Adelanto del libro "Anatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambios"

Marcela Ramos anticipo en Ciper Chile algunos fragmentos y su propio análisis del libro que pronto circulará, editado por el Fondo de Cultura Económica.

Ciper

Adelanto del libro "Anatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambios"

La derecha se estaba renovando cuando la sorprendió el 18/O, afirma el libro "Anatomía de la derecha chilena", del que CIPER ofrece un adelanto. El trabajo de 20 autores escanea al sector que hoy gobierna: qué partidos van más a misa, cuál tiene más gerentes y cuál más agricultores, quién los financia. La renovación se ejemplifica con Evópoli, pues apoya el matrimonio igualitario y habla de justicia social. Pero persiste en la derecha un núcleo conservador y cuadrado con los intereses empresariales. El 18/O develó esta ambivalencia y su renovación está en jaque, sugieren los autores.

El libro "Anatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambios" está compuesto de dos partes. En la primera, el foco está en la coalición de gobierno (UDI, RN, Evolución Política y el PRI), su historia reciente, sus centros de pensamiento y la relación con los empresarios. La segunda parte revisa la centro-derecha chilena desde una perspectiva regional y se pregunta por el fenómeno Bolsonaro en Brasil, el triunfo de Macri en Argentina y qué similitudes y diferencias hay entre las derechas de esos países y la chilena.

A continuación entregamos extractos de dos capítulos del libro. El primero revisa en profundidad la historia de Evópoli. Los investigadores Stéphanie Alenda, Carmen Le Foulon y Sebastián Del Hoyo Astudillo reconstruyen los días iniciales del partido, que surge tratando de levantar una derecha libre del peso de las violaciones a los derechos humanos que ataban a la UDI y a RN con la dictadura de Pinochet. El análisis resulta relevante hoy, pues el desempeño del principal rostro político de Evópoli, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, está en cuestión justamente en esa área: la violencia policial registrada a partir del 18/O, que han denunciado cuatro organizaciones internacionales de derechos humanos, no bajó cuando Blumel llegó a reemplazar a Andrés Chadwick, sino que aumentó (ver columna en CIPER).

"Evópoli aparece como una nueva oferta que permite a jóvenes de procedencias diversas, siendo muchos emprendedores con estudios ligados al mundo de los negocios, hacer realidad sus ambiciones. Se despliega en un contexto de renovado interés por la política y percepción de agotamiento de las viejas estructuras"

Evópoli, según los autores, es la representación de la renovación de las ideas en la derecha, pero hay entre sus dirigentes una conexión profunda, sanguínea, con la UDI. Felipe Kast, actual senador, es hijo del Chicago Boy y ex ministro de Desarrollo Social (entonces Odeplan) del gobierno militar, Miguel Kast; Hernán Larraín Matte, presidente de Evópoli, es hijo de Hernán Larraín, ministro de Justicia de Sebastián Piñera y uno de los hombres más cercanos al ideólogo de la UDI, Jaime Guzmán. Juan Carlos Jobet, uno de los fundadores de Horizontal, centro de pensamiento de Evópoli, es sobrino del político UDI Edmundo Eluchans Urenda. La dirigenta María Francisca Correa, electa en 2014 como primera presidenta de Evópoli, es ex militante UDI.

El segundo capítulo que presentamos se titula "Las dos caras del entorno social de la nueva centro-derecha en Chile" y fue escrito por Alejandro Pelfini y Vicente Rueda. Los investigadores presentan un análisis de los "entornos inmediatos" que rodean a la derecha chilena: élites económicas e intelectuales, organizaciones sociales, iglesias. El capítulo es particularmente rico en datos descriptivos de los partidos gobernantes y entrega testimonios que profundizan en los vínculos entre los empresarios y la centro derecha. Los investigadores concluyen que, contra lo que se piensa, el empresariado en Chile "mantiene vínculos transversales y diversos con casi todo el arco político y no es el financiador exclusivo de la centro-derecha".

EVOLUCIÓN POLÍTICA Y LA RENOVACIÓN LIBERAL EN CHILE

(Extracto del capítulo sobre Evópoli)

La emergencia de Evópoli como partido en 2015 debe ser ubicada en una línea temporal que se inicia con la creación del think tank liberal Horizontal en 2011, a la que sigue la fundación del movimiento Evópoli en 2012. El centro de estudios Horizontal es pensado en sus orígenes como una plataforma que reuniera a independientes de centro-derecha de sensibilidad liberal. A fines de 2009, tres de los impulsores del centro de estudio[1] exponen las grandes líneas de lo que constituiría el fundamento de esta plataforma en una suerte de manifiesto titulado "El fin de los privilegios" [2], en el que desarrollan la idea de convertir Chile en una "verdadera sociedad de oportunidades", lo que forma también parte del programa del entonces candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera[3]. El artículo presenta el interés de mostrar cierta distancia inicial respecto a la visión heredada del Chicago-gremialismo sobre el rol del Estado en la economía, al deslizar una crítica al economicismo y a la mera focalización del gasto social en los sectores más desfavorecidos, con el argumento de que ambos planteamientos se opondrían a la realización de una "sociedad justa". Esta última noción es entonces entendida a través del enfoque de capabilities de Amartya Sen (1992) que remite al poder general de una persona para hacer realidad sus ambiciones sin que las desigualdades ligadas a su origen social o a hechos fortuitos se lo impidan[4]. La adhesión a este liberalismo igualitario que forma parte del sello inicial de Horizontal[5] vuelve inicialmente difícil ubicar este proyecto en un domicilio político claro. Sin embargo, es al interior de la coalición de centro-derecha[6] que Evópoli se consolida progresivamente, inclinándose hacia posiciones más libertarias que difieren sustancialmente del liberal-igualitarismo, especialmente en su enfoque de la justicia como igualdad democrática[7].

Desde sus inicios, esta propuesta de renovar la política va también de la mano con ser la expresión de generaciones de independientes, de sensibilidad liberal o cercanas a la centro-derecha, que no "arrastran el trauma de la década de los 70"[8] dado que fueron socializadas en democracia. Se inscriben en un contexto post-transicional[9] que muestra la erosión de la fisura generativa dictadura/democracia heredada del plebiscito de 1988 (Tironi, Agüero, 1999). Ciertos gestos simbólicos dan cuenta de ello: el 11 de septiembre de 2013, en el marco de la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado, un grupo de profesionales sub 40 firma una carta donde se condena la violación a los DD.HH. y se llama a reflexionar sobre los hechos ocurridos en septiembre de 1973[10]. La iniciativa es promovida por Hernán Larraín Matte, director ejecutivo de Horizontal. Para aquellas generaciones que Evópoli declara representar, "las ideas de la libertad" muestran así haber sustituido al "Sí" y al "No" como eje ordenador del paisaje político chileno.

