El Congreso que viene: fragmentación, tensión y el desafío del mileismo tras las legislativas

El 26 de octubre, Argentina vota en unas elecciones que definirán el futuro político del gobierno de Javier Milei. Con un Congreso sin mayorías claras y un clima de desgaste por los escándalos y la crisis económica, las terceras fuerzas y los partidos provinciales se perfilan como los grandes árbitros del poder.

A dos años de haber asumido, Javier Milei enfrenta una prueba decisiva. Las elecciones legislativas del 26 de octubre pondrán a prueba no solo la fortaleza de La Libertad Avanza (LLA) en las urnas, sino también la capacidad del oficialismo de sostener la gobernabilidad en un escenario parlamentario marcado por la fragmentación y la desconfianza.

Según el Informe Pre Electoral 2025 elaborado por Directorio Legislativo, se renovarán 127 de los 257 diputados y 24 de los 72 senadores. El resultado será clave para determinar si el Gobierno logra aumentar su peso legislativo o si la oposición consolida su poder de bloqueo. La novedad institucional de este año será el debut de la Boleta Única de Papel, un cambio que busca simplificar el voto y reducir la manipulación partidaria.

Lo que se juega Milei en el Congreso

En la Cámara baja, La Libertad Avanza (LLA) es el bloque que menos arriesga: solo 9 de sus 40 bancas (22%) están en disputa. Esto significa que el núcleo libertario difícilmente pierda volumen parlamentario y podría incluso sumar nuevas bancas si mejora su desempeño electoral respecto de 2023.

El PRO, en cambio, enfrenta un desafío mayor: renueva 23 de sus 39 bancas (59%). Su peso político después del 26-O dependerá del resultado en distritos clave como Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires.

Entre las terceras fuerzas, los números son más delicados:

  • UCR: renueva 17 de sus 24 diputados (70%).

  • Coalición Cívica: 10 de 13 (77%).

  • Democracia para Siempre: 6 de 8 (75%).

  • Partidos provinciales: 12 de 15 (80%).

  • Encuentro Federal + Innovación Federal: 6 de 14 (43%).

  • Unión por la Patria (UP): expone 43 de sus 92 bancas (47%).

En total, los sectores moderados son los que más renovación enfrentan. El informe advierte que, si el electorado se polariza entre las dos principales fuerzas -LLA y UP-, el Congreso podría configurarse con menos espacios de centro y un mayor nivel de confrontación política.

El Senado: un tablero complejo

 En el Senado, el escenario es aún más complejo. El oficialismo no arriesga escaños, pero tampoco alcanzaría el tercio necesario para sostener los vetos presidenciales. Incluso con el apoyo del PRO, Milei quedaría a dos bancas de los 25 senadores requeridos. Del otro lado, el peronismo podría articular mayorías circunstanciales con fuerzas provinciales para condicionar la agenda oficial.  

La Cámara Alta renueva un tercio de sus bancas -24 en total-, correspondientes a los distritos de CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.

En este turno, La Libertad Avanza no pone en juego ninguna de sus 6 bancas actuales, lo que la coloca en una posición ventajosa.
En cambio:

  • Unión por la Patria arriesga 15 de sus 34 bancas (44%).

  • PRO: 2 de 7 (28%).

  • UCR: 4 de 12 (33%).

  • Bloques provinciales como Juntos Somos Río Negro, Movimiento Neuquino y Cambio Federal exponen la totalidad de sus escaños (3).

Aunque el oficialismo podría sumar hasta 10 senadores según las proyecciones más optimistas, seguiría a unas 10 bancas del tercio (25) necesario para sostener los vetos presidenciales.
Incluso con una alianza estable con el PRO, Milei quedaría dos bancas por debajo del "tercio defensivo", por lo que su gobernabilidad dependerá de la negociación permanente con espacios intermedios.

Escándalos, giros económicos y voto castigo

El año electoral estuvo atravesado por crisis políticas y mediáticas. Los casos $LIBRA (una presunta estafa con criptomonedas) y ANDIS (audios que involucraron a funcionarios en pedidos de coimas) erosionaron la imagen del Gobierno y reactivaron las investigaciones judiciales.
A esto se sumó el triunfo opositor en la Provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre, que encendió alarmas en la Casa Rosada: el peronismo demostró que su estructura territorial sigue vigente y puede frenar el avance liberal en el principal distrito del país.

El Congreso que viene: fragmentación, tensión y el desafío del mileismo tras las legislativas

Para contener el impacto, Milei aceleró acuerdos con Estados Unidos en busca de estabilidad cambiaria y respaldo internacional. El objetivo: evitar que la inflación o el dólar se convirtieran en el eje del voto castigo. Sin embargo, las tensiones institucionales -por el uso del veto presidencial a leyes sociales y universitarias- volvieron a exponer el aislamiento político del Ejecutivo.

El nuevo Congreso: más fragmentado y más activo

El informe prevé que, tras el 10 de diciembre, el Congreso presentará una alta fragmentación política. Ni el oficialismo ni la oposición alcanzarán mayorías estables, y los bloques intermedios -UCR, Unidad Federal, Provincias Unidas y fuerzas provinciales- serán determinantes en cada votación.

Una de las novedades de 2025 fue la expansión de herramientas legislativas que limitan el control del oficialismo. En lo que va del año se registraron 20 emplazamientos a comisión, 2 comisiones investigadoras (por LIBRA$ y las muertes por fentanilo), 5 decretos rechazados y 3 insistencias ante vetos presidenciales.
El tiempo promedio de sanción de proyectos bajó de 358 a 112 días, evidencia del mayor dinamismo opositor y del debilitamiento del Ejecutivo para frenar iniciativas contrarias.

Gobernabilidad en disputa

Con un Congreso atomizado, Milei dependerá de la negociación constante para sostener su programa. Su objetivo será alcanzar el tercio defensivo (87 diputados y 25 senadores) que le permita resistir vetos o juicios políticos. Pero para eso necesitará tejer acuerdos programáticos con sectores provinciales y moderados.

Si no logra ampliar su base parlamentaria, el oficialismo podría enfrentar un escenario de parálisis legislativa y una oposición cada vez más coordinada. En ese caso, el Congreso podría convertirse en el principal foco de resistencia a las reformas estructurales del Gobierno.


El Congreso que viene: fragmentación, tensión y el desafío del mileismo tras las legislativas

Esta nota habla de: