Los modelos económicos del vecindario en modo populista
Chile y Perú están enfrentando procesos complejos en materia social y político, en lo económico siguen más o menos encaminados, pero se están enfrentando a fenómenos propios de otros países de la región.
Para nadie es nuevo que Chile y Perú son destacados permanentemente como modelos económicos de la región, los números de las últimas décadas los respaldan y muestran que hicieron bastantes cosas bien. Sin embargo, en lo que parece perfecto siempre puede faltar algo.
Chile se enteró que no todo era perfecto a través del estallido social que terminó en un plebiscito que determinó que hay que hacer una nueva constitución y Perú lo hizo echando presidentes.
Pero algo que llamativamente se dio en un mismo momentos en ambos países fue la aparición de señales de populismo en sus congresos.
Los analistas de JP Morgan, después de la destitución de Martín Vizcarra, plantearon que "los incentivos políticos parecen alineados para que el nuevo gabinete se doblegue al sabor populista del Congreso".
Paralelamente, en Valparaíso, la Cámara de Diputados de Chile le dio media sanción al proyecto para un segundo retiro de dinero de los fondos de pensiones para que los chilenos enfrenten la crisis económica en medio de la pandemia. Después del apoyo que tuvo el primer retiro partido de oposición avanzaron con la idea de una repetición del proceso, lo que en principio no tuvo respaldo pero que fue sumando adhesiones (incluso del oficialismo), especialmente después del resultado del plebiscito.
Las medidas son resistidas porque consideran un fuerte impacto al sistema de pensiones, pero son populares entre los chilenos que vieron recursos frescos en medio de la crisis.
Más allá de las posiciones, en ambas situaciones se vio un nivel de populismo que parecía más propio de otros países y de los países modelos del vecindario, pero los congresos están mostrando un aire de populismo que de afianzarse puede afectar directamente el bienestar económico.
En el caso peruano estiman que ahora se pueden llevar adelante todos los proyectos económicos que fueron aprobados y que tuvieron resistencia en el Ejecutivo de Vizcarra ahora podrían ser aprobadas. En Chile, en tanto, consideran que este tipo de medidas pueden comenzar a multiplicarse en distintos proyectos y reformas considerando la presión que tienen los parlamentarios después del estallido social.
El populismo ve una pequeña puerta abierta y comienza a mostrar sus "beneficios" para captar a una población habida de soluciones que parecen mágicas con medidas de esa índole. El problema es que el populismo termina siendo una piedra en el zapato que gasta lo que no tiene y no genera oportunidades, sino dependencia.
Cualquiera similitud con alguna realidad cercana es pura coincidencia.