Cruces y chicanas entre Cornejo y Kicillof por la macroeconomía

Expusieron su mirada sobre el futuro de la industria y mostraron diferencias sobre la importancia de tener índices macroeconómicos ordenados.

Los gobernadores electos Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut) y Alfredo Cornejo (Mendoza) compartieron hoy un panel en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), en el que protagonizaron un contrapunto sobre la importancia del orden de la macroeconomía, el rol del Estado nacional con las cargas impositivas y la distribución de los recursos coparticipables.

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Kicillof y Cornejo expusieron su mirada sobre el futuro de la industria y mostraron diferencias sobre la importancia de tener índices macroeconómicos ordenados y fomentar políticas públicas a favor de la industria para lograr más puestos de trabajo e incrementar las exportaciones de productos con valor agregado.

Kicillof abrió el debate colocando al modelo económico del Gobierno nacional en el centro de la discusión, al aseverar que "lo que pasa en la industria depende mucho de las políticas públicas macroeconómicas que determina la Nación y también las provincias".

"Para comparar modelos económicos, entre 2016 y 2019, el PBI bonaerense cayo 5.5, pero la industria cayó un 20 por ciento, una caída histórica", explicó.

En defensa del modelo económico del peronismo, sostuvo que "del 2020 al 2022, estamos subiendo y recuperando la situación del trabajo y la producción. Veníamos de una desindustrialización y ahora estamos en una reindustrialización, con dificultades, pero en estos 4 años recuperamos lo perdido durante el macrismo y con una pandemia en el medio".

"Nosotros defendemos la producción y el trabajo y lo vamos a seguir haciendo", apuntó Kicillof, que recibió tibios aplausos de un auditorio colmado por industriales.

El discurso de Kicillof fue rebatido por el gobernador radical mendocino al señalar que: "Hay empresas que sobreviven todavía a pesar de las malas políticas macroeconómicas del Gobierno nacional".

Cornejo, sin embargo, coincidió con Kicillof en que "las reglas de juego más importantes las pone el Estado nacional", pero puntualizó que "deben tener un orden y reglas de juego claras", al criticar el modelo económico de la administración de Cristina Kirchner (2007-2015) y de Alberto Fernández.

El gobernador electo de Mendoza puso como ejemplo de la importancia de "tener equilibradas y ordenadas las cuentas macroeconómicas" el periodo de 2005, 2006 y 2007 del gobierno de Néstor Kirchner.

Cruces y chicanas entre Cornejo y Kicillof por la macroeconomía


"A las provincias las favorece ese orden macroeconómico porque las empresas de varios sectores se ven favorecidas y empiezan a crecer como ya pasó en 2005, 2006 y 2007", insistió Cornejo, quien remató: "Hoy, Mendoza da certidumbre con las reglas de juego claras, pero la Nación viene dando distorsiones muy claras".

A su turno, el mandatario peronista le contestó a Cornejo con un ejemplo de la historia nacional conocida por los industriales: el menemismo.

"No alcanza con el orden macroeconómico y la estabilidad para tener un modelo favorable para la industria. Es importante el orden macroeconómico, pero no alcanza porque hay regímenes macroeconómicos que son favorables a la industria y otros que son desfavorables para el sector", sentenció Kicillof.

Manifestó que "uno de los ejemplos de eso fue la convertibilidad de los '90, porque había estabilidad, pero también había apertura indiscriminada de importaciones y tasa de intereses y tarifas en dólares, lo que fue muy malo para la industria".

Con el foco puesto en la importancia del rol del Estado nacional sobre el sector privado, Cornejo sostuvo que "algunas provincias vienen haciendo una reducción de Ingresos Brutos que es el principal impuesto de las provincias y también es el más distorsivo", pero remarcó que "la mayor presión impositiva la lleva el Estado nacional".

Para cambiar esto, el mandatario mendocino planteó que "se necesita un gran pacto de reducción de la presión impositiva y una optimización del gasto público".

"El sector privado debe mantener bien alto la bandera de bajar impuestos, pero también exigir a su dirigencia que gaste bien", remarcó Cornejo.


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