Este contexto tiene como hito fundacional las movilizaciones estudiantiles de 2011, que sacan a la palestra una "nueva generación auténticamente post-plebiscito" (Bellolio, 2019), politizada en el marco de la efervescencia de las protestas (Bargsted, Somma, Muñoz, 2018). Este sello es compartido por la totalidad de nuestros entrevistados que eran entonces dirigentes estudiantiles. Uno de ellos, Raúl, estudiaba ingeniería comercial y economía en la Universidad de Chile, siendo a la vez vicepresidente del centro de alumnos de su carrera. Relata que las movilizaciones estudiantiles fueron un detonador para que junto a un grupo de estudiantes al que se vinculaba en el marco de trabajos de voluntariado en los campamentos, tratara de organizar un movimiento de inspiración liberal llamado Pacto Independiente Liberal (PIT), sin contar inicialmente con la preparación ideológica que entregarían recién a partir de 2012 nuevos think tanks ligados al mundo de la derecha, como antesala a la aparición de nuevos partidos:

"Desde el 2011 no te enfrentabas a un par de cabros gritones que tiraban piedras en las calles sino a tipos que han leído harto durante los últimos 5 años, tipos muy bien formados, tipos que sabían de estrategia política, entonces después de eso se generó todo ese boom de think tanks de derecha (...), que es básicamente una respuesta a lo que la izquierda había hecho durante los últimos 10 años"[11].

Raúl se incorporó así a la Fundación Ciento Ochenta[12] destinada a formar jóvenes líderes para dar la batalla cultural, y empezó a participar en el naciente Evópoli en 2012, junto a una treintena de ex dirigentes estudiantiles también seducidos por el proyecto. Decidió no incorporarse a agrupaciones estudiantiles existentes ligadas a la UDI o RN porque ambos partidos "tenían al gobierno militar explícito en su declaración de principios y eran más rígidos en materia valórica"[13] y que la UDI, en particular, ya no ponía tanto énfasis en las "urgencias sociales", tema clave para los futuros militantes socializados en colegios católicos y con un interés profesional en los emprendimientos vinculados con la ayuda social. Por lo demás, los tiempos se prestaban para adhesiones a proyectos nuevos, en consonancia con el mensaje de auto-realización de Evópoli, pero también en los que uno pudiera "influir de manera concreta"[14].

Por su parte, Miguel, economista de la Universidad Católica, hace remontar su involucramiento en política a la Revolución Pingüina de 2006[15], que lo conectó con la "política real" (el salir a la calle, tomarse el colegio, etc.). Ni su entorno familiar cercano a la Concertación, ni el hecho de haber estudiado en un colegio laico emblemático de izquierda lo predisponía a jugar un rol activo en un partido de centro-derecha. En la UC, fue de hecho invitado a participar en la Nueva Acción Universitaria (NAU)[16]:

"Participé en muchas reuniones del NAU y voté tres años seguidos por el NAU, hasta que llegó el 2011, yo tenía bastante más formación económica, en este momento el movimiento empieza a tomar posturas que para mi parecer eran irracionales, se empezó a demonizar el lucro, a hablar de estatización, de un montón... La izquierda en la Universidad dejó de ser de centro-izquierda para ser de izquierda de frontón. En esta época era dirigente de mi carrera, y empecé a tomar un rol súper político en la facultad. Partí más cercano a lo que podría haber sido el centro y el movimiento estudiantil me tiró hacia la derecha. Ahí llega el movimiento gremial y me ofrecen ir de candidato de la FEUC en su lista"[17].

Los fundadores de Evópoli "comparten muchos rasgos comunes: todos pertenecen a la generación sub 40, cuentan con un ethos flexible e internacionalizado, varios con post-grados en economía en las mejores universidades del mundo (...) Varios fueron militantes de (...) Renovación Nacional y tienen un vínculo de parentesco con figuras ligadas a la Unión Demócrata Independiente, siendo los casos más emblemáticos el de Felipe Kast, hijo del chicago Boy, líder activo del gremialismo y ministro de Desarrollo Social (entonces Odeplan) del gobierno militar, Miguel Kast; y el de Hernán Larraín Matte, hijo de un senador de la UDI"

Tras una breve experiencia frustrada con el movimiento gremial, al que trata infructuosamente de cambiar "para que sea menos conservador", Miguel se aleja de la política y funda su empresa, apoyando en 2013 a Andrés Velasco en su participación en las primarias presidenciales del bloque de izquierda, Nueva Mayoría. Hasta que un intercambio por Twitter con Felipe Kast lo termina acercando a Evópoli, donde encuentra un espacio para "alcanzar a ocupar posiciones muy altas que hubiera sido imposible ocupar en un partido normal, sin tener experiencia política previa"[18]. Su ingreso a Evópoli se realiza con tanto más facilidad por cuanto que, inicialmente, no estaba definido que iba a ser un partido de derecha. Es finalmente su adhesión al liberalismo económico lo que lleva a Miguel a la convicción de "que había más espacio para desarrollar la causa liberal del centro hacia la derecha que del centro hacia la izquierda"[19].

En síntesis, Evópoli aparece como una nueva oferta que permite a jóvenes de procedencias diversas, siendo muchos emprendedores[20] con estudios ligados al mundo de los negocios, hacer realidad sus ambiciones. Se despliega en un contexto de renovado interés por la política y percepción de agotamiento de las viejas estructuras, al que las reformas políticas aprobadas en 2015 entregarán un marco institucional favorable a los nuevos emprendimientos partidarios.

El primer mandato de Sebastián Piñera constituye un último hito en la historia del partido, lo que queda reflejado en el rol clave jugado en Evópoli por altos funcionarios del primer gobierno de centro-derecha que se codean por lo tanto con el grupo anterior, de jóvenes emprendedores. El ejercicio del gobierno insufla al sector en su conjunto un mayor grado de pragmatismo y de conexión con los problemas reales acompañado de una épica de la transformación de la vida de las personas. Por lo mismo, a medida que los sondeos preelectorales van confirmando a Michelle Bachelet como favorita de la segunda vuelta presidencial de 2014, se impone con mayor fuerza la sensación de que faltó una narrativa política capaz de retener el poder. Aproximadamente un año antes del fin del gobierno, un grupo de unos quince ministros y subsecretarios -varios de los cuales eran independientes- se empieza a juntar una vez por semana para evaluar cómo dar proyección al gobierno. Luis recuerda en los siguientes términos la posición del Presidente respecto a las inquietudes de sus Ministros:

"(...) Cuando eso lo informamos en gabinete, Piñera dijo: ‘sabes qué, me parece súper bien que los ministros se involucren más activamente en política y por lo tanto a mí me gustaría que ustedes intentaran, los que son independientes, incorporarse en los partidos políticos, y ojalá no se incorporen todos a uno solo (...) pues veo distintas visiones y me gustaría que estuvieran representadas en los distintos partidos'. Y en ese momento, los distintos independientes que estábamos ahí dijeron, ‘sabes que yo voy a la UDI, yo voy a RN'"[21].

Luis siempre se sintió cercano a RN debido a sus influencias familiares más "de centro", pero estando en el gobierno, se dio cuenta de que no existía en ese partido la "amistad cívica" o el "cariño institucional"[22] que encontró en cambio en Evópoli, al que se incorporaron unos seis Ministros. Otros se decidieron por la UDI y RN, aunque en menor medida. Dos efectos se desprenden de esta politización "desde arriba": la expansión del legado de Sebastián Piñera -aunque éste consista principalmente en dejar de lado a las ideologías para privilegiar los "principios y valores que se atreven a mirar la realidad tal como es"[23]- y el dotar a la renovación de una plataforma institucional cuando se confirma la derrota de la centro-derecha en las elecciones presidenciales de 2014. Parte de las críticas acerca de esta derrota provendrían precisamente de individuos socializados en la actividad política desde su paso por el Estado, hacia una generación "incapaz de evolucionar y profundizar un proyecto político que pudiera mantenerse en el tiempo y no ser sólo un paréntesis de cuatro años"[24]. Para Evópoli, instalar un proyecto político duradero fue por lo tanto pensado indisociablemente de una renovación de la política "desde dentro y hacia el centro político, que es donde habita la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas"[25]. Para lograr aquello, fue fundamental la mirada hacia el nuevo conservadurismo, conducido por el primer Ministro británico David Cameron (2010-2016) quien buscó reubicar al partido conservador al centro luego de la era Thatcher, con el objetivo de convertirlo en una entidad susceptible de reconquistar a los desencantados y acercarlo al votante medio. Para ese fin, los conservadores tomaron posición sobre nuevas cuestiones y preocupaciones de la sociedad, conscientes de los cambios generacionales que se habían producido desde su última estadía en el poder. Optaron por "trascender la ideología, el discurso y las prioridades del Thatcherismo, para identificarse de mejor forma con las preocupaciones de una sociedad cambiante y adaptar sus valores a un mundo distinto al de los años 80" (Peele y Francis, 2016: 10).

Esta actualización del ideario recurrió a un estilo a la vez moderado y "compasivo"[26] y a la propuesta central de empoderar la sociedad civil[27] reduciendo en cambio el rol del Estado, mediante el fomento al asociativismo y voluntariado, con un foco en la transferencia del poder del nivel central al local, así como en el apoyo a las empresas sociales y las obras caritativas. Para los centros de estudio británicos dedicados a repensar el ideario de la centro-derecha, la noción de "justicia social" pasó a ocupar un lugar destacado (Peele y Francis, 2016: 10), mientras en EE.UU., la idea de un conservadurismo "compasivo" basada en los preceptos de la doctrina social de la Iglesia rompió con la crítica de Friedrich Hayek al "espejismo de la justicia social" que había sido un principio doctrinario de las anteriores generaciones de republicanos (Teles, 2011: 181-182). La revitalización del partido conservador británico se realizó asimismo a través de la incorporación de nuevos temas post-materiales, tales como la calidad de los servicios públicos, el medio ambiente o el matrimonio de personas del mismo sexo, con un cruce ideológico entre liberalismo social y comunitarismo.

¿Cuánto debe la nueva propuesta política de Evópoli a estas experiencias de renovación de la centro-derecha en el mundo? El nuevo proyecto político realiza una síntesis entre diferentes fuentes ideológicas, cuyas inflexiones dependen de las biografías y sensibilidades de sus fundadores. Éstos comparten muchos rasgos comunes: todos pertenecen a la generación sub 40, cuentan con un ethos flexible e internacionalizado, varios con post-grados en economía en las mejores Universidades del mundo; la mayor parte proviene del mundo académico o de centros de estudio y todos participaron en el primer gobierno de Sebastián Piñera[28]. En cuanto a su socialización política, varios fueron militantes del partido más liberal del sector, Renovación Nacional[29], y tienen un vínculo de parentesco con figuras ligadas a la Unión Demócrata Independiente, siendo los casos más emblemáticos el de Felipe Kast, hijo del Chicago Boy, líder activo del gremialismo y Ministro de Desarrollo Social (entonces Odeplan) del gobierno militar, Miguel Kast; y el de Hernán Larraín Matte, hijo de un senador de la UDI[30].

Adelanto del libro "Anatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambios"

El ideario del partido toma como referencia explícita a la renovación del Partido Conservador Británico desde las investigaciones y contactos establecidos con ese partido por Hernán Larraín Matte (el único abogado y cientista político del grupo inicial), durante su estadía en Inglaterra. La idea de crear Horizontal estuvo también inspirada en el rol jugado por el influyente think tank británico Policy Exchange en la modernización del Partido Conservador. Jesse Norman, uno de los ideólogos del nuevo conservadurismo, era Director Ejecutivo de ese think tank cuando Hernán Larraín estudiaba en Londres. En base a intercambios con él y tras conversaciones con figuras destacadas del mundo liberal chileno ligadas al Centro de Estudios Públicos (CEP) y la Universidad Adolfo Ibañez (UAI)[31], se funda Horizontal, con Hernán Larraín como primer director ejecutivo. Este nuevo centro viene a inscribirse en un contexto de fin de ciclo de la transición, que cerraba Piñera, y que debía ser nutrido desde el mundo de las ideas:

"Ahí había en el fondo un mundo liberal que estaba reencontrando su cauce en la sociedad moderna, eso es básicamente lo que hicieron en mi opinión los conservadores ingleses luego de haber vivido una Thatcher neoliberal"[32]

"El ideario del partido toma como referencia explícita a la renovación del Partido Conservador Británico desde las investigaciones y contactos establecidos con ese partido por Hernán Larraín Matte (el único abogado y cientista político del grupo inicial), durante su estadía en Inglaterra (...) El "eje social" (...) debe mucho a la propia socialización familiar del principal líder de Evópoli, Felipe Kast, en la influyente corriente católica de Schoenstatt".

