IA: ¿Qué pasa con nuestras capacidades cognitivas?
El Prof. José Jorge Chade se enfoca en una mirada crítica en torno a la promoción de las inteligencias artificiales.
Leyendo el artículo de Memo del 24 de febrero de Guillermo Caggiati y el título que nos invita a pensar y también a discernir la diferencia entre la IA y los inteligentes artificiales, escribo este artículo como profesional de la rehabilitación neurológica y psicofísica, y siguiendo los lineamientos de Alain Goudey, que es uno de los mayores especialistas franceses en marketing sensorial, innovación disruptiva en la gestión y usos de la IA.
Es director general Adjunto responsable de digital y profesor de HDR en la Escuela de Negocios NEOMA de Francia. También es emprendedor en serie como socio fundador de AtooMedia, una agencia de comunicación sonora y diseño musical, y su filial Mediavea, una empresa de marketing en tienda, así como Sociacom, una consultoría digital, y Compote de Prod, una empresa de producción de espectáculos en directo.
Puedo decir que la inteligencia artificial está transformando la educación y las capacidades humanas, permitiendo un aprendizaje personalizado y continuo. Sin embargo, están surgiendo preocupaciones sobre la dependencia de la IA y la posible atrofia de las capacidades cognitivas. Es crucial equilibrar el uso de la IA con la interacción humana para maximizar los beneficios educativos y cognitivos. Veamos entonces:
¿La inteligencia artificial nos hace menos hábiles o mejora nuestras competencias? ¿Está también preparando mejor a los estudiantes para una mano de obra digital y en evolución?
La influencia de la IA en los métodos de enseñanza, aprendizaje y pensamiento
La incorporación de la IA, incluida la IA generativa, está transformando nuestros métodos de enseñanza, aprendizaje y pensamiento.
Permite a los educadores personalizar la instrucción, enriquecer las estrategias de enseñanza y ampliar la gama de capacidades humanas.
Además, la influencia de la IA se extiende más allá de las aulas tradicionales, mejorando potencialmente las experiencias de aprendizaje fuera de los entornos educativos formales. Las herramientas basadas en la IA pueden facilitar el aprendizaje continuo proporcionando contenidos personalizados adaptados al crecimiento profesional y personal. Las plataformas de aprendizaje adaptativo, por ejemplo, pueden adaptarse al progreso y los intereses del alumno, garantizando que la educación siga siendo una experiencia continua y atractiva.
Este artículo explora los complejos efectos de la IA generativa en los procesos cognitivos y el pensamiento humano, destacando sus posibles beneficios y retos.
La IA, el gran desafío de la década para la educación
A medida que la IA transforma diversas industrias, los sistemas educativos deben preparar a los estudiantes para una mano de obra impulsada por la IA. Esto incluye no solo enseñar habilidades técnicas relacionadas con la IA y la ciencia de datos, sino también promover habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional y el uso efectivo (pero no destructor del cerebro) de la IA. El desarrollo curricular debe hacer hincapié en los enfoques interdisciplinarios, integrando la alfabetización en IA en todas las asignaturas para preparar a los estudiantes para diferentes trayectorias profesionales.
El papel de los educadores
Los educadores tendrán que adaptarse a nuevas funciones como facilitadores y mentores en un panorama educativo. Esto requiere el desarrollo de nuevas habilidades para incorporar eficazmente las herramientas de IA a las estrategias de enseñanza, manteniendo un equilibrio entre el uso de la tecnología y la interacción humana. En pocas palabras, la formación docente particularizada es esencial.
Los programas de desarrollo profesional centrados en la alfabetización en IA y la innovación pedagógica serán absolutamente necesarios. También es crucial educar a los usuarios sobre los riesgos y beneficios potenciales de las herramientas de IA generativa y promover un uso responsable. Para maximizar el impacto positivo de estas tecnologías y minimizar los posibles inconvenientes, debe alcanzarse un equilibrio entre los contenidos generados por IA y la interacción humana. Esto garantizará que estudiantes y profesionales desarrollen sólidas capacidades de resolución de problemas sin depender excesivamente de los sistemas de IA. Lograr este equilibrio a nivel global es una tarea compleja que requiere una formación específica para cada educador.
