Valle de Medrano: cómo siete pymes se unen para llevar vino y aceite al mundo
En el corazón del Este mendocino, productores, bodegas y prestadores turísticos del Valle de Medrano se unieron con el acompañamiento de la Universidad Nacional de Cuyo para crear una asociación civil y un grupo exportador que ya comienza a llevar vinos y aceites locales al mundo. Una historia de trabajo colaborativo, identidad territorial y visión compartida que demuestra cómo la unión y el conocimiento pueden transformar una región. Lo cuenta aquí Anabel Angileri.
A veces las grandes transformaciones comienzan de manera simple: un grupo de vecinos, emprendedores y prestadores turísticos que deciden reunirse, hablar y pedir ayuda.
Así nació hace tres años el proyecto del Valle de Medrano, en el corazón del Este mendocino, un territorio que combina historia, vino, aceite de oliva y hospitalidad.
El impulso inicial llegó de los propios prestadores turísticos autoconvocados que, conscientes del potencial de su tierra, se acercaron a la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) para pedir asistencia técnica.Esa decisión marcó el inicio de un proceso de crecimiento que hoy se consolida en una asociación civil y en un grupo exportador que ya comienza a llevar productos mendocinos al mundo.
En diálogo con EntornoPyme (Radio Post, sábados de 10 a 12), Alejandra Jorge, gestora de territorio de la UNCUYO en la zona Este y una de las referentes del proyecto, relató cómo una inquietud local se convirtió en un ejemplo de cooperación público-privada.
"La idea surgió de ellos. Los prestadores se organizaron y pidieron apoyo a la universidad. Como yo vivo en Medrano y trabajo en la UNCUYO, me asignaron la tarea. Así empezamos, reuniéndonos, capacitándonos y hoy ya somos una asociación civil", contó Alejandra durante la entrevista.
Un territorio con encanto y potencial
Medrano está ubicado entre los departamentos de Rivadavia y Junín, separados por una calle principal que se ha convertido en un símbolo de integración. De un lado y del otro, bodegas, olivares, hospedajes rurales y casonas antiguas dan vida a un entorno que enamora.
Alejandra Jorge.
Los prestadores locales participan en ferias, eventos culturales y actividades enoturísticas con el acompañamiento de las áreas de turismo municipales. El proyecto apunta a construir un circuito turístico sustentable que conecte experiencias, productos y paisajes.
"Tenemos bodegas, vinos, aceite de oliva, gastronomía, casonas como Los Franciscos y La Casita del Bosque, cerca del Carrizal. Es un lugar precioso que queremos que la gente conozca", explicó Alejandra.
La universidad como puente entre saberes y territorio
Desde el comienzo, la UNCUYO, a través de su Área de Vinculación, asumió un papel clave: brindar herramientas técnicas, metodológicas y de gestión para profesionalizar a los emprendedores.
El equipo -integrado también por Jerónimo Pirán y Franco Bianco, director de la carrera de Turismo- acompañó el proceso de planificación, identidad de marca y desarrollo turístico. Se dictaron capacitaciones en costos, finanzas personales, habilitaciones, y en la definición del perfil de visitante y oferta del destino.
"Nos ayudaron a organizarnos, a definir qué tipo de turismo queremos ofrecer y qué turistas queremos atraer. También a ordenar nuestros costos y documentación", comentó Jorge.
Esta articulación entre academia y territorio muestra cómo la universidad pública puede convertirse en un motor de transformación local, aportando conocimiento, gestión y redes de vinculación.
De Medrano al mundo: la unión hace la fuerza
El paso más ambicioso del grupo llegó en 2024, cuando siete pymes del Valle conformaron un grupo asociativo exportador con acompañamiento de ProMendoza, la Fundación ICBC y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI).
Seleccionado entre más de 100 proyectos a nivel nacional, el Grupo Exportador Valle de Medrano busca llevar los vinos y aceites mendocinos a mercados internacionales bajo una estrategia colectiva, compartiendo conocimientos, costos y visión.
"Fue una gran noticia. Nos postulamos y salimos seleccionados. Son siete pymes gerenciadas por Fabiana Nolli, que tiene experiencia en mercados internacionales. Ya llevan tres meses trabajando con la Fundación ICBC y ProMendoza", detalló Alejandra en la nota radial.
En la publicación institucional de la UNCUYO se explica que el grupo apunta a integrar producción, identidad territorial y sostenibilidad, consolidando una red de empresas familiares con mirada global.
Entre sus integrantes hay bodegas, productores de aceite de oliva, espumantes y salones de eventos. Todos comparten una visión: generar desarrollo local con una marca común, "Valle de Medrano", que identifique el origen y la calidad de sus productos.
El valor de la unión y la confianza
Uno de los aspectos más destacados del proceso es el capital humano.Alejandra enfatiza que la fortaleza del grupo radica en la solidaridad entre sus miembros:
"Somos un grupo muy unido. Si uno recibe turistas, recomienda al otro. Nos apoyamos mutuamente y eso ha sido clave para crecer."
Esa colaboración constante, sumada al acompañamiento de la universidad y los municipios, permitió construir una red sólida basada en confianza, identidad y visión compartida.
Apoyo institucional y territorial
El proyecto cuenta también con el respaldo del Ente Mendoza Turismo (Emetur), cuyo titular Marcelo Reynoso visitó el Valle y propuso su inclusión en programas de incubación y promoción turística provincial.
El grupo ha participado en eventos como la muestra de productores en las terrazas de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, representando a Junín y a todo el territorio del Este.Cada acción de visibilización contribuye a posicionar al Valle de Medrano dentro del mapa turístico y productivo mendocino.
Resultados concretos y aprendizajes
Entre los resultados más visibles se destacan:
- La constitución formal como asociación civil, luego de tres años de trabajo.
- La selección nacional como grupo exportador con apoyo institucional.
- El inicio de capacitaciones permanentes y asesorías técnicas especializadas.
- La creación de una marca territorial compartida: Valle de Medrano.
- El avance hacia la Indicación Geográfica (IG) para los productos locales.
- La generación de una red de cooperación entre 12 pymes, que pronto sumará más integrantes.
Pero más allá de los logros institucionales, el verdadero impacto se percibe en la comunidad: nuevos empleos, orgullo local, vínculos más fuertes entre productores y un sentido de pertenencia renovado.
Hacia una identidad de marca regional
El próximo paso del proyecto será fortalecer la identidad del Valle de Medrano como una marca de calidad asociada a su territorio.La meta es que los consumidores nacionales e internacionales reconozcan en sus vinos y aceites algo más que un producto: una historia, una tradición y una forma de vida.
"Queremos posicionar a Medrano como un destino turístico con identidad propia, donde se conjuguen el paisaje, la cultura, el vino y la hospitalidad de su gente", afirmó Jorge.
El desafío ahora es sostener ese crecimiento con planificación, diversificación y alianzas estratégicas.
La historia del Valle de Medrano demuestra que la unión y la gestión compartida pueden transformar el destino de un territorio.
El trabajo conjunto entre pymes, municipios, la universidad y organismos de promoción abre camino a una nueva forma de desarrollo local: colaborativo, inclusivo y con proyección global.