Por su lado, el "eje social" mediante el cual se operacionaliza esta propuesta de "más sociedad y no más Estado" [33] debe mucho a la propia socialización familiar del principal líder de Evópoli, Felipe Kast, en la influyente corriente católica de Schoenstatt. Recuerda también a la UDI de los años ochenta, considerada por algunos de nuestros entrevistados como un referente por ser la primera agrupación de derecha que asume como bandera política una vinculación activa con los sectores populares. Este sello social marca el proyecto desde que Felipe Kast asume el cargo de Ministro de Desarrollo Social del primer gobierno de Sebastián Piñera, en los pasos de su padre, y queda en evidencia a través de los objetivos de erradicar los campamentos y terminar con la pobreza extrema[34]. Evópoli pretende así diferenciarse de sus socios de coalición[35] los cuales, en su opinión, perdieron la conexión con el terreno y los problemas concretos de la gente. Se inscribe al mismo tiempo en sus pasos al reanudar con el enfoque subsidiario que tiene su origen en la doctrina social de la Iglesia y se convierte en un principio clave de las políticas neoliberales a fines de los años 70[36]. El partido defiende así la "focalización del gasto social como mejor herramienta para la reducción de la pobreza y desigualdad"[37] y la preeminencia de la persona y la familia sobre el Estado[38], lo que hace eco al ideario gremialista de los años sesenta. Uno de nuestro entrevistados repara en esta influencia:

"Felipe [Kast] es gremialista, por lo menos en mi impresión, en el sentido de que busca despolitizar los cuerpos intermedios, o sea ‘cada uno en su pega'. Creo que lo que más rescata Felipe de la tradición gremialista es la preocupación por los marginados (...), la preocupación por la focalización, o sea ‘partamos donde estamos más mal como sociedad, como Estado, y después avancemos'"[39].

Sin embargo, más que sólo apropiarse de estos principios, el partido los pone al día y los reformula en el sentido de un liberalismo renovado. El sello social ya no es sinónimo de corporativismo sino que se actualiza con "la idea del liberalismo y la teoría de la justicia"[40], teniendo como ejes a los niños -pues es desde la más temprana edad que se tiene que fomentar la igualdad de oportunidades para construir una sociedad verdaderamente meritocrática- y a los más vulnerables que no parten en igualdad de condiciones para poder ejercer su libertad[41]. En relación al liberalismo económico, Evópoli se desmarca de la propuesta de sus socios de coalición de pasar de un "Estado eminentemente Subsidiario a uno Subsidiario y Solidario" y de consagrar a los derechos sociales en una eventual nueva Carta Fundamental, ubicándose más a la derecha en su defensa del rol del mercado[42]. Pero ahí también, los dirigentes más liberales se reconocen en un libertarianismo renovado que articula las ideas clásicas del liberalismo (la defensa de la propiedad privada, de la sociedad como orden espontáneo, la valoración de los derechos civiles y políticos de los individuos) con una "vertiente más progresista, más igualitaria, que es de alguna manera más contemporánea"[43], contenida en la noción de justicia social[44]. Sin embargo, este enfoque se distancia del liberal-igualitarismo en lo que postula una subordinación al mercado de la justicia social[45], pensamiento reflejado en el siguiente extracto de entrevista con un cuadro del partido, de sensibilidad libertaria:

"Para mí la economía es mucho más que economía, es un tema moral profundo de libertad individual y para eso en la izquierda no hay espacio. Entonces yo prefiero sacrificar batallas valóricas por economía porque creo que en la económica la correlación entre poder adquisitivo, capital humano, riqueza de las naciones y libertad es súper alta"[46].

En suma, Evópoli rescata por un lado parte del ideario de la derecha chilena, actualizándolo. En él, la ayuda a los pobres no se justifica ideológicamente por el cristianismo de sus miembros sino por su liberalismo, aunque la socialización católica de varios de éstos haya contribuido a forjar en ellos un ethos asociado al voluntariado y a la entrega de sí. En este sentido, se puede entender que "entre lo liberal y lo social, no hay contradicción"[47]. Tampoco parece haberla entre libertarianismo y justicia social, en la medida en que ésta quede supeditada a un tronco liberal clásico. Estos matices ideológicos dan cuentan del esfuerzo de construcción ideológica de Evópoli, mientras su amplitud y la articulación de ideas a priori contradictorias dan a cada uno la posibilidad de reconocerse en alguna de las sensibilidades presentes en el partido (social, libertaria, igualitarista...). Evópoli reconoce también como principio a la "diversidad", que debe ser entendida como antítesis al dogmatismo doctrinario en la medida en que implica la convivencia de diferentes posiciones al interior de una estructura partidaria flexible, con el fin de poder representar a ese nuevo Chile que ha conocido "una evolución de las libertades sin parangón en la historia"[48]. El siguiente extracto de entrevista permite apreciar cómo se lidia con el desfase entre las posiciones personales y el "practicismo" -más que el pragmatismo-, retomando la expresión de uno de nuestros entrevistados, en el sentido de "mirar la realidad tal como es" [49]. Según la percepción de Juan:

"La comunidad LGBTI en Evópoli es mas grande que en cualquier otro partido de Chile, por lejos, entonces en un partido de derecha con una comunidad LGBTI tiene que tener una voz razonable y esa voz razonable va asociada a la identidad de género, al aborto, al matrimonio igualitario que Felipe lo más probable es que esté en desacuerdo pero lo permite porque existe esa diversidad y él entendió que esa diversidad hoy día es parte del mapa chileno y ese mapa chileno también pertenece a Evópoli, o sea lo que busca Evópoli al final del día es reflejar un mapa de Chile"[50].

Evópoli cuenta así con un marco ideológico lo suficientemente amplio para contener su diversidad interna, dirigirse a diferentes electorados y reconciliar ideas a priori contrapuestas[51]. La estructura de oportunidades políticas en las que se enmarca tiene una influencia determinante sobre su éxito. Remite principalmente al contexto post-transicional que los conflictos sociales de 2011 contribuyen a evidenciar a través de su rechazo a la herencia política y económica del periodo autoritario (1973-1990) y suscita interpretaciones relativas a un agotamiento de las viejas estructuras partidarias, especialmente en las nuevas generaciones de sensibilidad centro-derechista que se politizan en ese momento. Es sólo en 2015 que las reformas políticas entregarán a Evópoli nuevas oportunidades de crecimiento electoral, poniendo fin al sistema binominal reemplazado por un sistema proporcional más inclusivo. En este contexto, Evópoli crece en el terreno y al alero de los partidos de la derecha tradicional valiéndose de un perfil de la "nueva forma de hacer política" con el que éstos, nacidos en dictadura, compiten difícilmente. Sin embargo, la definición de Evópoli no se reduce a "sólo querer cambiar la forma de hacer política en vez de los contenidos" (Sikk, 2011: 467). El hecho de que en él la ideología pase a segundo plano no lo convierte por ello en un amasijo de ideas de izquierdas y derechas. Como vimos, realiza una síntesis entre, por un lado, la tradición política en la que hunde sus raíces y la influencia ideológica que recibe de iniciativas moderadas de renovación de la derecha en otros contextos. Hace también un esfuerzo de actualización (que lo acerca a los tipos ideales del partido "purificador" o "desafiante") de ciertos principios fundamentales de los partidos establecidos de la derecha, reformulados en el sentido de un liberalismo renovado.