Qué equilibrio tiene que haber entre los puntos fuertes de la cognición humana y las capacidades de la IA
A medida que la sociedad integra la IA generativa en diversos ámbitos del aprendizaje, el trabajo y la creatividad, es crucial aplicarla de forma meditada y estratégica. Promoviendo un enfoque equilibrado que combine los puntos fuertes de la cognición humana con las capacidades de la IA, podemos aspirar a un futuro en el que la IA generativa mejore y aumente los procesos cognitivos humanos en lugar de sustituirlos.
El éxito de la integración de la IA generativa en el pensamiento humano y la resolución de problemas dependerá de nuestra capacidad para aprovechar su potencial, preservando y alimentando al mismo tiempo los aspectos exclusivamente humanos de la cognición que impulsan la innovación, la creatividad y el pensamiento crítico.
Herramientas de IA que nos permiten superar nuestras limitaciones
La IA también tiene la capacidad de potenciar la inteligencia creativa, estimulando el pensamiento innovador, la resolución de problemas originales y la generación de nuevas ideas.
Herramientas como los generadores de texto (por ejemplo, ChatGPT, Google Gemini, Claude 3, Mistral Large), los editores de fotos (por ejemplo, Midjourney, Stable Diffusion) y los programas de composición musical (por ejemplo, Suno, Udio) son recursos valiosos. En lugar de ser una amenaza, pueden ayudar a superar el bloqueo del escritor y enriquecer la prosa con sugerencias léxicas y estilísticas.
Los riesgos de una dependencia excesiva de la IA
Es crucial evitar una dependencia excesiva de la IA. Cada vez preocupa más la posibilidad de que se cree una adicción a los contenidos generados por IA, lo que podría reducir las capacidades cognitivas humanas, sobre todo en lo que respecta a la escritura y la resolución de problemas. A medida que la gente se acostumbra a la ayuda de la IA, existe el riesgo de que algunas habilidades cognitivas, tradicionalmente perfeccionadas a través de la práctica y la experiencia, se atrofien.
La reducción del pensamiento divergente en tareas de ideación visual
Las investigaciones indican que la exposición a imágenes generadas por IA puede llevar a la fijación en el diseño, reduciendo potencialmente el pensamiento divergente en tareas de ideación visual. Esto se observó especialmente en el área de la ideación visual, donde los individuos expuestos a imágenes generadas por IA mostraron una menor capacidad para aportar ideas originales y variadas, explica Goudey.
Esto sugiere que, aunque la IA puede ayudar a generar conceptos iniciales, puede limitar inadvertidamente el proceso creativo al promover un cierto tipo de pensamiento que se alinea estrechamente con los patrones reconocidos y replicados por los algoritmos de IA. Esto subraya la necesidad de equilibrar los contenidos generados por la IA con la creatividad humana para evitar ahogar el pensamiento original.
El declive de las habilidades interpersonales
En la educación, una dependencia excesiva de la IA también podría provocar un declive de las habilidades interpersonales, como la comunicación y la cooperación, que son esenciales en el mundo profesional. En casos extremos, esto podría conducir a una dependencia emocional de las entidades virtuales, un fenómeno ya observado en China, donde millones de usuarios buscan asistentes de IA para obtener consuelo, consejo y apoyo emocional disponible las veinticuatro horas del día. La integración de la IA en la educación también plantea otras preocupaciones.
La importancia de una perspectiva crítica de la tecnología
Es esencial que los seres humanos desarrollen una nueva forma de inteligencia para comprender cómo funciona la IA y mantener una perspectiva crítica sobre esta tecnología. No debemos dar por sentadas las respuestas medias de la IA, sino que debemos perfeccionarlas y mejorarlas. Los estudios demuestran sistemáticamente que la colaboración entre los humanos y la IA es el enfoque más eficaz.
Los riesgos de la desigualdad
Según Goudey, además, existe el riesgo de desigualdad en el acceso a la educación mejorada por la IA. Las tecnologías avanzadas no deben ser exclusivas de las instituciones con amplios recursos, ya que esto exacerbaría las desigualdades sociales existentes. Garantizar un acceso equitativo a estas tecnologías es crucial para evitar que aumente la brecha entre los distintos segmentos de la sociedad.
