Veamos también el vaso medio lleno
Domingo Godoy analiza aquí la situación y evolucion de las cooperativas vitivinícolas.
- La motivación
Lamentando la actitud de no pocos medios -cuando insisten que la mala noticia es noticia y la buena, no- nos vemos impulsados a expresar que esa peligrosa propagación de medias verdades, referida a la economía social -y a sus protagonistas- perjudica a los actores y lesiona la actividad productiva que estuvieran desarrollando: en este caso, vitivinícola. La mala administración lesiona a cualquier empresa; pero los infundios o generaciones de sospechas le hacen peor, sobre todo, a las entidades de personas. A esto se agregan los "vientos desreguladores", que suman oportunistas de poca profundidad conceptual.
Lo decimos, porque pocos conocen la diferencia entre sociedades de personas y de capital. Así, debemos recordar que la gestación de casi la totalidad de las cooperativas vitivinícolas que existen en la actualidad, que sobrepasan 25 - responsables de 25.000 has. de vid que es casi el 18% de la superficie cultivada mendocina- se iniciaron cuando habían riesgosas condiciones para que se produjera un monopolio u oligopolio de esa actividad. Prudentes maniobras bien aplicadas -sustentadas en la solidaridad y subsidiaridad- lo impidió y multiplicó la cantidad de pequeños propietarios asociados, para defender sus bienes.
- Haciendo memoria de la estrategia
El proceso de reestructuración de Giol EEIC, como empresa del Estado provincial, culminó exitosamente con el traspaso y pago de la empresa, por parte de más de 5000 productores -que hoy 2025- se mantienen integrados. En casi medio siglo, se han fortalecido como personas, como familias, esos integrantes de la Cooperativa Fecovita.
Se han capitalizado, desarrollado tecnológicamente; ampliando la capacidad productiva; incorporando nuevos productos y abriendo mercados en el exterior. Esto la ha llevado a ser una de las industrias alimentarias más importantes del país.
Varios de los hoy -injustamente cuestionados dirigentes a nuestra manera de ver- fueron los gestores de un procedimiento que involucró o rescató un procedimiento estructural de aquella débil viticultura y de erradas soluciones estatizantes o duramente privatizantes. Esa respuesta oportuna, fue pionera, paradójicamente, de lo que hoy se lo podría ver como novedoso.
- Consecuencias hoy no muy reconocidas
El accionar asociativo, iniciado en los `90 del siglo XX, ha tenido el resultado lógico que pregonamos como logro de la solidaridad en acción. Uno de ellos es la eliminación de burocracia -sin sentido en una actividad como la vitivinícola- y la generación de funciones estratégicas, así como el aggiornamento en general. Hoy el trabajo personal es el 26,7% del empleo agrícola y cerca del 25% del empleo industrial vitivinícola; representando casi $72.000 millones en sueldos. Genera esta asociatividad, más de 10.000 puestos de trabajo directos; 6.575 en producción primaria y 3.650 en elaboración y fraccionamiento.
Rescatamos -del informe de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas sobre el Impacto Económico del Sistema Cooperativo Vitivinícola en la Economía de Mendoza- datos contundentes. Este estudio, elaborado por ACOVI -que concentra el 30% de la actividad vitivinícola- fue presentado ante representativas entidades del tercer sector económico, como la Asociación de Viñateros; Unión Comercial e Industrial; Federación Económica; Unión industrial; Asociación de ejecutivos; Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas; Unión vitivinicola Argentina; Asociación de Viñateros y Cámara Argentina de Graneles.
Como pyme, las cooperativas vitivinícolas -lamentablemente no reconocidas, pero que funcionan como tales- aportan 200.000 millones de VA que equivale al 3,4% del PBG de Mendoza. Dice ese informe, que la cadena vitivinícola completa, explica el 12,4% del VA provincial. La demanda de insumos y tecnología blanda asciende a $180.000 millones invertidos en consumos intermedios (agroquímicos, envases, logística, energía y servicios) y contribuyen a los niveles estatales, con más de $15.800 millones.
- Entonces...
Antes esta información, menospreciar al sector; hablar con ligereza de las circunstancias que accidentalmente lo acompañan; es una superficialidad. Advertimos que la difusión de mala imagen de los "integrados" beneficia al individualismo de otros.
Creemos que la Economía Social es significativa con su presencia de peso; que es la forma de crecimiento armónico; que generara de cadenas de valor; que fomenta el arraigo, demostrándolo con su presencia activa.
El cooperativismo en particular y la asociatividad en general, merecen que los poderes públicos y privados les presten atención como gestores de desarrollo.