Crisis del agua en Chile: cualquier similitud con Mendoza no es coincidencia

En el vecino país se vive una de las crisis hídricas más importantes de su historia. El uso y la propiedad del agua se discute en la nueva constitución y se analizó una posible forma de resolverlo. Las cifras y las soluciones que se asemejan a la situación de Mendoza.

Dentro de los puntos más importantes que tiene la nueva Constitución de Chile, la cual se encuentra el proceso de redacción y que será sometida a votación en la última parte de este año, es el tema del agua, la propiedad y su uso. Esto, en medio de una de las sequías más importantes que ha vivido el vecino país. En la búsqueda de soluciones y el análisis de la situación, hay números y situaciones que acercan mucho la situación trasandina a la realidad mendocina, con una provincia con crisis hídrica que se extiende y se agudiza.

En medio de la discusión a nivel local sobre la ampliación de la matriz productiva una de las banderas para negarse al desarrollo de la minería en Mendoza va de la mano del supuesto cuidado del agua. En Chile, un país minero y uno de los más importantes del mundo en esa industria, sorprende cómo esa actividad no "mueve la aguja" en el consumo total.

En un estudio de la Fundación Chile publicado en los últimos días, se confirma que -tal como ocurre en Mendoza- es la agricultura la que más agua consume en un porcentaje altísimo. Los especialistas, tal como ocurre a nivel local, analizan que si se mejora la eficiencia de ese sector productivo podrían resolverse parte de los problemas hídricos del vecino país.

Los números indican que en Chile la agricultura consume un 88% del total disponible de agua superficial. La sigue el uso para potabilidad y saneamiento con un 6,3.%. Muchos más lejos viene el sector minero con un 3,8%.

En lo que se refiere al uso del agua para producción y lo que vuelve como ingreso al vecino país, la minería usando sólo el 3,8% del agua superficial, es responsable del ingreso de más de US$30.000 millones por año a las arcas fiscales trasandinas.

En lo que se refiere al total de agua, sumando aguas lluvias, el 59% lo consume el sector forestal, el 37% es agrícola, el 2% para agua potable y saneamiento y la minería alcanza el 1,3%.

Si se compara con los números de Mendoza, la situación es bastante similar, ya que por ley en la provincia la industria sólo puede usar el 1%. Además, mientras en Chile el agua superficial la consume en un 88% la agricultura, en Mendoza el 89% del total del recurso es usado por ese mismos sector productivo.

Según indicó a LUN Guillermo Donoso, profesor del Departamento de Economía Agraria y del Centro de Derecho y Gestión del Agua de la Universidad Católica de Chile, la gran deuda en el uso el recurso hídrico está en la agricultura, la cual tiene una eficiencia promedio del 58%, aunque mejora al 80% en cuencas como Atacama o Copiapó (zonas mineras).

En Mendoza, la eficiencia ronda el 50% en el sector agrícola, por la falta de tecnificación en el sistema de riego y de obras para transportar el recurso. A eso se suma un porcentaje similar de agua potable que se pierde por la falta de inversión en la empresa de saneamiento.

Soluciones

En Chile están buscando soluciones a los problemas hídricos y, entre otras cosas, no se descarta desalinizar agua de mar en algunas zonas del vecino país. Sin embargo, para Claudia Galleguillos Canales, líder de estrategias hídricas de la Fundación Chile (que hizo el estudio), la solución más rápida y viable es mejorar la eficiencia en el sector agrícola.

"El sector agrícola es por lejos el que más consume, no sólo agua superficial, sino también subterránea. Si alcanzara un 75% de eficiencia en su uso se resolvería el tema del agua potable en Chile", indicó a Lun.com.

En Mendoza, por ejemplo, con un trabajo similar podría mejorarse la cantidad de recurso disponible e incluso se podría permitir que haya más agua para otros sectores productivos en tiempos en que el Estado provincial necesita mejorar el ingreso de recursos a las arcas fiscales.



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