VINCULO ENTRE EMPRESARIADO Y PARTIDOS DE DERECHA

(Extracto del capítulo "Las dos caras del entorno social de la nueva centro-derecha en Chile")

Si el entorno de los partidos de centro-derecha muestra una realidad, al menos, más diversa de lo que se suele considerar, entonces, para comprender en profundidad el carácter de estos partidos en la actualidad resulta necesario examinar con más detalle las relaciones que existen entre las dos fuentes de poder social (Mann, 1986) que son el empresariado y los partidos. Según nuestro planteamiento, esta relación se vuelve fundamental una vez que el mundo rural se desvanece como ámbito de incrustación social y construcción de hegemonía por parte de los partidos de derecha tradicionales. Además, este vínculo se ha vuelto central por la misma experiencia de la centro-derecha en el poder: ya en el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014), varios representantes del mundo empresarial ocuparon puestos claves en el gabinete; algo parecido ocurrió con la llegada de Mauricio Macri al Ejecutivo en Argentina (Diciembre de 2015), lo que ha justificado la categoría "CEOcracia" (Zaiat, 2015; Astarita y De Piero, 2017) y ha abierto un profuso debate en torno a los conflictos de interés entre el mundo público y el privado. Es decir que la inserción plural y horizontal en el entorno social puede opacarse fácilmente cuando se consideran los cargos claves o cuando se llega al poder.

En primer lugar, nos basaremos principalmente en datos de dominio público que dan cuenta de vínculos objetivos del sistema político con las élites empresariales[52], centrándonos en información sobre financiamiento de partidos políticos y sobre participación de dirigentes políticos en directorios de grandes empresas en Chile. En segundo lugar, se reconstruirá el modo en que el mismo empresariado concibe la relación con el mundo político y con la centro-derecha en particular, en base a entrevistas en profundidad con dirigentes del empresariado en Chile realizadas en 2016 en el marco de un Proyecto FONDECYT ya concluido[53]. De este modo, se recupera una categoría analítica clave para analizar vínculos sociales que es la de "configuración" o "figuración", según Norbert Elias (1987). La misma se enfrenta tanto al individualismo metodológico como al homo clausus del funcionalismo parsoniano y toma como unidad de análisis de lo social al vínculo en sí mismo, concebido según la metáfora del baile por el cual dos son al menos los sujetos de cualquier relación y que la desarrollan creativamente, pero siempre dentro de un repertorio preestablecido.

  1. a) Financiamiento transversal y "bidireccionalidad" en directorios cruzados

Durante el último ciclo político en Chile, iniciado tras la dictadura, el sistema político chileno se ha financiado de forma mixta, es decir, tanto desde el sector público a través del SERVEL como también desde el sector privado, por medio de aportes propios, aportes anónimos, aportes reservados, aportes públicos y créditos. Ahora bien, este financiamiento se ha basado en una normativa legal ambigua, lo cual ha configurado una realidad que sobrepasó las intenciones originales de la ley: en la práctica fueron los grandes grupos económicos (Enersis, Matte, Luksic, Del Río, Cúneo-Solari, Angelini, Yarur, entre otros) los que realmente financiaron la política a través de donaciones de millones de dólares en aportes anónimos y aportes reservados realizados desde sus diversas empresas filiales, estableciendo a cambio influencias e intereses (Skoknic, F. Miranda, F. y Villarrubia, G., 2013; Matamala, D., 2015; Miranda, F. y Artaza, F. 2014).[54]

Es posible observar que, desde que se implementó la nueva norma, en cada elección ha aumentado el volumen de los aportes reservados, lo cual instala la duda sobre si también han aumentado las influencias e intereses. Cabe destacar también que durante todo este periodo los aportes privados se realizaron de forma transversal a las dos principales coaliciones políticas, representantes de la derecha y de la centro-izquierda. Este financiamiento desde los grandes grupos económicos hacia los partidos de forma transversal constituye en sí mismo un modelo de legitimación del mercado como el mejor agente para asignar recursos, eliminando todo clivaje relevante entre izquierda y derecha.

Cabe destacar que el vínculo entre empresariado y clase política no es simplemente unidireccional desde el empresariado a la política: se cuentan casos donde la instancia financista o inversionista es un partido político que coloca su capital en determinadas empresas, supuestamente sin una finalidad de lobby o influencia sino como mera inversión. No obstante, no deja de llamar la atención no sólo el financiamiento en dos direcciones sino también el tipo de vínculos que se construyen una vez que un partido político se convierte en inversor. Recientemente se hizo público un caso llamativo también por la carga histórica que conlleva y, en cierto modo, emblemático de esta legitimación del mercado y del neoliberalismo, que es el caso del Partido Socialista. Este partido, además de recibir aportes reservados de grandes grupos económicos, invirtió en el mercado de valores el dinero que le devolvió el Estado como indemnización por atropellos a su patrimonio durante la dictadura (Unidad de Investigación de Ahoranoticias, 2017).

"La comunidad LGBTI en Evópoli es más grande que en cualquier otro partido de Chile"

No obstante este financiamiento "regular" de la política en Chile, existieron mecanismos abiertamente ilegales por medio de los cuales también se realizaron aportes: fundamentalmente por medio de los pagos ligados a boletas ideológicamente falsas, es decir, por medio de pagos a trabajos no realizados (CIPER, 2015-2016). Sin embargo, pese a lo ilegal de varios hechos ampliamente difundidos por la prensa y repudiados por la opinión pública, la lógica de este financiamiento irregular parece ser la misma que la del financiamiento regular, por cuanto en los casos judicializados tales como el caso Penta, el caso Soquimich o el caso OAS, cumplen con la misma dinámica caracterizada por grandes grupos económicos de diversas áreas productivas, financiando de forma transversal a las grandes coaliciones políticas, con partidos de derecha y de izquierda, e incluso a un candidato independiente como fue el caso de Marco Enríquez-Ominami (Claudia del Solar y Equipo 24Horas 2015; Arellano, A. 2016).

De la misma forma que en el financiamiento a la política, donde han existido vínculos transversales entre conglomerados políticos y grandes grupos económicos, desde fines de la dictadura hasta el presente han existido vínculos transversales entre políticos de las dos principales coaliciones con directorios de empresas de diversos sectores económicos, donde es corriente que dirigentes partidarios y políticos de trayectoria formen parte de los mismos. Nuevamente la representación aquí no se reduce a los partidos de derecha como sería previsible en otros contextos. Políticos de centro-izquierda, en Chile, pertenecientes a la Concertación, también forman parte de varios directorios. Esto sin olvidar cómo antiguos dirigentes de la UP como Óscar Guillermo Garretón o Enrique Correa, o cerebros de la Campaña del NO en 1987, como Eugenio Tironi, se convierten en asesores de comunicación estratégica para el empresariado en general o directamente en presidentes de directorios (Faúndez, J., 2012).

En particular se destacan dos sectores económicos emblemáticos de las reformas ocurridas durante la dictadura, ya que surgieron de la privatización de campos que usualmente se sitúan bajo dominio público: la reforma a la educación superior ocurrida en 1981 que abre un sistema de inversiones y de creación de universidades privadas; y la reforma al sistema estatal de pensiones sancionada en 1980 que crea Administradoras privadas de Fondos de Pensión (AFP).

En especial en la educación superior privada existe una concentración de la propiedad por parte de grandes grupos económicos ligados a ambas coaliciones políticas. Esto ha sido ampliamente documentado por lo que no pretendemos ahondar, pero es notorio que personeros de varios sectores políticos han ocupado cargos dentro de varias universidades privadas. Asimismo desde los partidos de la centro-derecha también se registra una presencia significativa en varios directorios de universidades privadas como la Universidad del Desarrollo, la Universidad Santo Tomás, la Universidad Mayor y también en universidades del Grupo Laureate (Garrido, C., 2016) (Mönckeberg , 2005 y 2007).

Las mismas lógicas observadas tanto en el financiamiento como en el sector de la educación, se dan respecto de las pensiones, con participación transversal del sistema político chileno en los directorios de las AFP. En la siguiente tabla se muestra la relación entre cargos públicos de un amplio espectro político y la participación en diversas AFP desde el retorno a la democracia hasta la actualidad.

Cuadro XII: Cargos públicos por periodo y membresía en directorios de AFPs[55]

Adelanto del libro "Anatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambios"

Fuente: biobio.cl

  1. b) La relación con la política vista desde el mismo sector empresarial

El tercer vértice de la triangulación supone revisar cómo la misma dirigencia empresarial observa los vínculos con las élites políticas. Observado desde el mismo sector empresarial, este vínculo se naturaliza y justifica no como una relación de poder o dominación sino como un lento convencimiento, como una adaptación o aprendizaje de la misma clase política a formas de racionalidad superiores en la gestión pública. Por un lado, esto se manifiesta en la adopción de lo que se ha dado en llamar "el modelo", que vendría a ser algo así como el modelo chileno de economía de mercado y exportación de materias primas que llega a constituirse incluso en una sociedad de mercado con un Estado subsidiario (Mayol, 2012).

En base a entrevistas en profundidad con dirigentes del empresariado en Chile realizadas en 2016[56], se pone de manifiesto cómo el sector concibe que lo que se denomina modelo no es más que la consumación del curso natural de las cosas mediante la acción empresarial y de ciertos líderes políticos e intelectuales, y que debido a su misma eficacia y naturalidad, ésta no puede ser puesta en cuestión y debe ser aceptada por cualquier político que se entienda como moderno y racional. El resto es, por tanto, puro "populismo", entendido como demagogia e irracionalidad (Cortés y Pelfini, 2016). En esta relación, el Estado y la clase política en general son instancias subordinadas al llamado "sector privado" que sería el protagonista del reciente crecimiento del país:

"El Estado es el otro, entonces el tipo de país que estamos construyendo no depende del Estado, depende del sector privado, y por lo tanto los sueldos que generamos, la movilidad social que generamos, la relación con el medio ambiente que tenemos, la situación con las comunidades que generamos, pero eso ha costado muchísimo que el sector empresarial lo pesque, y lo ha pescado a trompicones, cuando lo han puesto entre la espada y la pared, para que lo resuelva, pero que no ha sido una actitud propositiva, o proactiva." Entrevista a dirigente de la Cámara de la Construcción, junio 2016.

"... el sector empresarial ha hecho un trabajo bastante bueno en posicionar a Chile, que fue el primer país desde el punto de vista neoliberal, se modernizó. Eh, y el poder y el resultado de las reformas que se hicieron en Chile, digamos a partir de los años 90, y Chile cobró un prestigio y una credibilidad y una empatía y simpatía enorme eh, primero a nivel latinoamericano y después más allá de..., y es el trabajo de vender un poco lo que estaba pasando en Chile a nivel internacional fue bueno, y que curiosamente lo que está pasando en Chile con el gobierno actual se ha opacado." Entrevista a dirigente SOFOFA, mayo 2016.

Subordinación que como decíamos no se da exclusiva ni primordialmente con los partidos de derecha sino que incluye a la centro-izquierda:

"la derecha que nunca tuvo discurso, por primera vez tiene un, un discurso interesante, un modelo de desarrollo de mercado que nosotros somos los que lo defendemos y lo proponemos para futuro, y la Concertación en esa época no se atrevió a perder como un, un issue político ‘éste es nuestro modelo de desarrollo y lo proponemos para el futuro' y para, y lo acepta el partido demócrata cristiano, y lo acepta el PPD." Entrevista a dirigente SOFOFA, mayo 2016.

"El partido es efectivamente el fruto de nuevas generaciones, aunque éstas no lleguen siempre sin experiencia previa (...) Al contrario, se comprueba que un porcentaje significativo de ellas tuvo una militancia previa en la UDI o RN y optaron probablemente por Evópoli para conseguir con mayor facilidad un espacio en una estructura naciente y más flexible. Junto a la edad, la religión es otra de las variables diferenciadoras clave, que contribuye a explicar el mayor liberalismo valórico del partido y su mayor consonancia con las transformaciones culturales de la sociedad chilena"

Transversalidad que, confirmando la evidencia que ofrece la investigación periodística, también incluye un financiamiento amplio y plural, lo que es tomado con bastante naturalidad:

"Uno es el cuestionamiento que básicamente lo que ha estado en boca es el cuestionamiento del financiamiento de los políticos. Si alguien pensaba que los políticos se financiaban por aire es huevón. Efectivamente todos los políticos, de la A a la Z, a pesar de que se quisiera dar a conocer y en algunas partes se agarran un poco más, en todos los partidos, salvo, el Partido Comunista y probablemente también el Partido Comunista se financiaban con platas de empresarios o de profesionales, por ponerlo de otra manera, de empresarios, de empresas, y usualmente las platas salen de empresas por el tema tributario, para que no fueran plata hubieran que tenido que tributar primero, y ahí finalmente es donde ha estado el cuestionamiento". Entrevista a miembro de asociación de ISAPRES, agosto 2016.

Un último aspecto en lo que podríamos llamar el cursus honorum de un dirigente del empresariado está en el paso por la política. No necesariamente la política partidaria, pero sí el paso por la función pública es muy valorado. Es una experiencia que varios dirigentes empresariales tuvieron durante el gobierno de Piñera y que instaló el problema de los conflictos de interés. A pesar de este riesgo se difunde y se valora entonces una trayectoria cruzada que combina la función pública y con la dirección empresarial o más bien gremial (asociaciones empresariales). Esta sirve como mecanismo de ascenso y de construcción de un liderazgo no tanto dentro de un partido político, pero sí en la representación de intereses.

"Existen conflictos de interés, entonces es difícil lidiar con ese punto. Pero encuentro que tener experiencia empresarial en el manejo del Estado, no es malo. Entonces si se puede lidiar con el conflicto de interés, encuentro positivo que haya gente que pase en los dos mundos y lo mismo: gente del mundo político que venga al mundo privado, también es algo positivo en el fondo; le aporta. Ahora es cierto de que hay que lidiar con los temas de, de conflictos de interés..." Entrevista a dirigente de la Cámara Chilena de la Construcción, junio 2016.

"Cuando tu salí del Estado te dai cuenta que conocer el Estado tiene validez para el mundo privado, no en el sentido del lobby, sino de las lógicas." Entrevista a gerente en empresa minera, junio 2016.

De este modo, la relación con la política se sitúa en una condición que podría llamarse post-ideológica. Lo importante para el sector es garantizar las políticas pro mercado, la gobernabilidad y la seguridad jurídica promoviendo la "racionalidad" en la formulación e implementación de las políticas públicas y evitando toda forma de "populismo". Pareciera que más que una muestra de claudicación y pragmatismo, éste es un indicador de una supremacía completa en que las élites empresariales se comportan como clase dominante a secas o dueñas del "modelo" y en todo caso requieren de la clase política como guardianes del orden (Alenda, Pelfini, López, Riveros, 2018). El bloqueo a cualquier revisión de este modelo, y más específicamente a una reforma tributaria que retoque uno de los sistemas más regresivos y desiguales de la región se consolida en esta misma transversalidad que involucra no sólo a la tradicional lealtad al empresariado por parte de la UDI, sino que también a la homogeneidad y consistencia en la representación de los intereses empresariales por parte de sus gremios principales (Silva, 1996) y, last but not least, a la tibieza de la Concertación para encarar reformas significativas o a hacer rápidamente concesiones que compensen cualquier aumento, tal como destaca recientemente la investigadora Tasha Fairfield (2015a y b).

[1] Se trata de Juan Carlos Jobet, Felipe Kast y Hernán Larraín, presentados más adelante.

[2] http://www.quepasa.cl/articulo/politica/2009/11/19-1389-9-el-fin-de-los-privilegios.shtml/ (Captura en línea: 14.12.2018).

[3] https://www.camara.cl/camara/media/docs/discursos/21mayo_2011.pdf (Captura en línea: 03.01.2019).

[4] En otra entrevista, Felipe Kast habla de "libertad social" a la que define como el hecho de poder contar con las mismas oportunidades para poder ejercerla (Felipe Kast, "Felipe Kast y Luciano Cruz-Coke: ‘No somos aves de carroña'", revista capital, 27/12/2013). (Captura en línea: 03.01.2019).

[5] En particular durante el período de Daniel Brieba (doctor en ciencia política de la Universidad de Oxford), quien fue investigador y Director de Estudios del think tank entre 2012 y 2014.

[6] Evópoli participa en las elecciones primarias internas de Renovación Nacional en 2013, con el fin de elegir candidatos a la elección parlamentaria del mismo año. Felipe Kast llega de esta forma al Congreso como representante del distrito Nº22 (Santiago Centro). En la elección presidencial de 2013, el partido entrega su apoyo a Evelyn Matthei.

[7] El libertarianismo resalta la imposibilidad de garantizar un mínimo social a todos (Nozick, 1974; Brieba, 2015).

[8] Entrevista a Felipe Kast, La Segunda, sábado 29 de diciembre de 2012. (Captura en línea: 03.01.2019).

[9] (Captura en línea: 03.01.2019).

[10] Hernán Larraín Matte explicó la carta firmada por los "Sub 40" hacia RN y la UDI, CNN Chile, 11 septiembre de 2013. (Captura en línea: 03.01.2019).

[11] Entrevista con Raúl, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 05/04/2017.

[12] Centro de Formación de Dirigentes Estudiantiles, financiado por varios empresarios ligados a la derecha tradicional y a la actual Fundación para el Progreso. El centro estuvo activo desde el año 2013 hasta principios del 2017. (Captura en línea: 05.01.2019).

[13] Entrevista con Raúl, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 05/04/2017.

[14] Entrevista con Raúl, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 05/04/2017.

[15] La llamada "revolución pingüina", en alusión al uniforme escolar chileno de los estudiantes de educación primaria y secundaria (camisa blanca con vestón de tonalidad oscura) corresponde a la primera movilización de envergadura protagonizada por estudiantes secundarios a favor del derecho a la educación y en respuesta a la privatización del sistema de educación impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet.

[16] Movimiento universitario de centro-izquierda, creado en 2008 por estudiantes de la PUC, que logra arrebatar en cinco ocasiones al movimiento gremial el control de la Federación de Estudiantes de la PUC. De la NAU surgieron varios diputados del Frente Amplio.

[17] Entrevista con Miguel, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 27/04/2017.

[18] Entrevista con Miguel, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 27/04/2017.

[19] Entrevista con Miguel, 28 años, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 27/04/2017.

[20] "Emprendedores más que empresarios", como nos lo señalaba uno de nuestros entrevistados. Entrevista con Rodrigo, alto funcionario del primer gobierno de Sebastián Piñera, Santiago, 10/03/2017.

[21] Entrevista con Luis, alto funcionario del primer gobierno de Sebastián Piñera, 30/01/2017.

[22] Las expresiones entre comillas forman parte de la entrevista a Luis, alto funcionario del primer gobierno de Sebastián Piñera, 30/01/2017.

[23] Manifiesto de Evópoli: "Una Nueva Propuesta. La Evolución Política. Para un Chile más Libertario, Inclusivo y Justo", p.9. Hernán Larraín Matte formula esta misma idea de la siguiente manera: "Tengo la convicción de que toda la generación que ha tenido la posibilidad de estar 4 años en el gobierno cambió su vida y su forma de entender la sociedad, el rol que tiene el Estado y su capacidad de poder trabajar en pos del bienestar de las personas". (La nueva campaña de Hernán Larraín Matte, Qué Pasa, 7 de marzo de 2013, Captura en línea: 05.01.2019).

[24] La nueva campaña de Hernán Larraín Matte, Qué Pasa, 7 de marzo de 2013. (Captura en línea: 05.01.2019).

[25] Movimiento de Felipe Kast lanza manifiesto por "un Chile más libertario y justo", lunes 7 de enero de 2013.

[26] La noción de "conservadurismo compasivo" aparece por primera vez bajo la pluma de un escritor y político republicano, Doug Wead, a fines de los años 70, aunque Marvin Olasky es también reconocido como el padre del concepto. En su libro Compassionate Politics (2000), hace descansar la responsabilidad de cuidar a los pobres en las asociaciones locales, caritativas, en las iglesias o en la iniciativa privada, forma según él más eficiente que los programas gubernamentales de bienestar social para luchar contra la pobreza. Aunque no logró seducir al core del Partido Republicano (Teles, 2011: 205), esta expresión de un liberalismo social se convirtió durante los años 2000 en uno de los lemas predilectos del Presidente George W. Bush. La noción forma también parte de los discursos de David Cameron.

