La nueva ley no alcanza: 4 errores que no hay que cometer (ni repetir)
Una legislación favorable no alcanza para impulsar el desarrollo de la industria minera. El antecedente de Vale.
Este viernes, por amplia mayoría, diputados y senadores modificaron las condiciones para desarrollar minería metalífera en Mendoza, reformando la Ley 7722 que se sancionó en 2007; desde entonces, apenas un proyecto superó el filtro de esa legislación en su etapa exploratoria (Hierro Indio) y se supone que a partir de ahora, distinto será el panorama.
Sin embargo, una normativa más favorable a la llegada de inversiones mineras no se traduce automáticamente en un plus para la actividad en Mendoza; ya se vio que VALE, empresa a cargo de un emprendimiento de potasio que al no ser metalífero no tuvo que someterse a la 7722, comenzó a rendir frutos pero en apenas un par de años salió espantada de la provincia y el país.
Sobre la empresa brasileña, más allá de las condiciones macroeconómicas y medidas que tomó el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hubo factores locales que terminaron de darle el empujón final; básicamente, consideraron que algunas empresas de servicio elevaron sus precios y hacían inviable el desarrollo del proyecto, entre otros puntos.
En este marco, para que haya minería en Mendoza, no alcanza la ley: es necesario no cometer ni repetir errores del pasado:
1- Que las empresas de servicio de Mendoza no hagan inviables los proyectos con precios caros, ni que las cámaras del sector "tomen" todos los contratos de las pocas inversiones que haya al comienzo. Es necesario que la "torta" se reparta de manera equitativa y sin valores abusivos, sobre todo en una provincia que será nueva en la actividad.
2- Que el personal que trabaje en los proyectos mineros sea el mejor. En otras palabras, que no se obligue a ninguna empresa a tomar gente sin experiencia por encima de gente idónea. Que no haya municipios ni sindicatos con listas de personas a contratar por las mineras, como ha ocurrido en diversos emprendimientos de Mendoza que exceden a la minería.
3- Evitar los negocios inmobiliarios que tanto daño hicieron en el sector petrolero. Controlar a aquellos que "pisan" las propiedades a la espera que una minera se las alquile. A diferencia del petróleo, en minería no hay tiempos para invertir, entonces una persona registra una propiedad con potencial minero y puede conservarla el tiempo que quiera sin que se desarrolle.
4- Es necesario que se informe a la sociedad civil de los avances de los proyectos en sus distintas etapas. Esto está previsto en la nueva legislación y deberá cumplirse al pie de la letra para garantizar procesos transparentes.
