Mientras se le escapa la inflación, Massa hace malabares con los dólares

El ministro trata de frenar artificialmente los precios y no consigue divisas suficientes para cumplir sus compromisos. El análisis político y económico de los domingos de Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

La difusión del índice de precios de diciembre, y algunos anticipos que le hicieron desde el Indec, le dieron la pauta a Sergio Massa que la curva que él soñaba descendente se había transformado en ascendente. Por esa razón comenzaron a trabajar en extender el programa Precios Justos a mayor cantidad de empresas y mayor cantidad de productos, sobre la base de aumentos mensuales del 3,2%.

Por supuesto, estos son manotazos, como mostrar cierta iniciativa mientras lo que se ve es la desorientación de los que buscan en un lugar equivocado. En principio, muchas empresas ya están pensando la forma de salir con sus productos del programa, aunque en realidad entraron medio obligados o presionados. La idea es que si entraban les daban dólares para las importaciones, pero tampoco el gobierno cumplió con esto, por lo cual muchos consideran que deben liberarse del cepo de precios.

Las ambiciones de Massa son muy grandes porque espera incluir a 400 empresas en el nuevo acuerdo incluyendo más de 49.000 productos y ahora lo hace muy apurado porque, en medio de estas negociaciones, apareció un nuevo dato: la suba de la carne. Una causa importante de que los índices hayan bajado a niveles del 5% fue que la carne prácticamente no subió desde julio pasado.

En este caso, la sequía jugó a favor del gobierno porque los productores no tenían alimento para dar a los animales y los sustitutos, como el pasto en fardos o el maíz estaban muy caros. Por esa razón, se estuvieron mandando muchos animales sin terminar al mercado y entre ellos muchas hembras, que podrían entrar en producción este año o el próximo. Así, la perspectiva del precio de la carne es de suba por un largo tiempo por escasez de oferta. Por ahora, la suba fue del 35% entre mediados de enero y algo de febrero.

Mientras tanto, el Gobierno viene acordando aumentos en distintos servicios regulados que van sumando presión, pero no alcanza a frenar todo, sobre todo porque entre los productos no regulados, están las frutas y verduras, que han tenido fuertes incrementos afectados por las inclemencias del tiempo. También se espera un nuevo aumento de los combustibles del 4% y resta un 3,6% para el mes de marzo, en la primera etapa del acuerdo.

Hasta el momento, las consultoras privadas calculan que el índice de enero estará cerca del 6% y que febrero y marzo plantean escenarios similares. La proyección para el año 2023 sigue siendo cercana al 100% y esto genera presión de expectativas. En la medida que se repitan índices altos, se va consolidando la expectativa de altos índices y esto comienza a complicar a los mercados financieros. Es que hay una relación entre inflación y dólares paralelos, pero también presiona sobre la tasa de interés.

Hay que reconocer que el Gobierno viene haciendo un ajuste en las erogaciones del sector público, que en enero alcanzaron al 26% respecto del mismo mes del año anterior, pero lo que no logra es evitar que se siga emitiendo dinero desde el Banco Central para solventar la fabulosa emisión de Leliq, que equivale hoy a 4 veces la base monetaria. También emiten para recomprar bonos del Tesoro que no se pueden renovar.

El mismo Tesoro ha venido emitiendo bonos y ahora los tiene que renovar, para lo cual sigue convalidando tasas superiores al 100% anual, lo que significa que duplica la deuda y están emitiendo para pagar los intereses. De esta manera la cantidad de pesos en circulación es inmensa y por eso se mantiene muy altas las tasas de interés, que a su vez compiten con altas tasas de inflación, para que los inversores no se vayan al dólar.

Los dólares son cada vez más escasos

La posición de tenencia de dólares del Banco Central es cada vez más compleja. A pesar de los operativos Soja 1 y 2 las reservas siguen cayendo. Desde el comienzo del año el BCRA ha perdido cerca de us$ 264 millones y no están ingresando dólares del campo, como estaba previsto. Por eso Massa imaginó el operativo de recomprar bonos en dólares usando reservas, pero tampoco le ha funcionado. Ha tenido pocas respuestas, mientras las reservas siguen cediendo.

Por otra parte, hay una posición poco clara de la autoridad monetaria que está interviniendo en el mercado paralelo de divisas para tratar que no suba el precio del blue. Realmente es un absurdo, porque mientras gasta divisas en esa intervención, no está cumpliendo con entregar dólares a los importadores y está paralizando cada vez más sectores de la economía. Muchos que entraron a Precios Justos lo hicieron con la promesa de recibir divisas para ingresar insumos importados para seguir fabricando y no están recibiendo y no pueden cumplir.

El precio del dólar está tironeado por la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. que decidió un nuevo aumento de tasas de 0,25% y promete otro para los próximos meses. Lo siguieron el Baco Central Europeo y el Banco de Inglaterra. Hace más de 20 años que las tasas no estaban a estos niveles y, lógicamente hace subir el precio del dólar en todo el mundo. Un caso típico es Brasil, donde el dólar subió y perforó el nivel de 5 reales.

Por esta razón no debería extrañar que haya presión a la suba en el valor del dólar libre y, de la misma forma, suele producirse una caída de los valores de las materias primas. En este caso, esto no se ha producido porque al subsistir el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, los mercados de granos y energía están alterados. No obstante, la Argentina ha venido importando gas a menores precios que en el invierno.

Hay que ver qué saca Massa de la galera, porque le quedan varios compromisos en dólares por delante y no le están entrando divisas en la forma que necesita. Hasta ahora, vienen resistiendo la decisión de liberar el mercado para que los exportadores e importadores se encuentren en un mercado libre y esto pueda dinamizar la economía, aunque al principio habrá un reacomodamiento de precios y un impacto en la inflación.

La escasez de dólares seguirá acompañando al Gobierno hasta el fin de su gestión porque, entre otras cosas, el mercado cree que debería devaluar o liberar el tipo de cambio. Por el momento, no piensa hacerlo aunque hay quienes ven una iniciativa para acelerar la devaluación diaria que se hace sobre el dólar oficial, como para acompañar la tas de inflación y que no se siga atrasando. Por ahora el dólar blue sigue elevado, a $ 379, aunque bajó 7 centavos en la semana, lleva acumulado 33 centavos desde comienzo de año. Por otra parte, el dólar Qatar alcanzó el valor de $390.

El panorama seguirá igual, aunque con tendencia a agravarse. El Gobierno necesita financiar su déficit, pero el mercado no quiere prestarle a largo plazo a un gobierno que termina, por eso las tasas deben ser cada vez más altas, mientras el dólar sigue muy atrasado y, en cualquier momento el mercado puede hacer la corrección, si no la hace ordenadamente el Gobierno.

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