ciudadanos, mientras la economía se mantiene estancada y los meses previos a las elecciones generan un contexto de alta incertidumbre.