Dudas sobre el impacto real y profundo de la IA en el cerebro humano
La integración de la IA en la vida cotidiana y los entornos profesionales plantea importantes interrogantes sobre sus efectos a largo plazo en las capacidades cognitivas humanas. Una preocupación importante es la posible disminución de la capacidad cerebral y la atrofia de capacidades cognitivas específicas, en particular las relacionadas con la escritura y la resolución de problemas.
Los riesgos de reducir el ejercicio de la escritura crítica
Ya hemos hablado de la fijación en el diseño, pero con la creciente prevalencia de la IA existe el riesgo de que los individuos se vuelvan excesivamente dependientes de estas tecnologías para tareas que tradicionalmente requerían un compromiso mental activo. Por ejemplo, herramientas de IA como los generadores de texto (ChatGPT, Google Gemini, etc.) pueden producir contenidos escritos coherentes y contextualmente relevantes con una mínima intervención humana. Aunque esto puede ser muy eficaz, podría reducir el ejercicio de las habilidades críticas de escritura. Sin la necesidad de participar plenamente en el proceso de escritura, la capacidad de construir argumentos bien pensados, estructurar ideas complejas y utilizar un lenguaje matizado puede deteriorarse con el tiempo.
El declive de la capacidad para resolver problemas
La capacidad de resolver problemas, que se perfecciona mediante la práctica continua y el pensamiento crítico, también puede verse afectada. Los sistemas de inteligencia artificial pueden generar rápidamente soluciones a problemas complejos, ofreciendo comodidad pero reduciendo potencialmente las oportunidades de que los individuos desarrollen sus habilidades para resolver problemas, continúa diciendo el especialista en innovación. La facilidad para obtener soluciones prefabricadas podría desalentar el tipo de pensamiento profundo y analítico necesario para abordar problemas complejos de forma independiente.
Este fenómeno puede compararse con los efectos observados en otros ámbitos en los que la tecnología ha suplantado las habilidades tradicionales, como el declive de las habilidades de navegación debido al uso del GPS. Debido al uso masivo de lo digital, a la gente no le gusta la frustración de esperar demasiado. La IA agravará este fenómeno con otro profundo impacto en la percepción del tiempo, aumentando la percepción de la velocidad de espera.
Los desafíos de la sobrecarga cognitiva y la sobreestimulación
Otra preocupación relacionada con la difusión de la IA es el aumento de la carga cognitiva debido a la gran cantidad de información que puede procesar y presentar a los usuarios
El cerebro humano tiene una capacidad limitada para procesar información en un momento dado. Cuando las herramientas de IA proporcionan constantemente nuevos datos, los usuarios pueden tener dificultades para gestionar y priorizar esta afluencia. Esto puede conducir a la fatiga cognitiva, en la que el esfuerzo mental necesario para filtrar, interpretar y responder a la información resulta excesivo. Esta sobreestimulación puede tener un impacto negativo en la atención, la memoria y las funciones cognitivas en general, ya que el cerebro se ve obligado a cambiar frecuentemente de tarea y a manejar más información de la que puede procesar cómodamente.
Los efectos de una atención excesiva a los detalles
Además, la información detallada y matizada que proporcionan los sistemas puede crear una presión para centrarse constantemente en las minucias. Esta atención constante al detalle, aunque beneficiosa para las tareas de precisión, puede ser mentalmente agotadora y distraer de la capacidad de ver el panorama general. También puede reducir el tiempo y la energía mental disponibles para el pensamiento reflexivo, la planificación estratégica y otros procesos cognitivos de orden superior que son cruciales para la toma de decisiones a largo plazo y la innovación.
Cómo mitigar los efectos negativos de la IA
La formación de los docentes y de todas aquellas personas que en su ámbito trabajen con la IA deben tener siempre en cuenta según este autor que para mitigar los efectos detallados precedentemente, es esencial desarrollar estrategias para gestionar la carga de información. Esto podría incluir establecer límites para el uso de la IA, priorizar las tareas y garantizar pausas regulares para permitir que el cerebro descanse y se recupere. Además, promover la alfabetización digital y las habilidades de pensamiento crítico puede ayudar a las personas a navegar por la complejidad de la información generada por la IA, permitiéndoles utilizar estas herramientas de manera eficaz sin sentirse abrumados. Por eso es necesaria una amplia formación en el uso de la tecnología de IA y Gen AI.