[27] Se acuña el término de Big Society, contrapunto a la Great Society que fue un conjunto de programas sociales lanzados por el Presidente Demócrata Lyndon Johnson.

[28] Entre otros, Felipe Kast (economista) como Ministro de Desarrollo Social; Hernán Larraín Matte (abogado y cientista político) como asesor del Presidente; Juan Carlos Jobet (ingeniero comercial) como jefe de gabinete del Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; Ignacio Briones (economista) como asesor del Ministro de Hacienda, Felipe Larraín; y Harald Beyer (economista) como ministro de Educación.

[29] Es el caso de Hernán Larraín Matte y Juan Carlos Jobet.

[30] El partido cuenta también con dirigentes que fueron militantes de la UDI. Uno de los casos más emblemáticos es el de María Francisca Correa, electa en 2014 como primera presidente de Evópoli, cargo que ocupa hasta el 2015. El mismo Felipe Kast se acerca al gremialismo durante sus estudios de ingeniería comercial en la Universidad Católica. Entre los fundadores de Horizontal, Juan Carlos Jobet es también sobrino del político UDI Edmundo Eluchans Urenda.

[31] Entre otros Leonidas Montes, Director del CEP desde marzo de 2018 y profesor titular de la Escuela de Gobierno de la UAI, de la que también fue decano; Harald Beyer, rector de la UAI desde marzo de 2018 y Director del CEP entre el 2014 y 2017; Ignacio Briones, actual decano de la Escuela de Gobierno de la UAI.

[32] Entrevista con Julián, Santiago, 12/05/2017.

[33] Felipe Kast, "Felipe Kast y Luciano Cruz-Coke: ‘No somos aves de carroña'", revista capital, 27/12/2013. (Captura en línea: 05.01.2019).

[34] Evópoli cuenta desde 2013 entre sus militantes a Francisco Irarrázaval, fundador de la ONG Techo para Chile dedicada a lucha por la superación de la extrema pobreza mediante obras de voluntariado. Irarrázaval fue también subsecretario de vivienda del primer gobierno de Sebastián Piñera. "Gobierno se plantea erradicar los campamentos en 2015", El Mostrador, 20 de junio de 2012. (Captura en línea: 06.01.2019).

[35] Evópoli: Dos años luchando por Chile, El Dínamo, 26 de noviembre de 2014. (Captura en línea: 06.01.2019).

[36] Véase el capítulo de Alenda, Le Foulon y Suárez-Cao, "Evolución de las sensibilidades políticas: Hacia una nueva centro-derecha en Chile", en el presente volumen.

[37] "Felipe Kast (Evópoli) dice que el empleo es el mejor destructor de la pobreza y la desigualdad", Terra, 20 de junio de 2014 [link no disponible. El Portal Terra dejó de existir en 2017].

[38] (Captura en línea: 06.01.2019).

[39] Entrevista con Diego, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 08/04/2017.

[40] Entrevista con Diego, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 08/04/2017.

[41] En el caso de los niños, a través del propuesta "los niños primero"; en el caso de los discapacitados, a través del lugar destacado que ocupa la discapacidad en el partido a través de figuras como Francisco Undurraga quien fue presidente del partido entre 2017 y 2018, y a través de programas anti-discriminación como "Todos Capaces".

[42] Este punto queda en particular ilustrado a través de declaraciones en contra del sistema de reparto, aunque se reconozca que haya que reformar a las AFP, en el estar en contra de la gratuidad en la Educación Superior, o votar en contra de la reforma tributaria, entre otros. (Capturas en línea: 06.01.2019).

[43] Entrevista con Pedro, fundador de Evópoli, Santiago, 06/08/2017.

[44] Para mayores detalles de esta articulación entre liberalismo clásico y justicia social, véase Tomasi (2012).

[45] En palabras de Tomasi: "la democracia de mercado afirma que las libertades capitalistas económicas constituyen requerimientos de primer orden para la justicia social" (Tomasi, 2012: 23).

[46] Entrevista con Pedro, fundador de Evópoli, Santiago, 06/08/2017.

[47] (Captura en línea: 06.01.2019).

[48] Manifiesto de Evópoli: "Una Nueva Propuesta. La Evolución Política. Para un Chile más Libertario, Inclusivo y Justo", p.6.

[49] Manifiesto de Evópoli: "Una Nueva Propuesta. La Evolución Política. Para un Chile más Libertario, Inclusivo y Justo", p.9.

[50] Entrevista con Juan, cuadro dirigente de Evópoli, Santiago, 07/07/2017.

[51] El liberalismo temprano muestra es en efecto un abierto recelo hacia las organizaciones intermedias (Hobbes, 1980; Kant, 2002). Véase al respecto los cuestionamientos de Daniel Mansuy, intelectual público de sensibilidad comunitarista ligado al sector, al programa de gobierno de Felipe Kast al que reprocha ser insuficiente porque "da cuenta de la condición humana desde premisas individuales", lo que chocaría con la noción de comunidad política, y la respuesta de Ignacio Briones (Captura en línea: 15.01.2019).

[52] En este mismo libro, Alenda, Gartenlaub y Fischer dan cuenta de otro importante vínculo que es el de los think tanks.

[53] Proyecto Fondecyt N° 1141001, La transformación de las élites en una sociedad emergente. Distinción, tolerancia y transnacionalizaciónen las élites empresariales chilenas (investigador responsable Alejandro Pelfini).

[54] Según datos de Skoknic, Miranda, y Villarrubia (2013), la primera elección presidencial con esta norma fue la de 2004-2005. En dicha elección, el 29% de los aportes privados de Michelle Bachelet fueron reservados, el 6% anónimos y sólo el 4% fueron públicos. Joaquín Lavín recibió exclusivamente aportes reservados, lo cual constituyó el 60% de sus ingresos de campaña, mientras que Sebastián Piñera financió de su propio bolsillo la mayor parte del gasto y sólo el 7% fueron aportes reservados. En la siguiente campaña de 2009-2010, Eduardo Frei recibió 37% de aportes reservados, 11% anónimo y 2% público, mientras que Sebastián Piñera obtuvo 25% de manera reservada, 17% anónimos y únicamente 0,2% públicos. Finalmente, en la campaña de 2013-2014, el 43% de los aportes privados de Michelle Bachelet fueron reservados, a la vez que Evelyn Matthei recibió exclusivamente aportes reservados (SERVEL, 2014).

[55] Fuente: http://www.biobiochile.cl/especial/noticias/reportajes/reportajes-politica/2016/08/14/la-puerta-giratoria-40-exministros-vinculados-al-negocio-de-las-afp.shtml

[56] Proyecto Fondecyt N° 1141001, La transformación de las élites en una sociedad emergente. Distinción, tolerancia y transnacionalizaciónen las élites empresariales chilenas (investigador responsable: Alejandro Pelfini).

Esta nota habla de: