Relojería política: una semana en la que nada debe salir mal

Esta semana el Senado tratará la aprobación de la declaración de impacto ambiental del proyecto San Jorge, dentro de la plena vigencia de la ley 7722. Pero diversas corrientes y por motivos distintos, pero concurrentes, están convocando a "impedirlo". Nadie debería exagerar su rol.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Esta semana que se inicia requerirá de todos los sentidos despiertos, de la aplicación más severa y puntual del profesionalismo adquirido y de paciencia ante las provocaciones.

La observación es equivalente tanto para los que se oponen al proyecto minero PSJ Cobre Mendocino, cuya autorización definitiva se abordará en el Senado de Mendoza el martes, como para quienes están a favor, ya que el antecedente de 2019 está latente peligrosamente y una chispa puede darle la razón a los que buscan que la violencia sea la consecuencia.

El "antiminerismo" no es un grupo homogéneo, ya que conviven en su motorización diversas corrientes. Pero tampoco es un bloque consolidado el gobierno y sus fuerzas de seguridad.

En el primero de los casos, puede decirse que conviven en la masa antiminera:

- Gente legítimamente convencida de que el proyecto no debe hacerse por temor a supuestas consecuencias.

- Activistas ecologistas nacionales e internacionales que estimulan la movilización local y que se mueven por el mundo en contra de determinadas empresas o acciones.

- Políticos que la gente no vota y quieren ganar protagonismo por otras vías, por fuera de las reglas del sistema democrático, que son las urnas y no "la calle", como les gusta argumentar.

- Dirigentes que no quieren a los que ganan las elecciones y se unen a cualquier cosa que organicen minorías en las que coinciden al menos en eso.

- Disconformes en general, que ven una ocasión de adquirir músculo y visibilizarse.

- Grupos incentivados por empresas que no podrán competir con el nivel de salarios de la industria minera y temen perder mano de obra.

Del lado de la política, nada es para siempre, como se vio en 2019, cuando la oposición hambreada de triunfos y harta de sus derrotas, se dio vuelta en el aire cuando vio gente en la calle y cambió sus principios por otros, ante la primera oferta: no les sirvió, ya que siguen perdiendo, pero ademas, se desconfiguraron como idea porque nadie sabe de qué están convencidos.

Alfredo Cornejo no es Rodolfo Suarez, se dice, y puede ser que a la frase que imperó en aquel gobierno, aquella del que "mejor no hagamos nada", se le sume una autoconfianza exagerada y se descontrole -como ya ha ocurrido- en el afán lineal de pedir "orden". Debe imperar, porque nada avala legalmente que un reclamo se haga por la vía violenta ni destructiva, pero ¿quién garantiza un correcto desempeño policial si hasta las imágenes de su pésima actuación en una marcha de octubre salieron a la luz desde las propias bodycam de uno de los que actuaron en la Legislatura?

Por eso, se requieren nervios de acero, de unos y de otros. ¿Se puede esperar de ambos sectores, con las diferencias internas de cada uno?, es la pregunta que se proyecta ante el inicio de una semana difícil y de diciembre, mes que los amantes del caos tienen como ícono para sus golpes más deseados.

No se trata solo de dos posiciones a observar, sino múltiples facetas.

No hay espacio para una chispa. 

Nadie puede frenar el desarrollo en función de intereses sectarios o malentendidos interesados, pero tampoco se les puede dar argumentos a los cultores del desorden; no debe haber errores al defender la continuidad del funcionamiento democrático de las instituciones (ya que nadie dio, en este 2025, de baja la ley 7722, como se argumentó en 2019) ni la política (incluyendo a la Justicia) debe hacerse la distraída ante la violación de las normas básicas, como ya sucediera.

¿Alguien se acuerda de que en una marcha hasta incendiaron la Legislatura y se dejó que los hechos siguieran su camino, cuando podrían haberlo aplacado y detenido a los responsables en solo una cuadra de la Peatonal bloqueada?

¿Alguien más recuerda que la Constitución marca que "el Pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes que son elegidos por su voto"? Los elegidos, además, ¿se deben dejar extorsionar alegando "miedo", como ya ha sucedido?

Por ello, el derecho a peticionar se debe garantizar en su totalidad. Pero también hay que mirar cómo actuarán los tres poderes del Estado en una situación que reconoce antecedentes de violación de los principios constitucionales, pero en la que los que debían defender la vigencia de la ley, con la falsa excusa de "no agitar más", "olvidaron" aplicar el peso completo de la normativa y nos invitaron a vivir paréntesis de anomia inaceptables.



Esta nota habla de: