En el Calvario demócrata de EEUU, Biden resucitó

"Dejó de perder", señala hoy el portal Politico.com de EEUU. En tanto, The New Yorker ofreció datos de una fuerte recuperación del ex vicepresidente, frente a un Sanders que ganó, pero que parece molestar a todos por su izquierdismo.

Así lo titula el portal Politico.com de Estados Unidos: "Joe Biden resucitó". Y lo dice porque en las primarias de Carolina del Sur el ex vicepresidente simplemente "dejó de perder".

El dictamen de los caucus ya dejó una víctima en el camino: el multimillonario y filántropo Tom Steyer anunció su retirada de la carrera presidencial demócrata en Estados Unidos, después de quedar tercero en las primarias de Carolina del Sur, donde confiaba en hacer despegar su moribunda campaña.

Pero sobre Biden, Politico dijo que "su campaña siempre ha tenido un sentido saludable de fatalidad inminente. Tal vez sea la sensibilidad católica de muchos de los miembros de su equipo, pero ha sido notable en las conversaciones durante el último año. 'El fondo de todo esto podría caerse en cualquier momento', dijo uno en diciembre. En febrero, en los primeros tres concursos de nominación, el miembro del staff de campaña demostró haber dicho lo correcto".

La escala de la victoria de Biden en Carolina del Sur fue enorme. Entró en concurso detrás de Bernie Sanders en votos totales emitidos y delegados. Saldrá de Carolina del Sur, donde la participación superó a Iowa y New Hampshire combinados, con una ventaja en la votación popular y, según las estimaciones del sábado por la noche, cerca de media docena de delegados detrás de Sanders.

"Biden ganó 48% -20% sobre Sanders. Ganó a los votantes blancos cómodamente (33% -23%) y aplastó a Sanders entre los votantes negros (61% -17%). Ganó votantes de todos los niveles educativos. Incluso venció a Sanders entre los Independientes autoidentificados, un grupo central para el senador de Vermont", analizó Politico.

En tanto, el progresista The New Yorker también le dedica este domingo un espacio a Biden, que empezó la campaña como el preferido, pero que tardó en demostrarlo.

El periodista John Cassidy escribió: "Al menos en esta campaña, es un eufemismo decir que Biden no se ha destacado por su oratoria. Pero, como demostró en la convención demócrata de 2012, es capaz de dar un buen discurso en una gran ocasión, y esta fue posiblemente la más grande de su carrera política. Con su campaña quedando sin dinero, la victoria de Biden en Carolina del Sur fue una rara oportunidad para dirigirse al electorado demócrata en general antes del martes, cuando votarán catorce estados más, incluidos California, Texas, Carolina del Norte y Virginia".

Quedan muchas caras en carrera.

Burlas a Biden y a Bloomberg

Pocas horas antes de que se cerraran las urnas en las primarias demócratas de Carolina del Sur, Trump pronosticó que el vencedor en ese estado sería el exvicepresidente Joe Biden, como apuntaban las encuestas.

Sin embargo, dijo que no puede imaginar "a nadie más fácil de vencer" en las elecciones de noviembre "que a Joe (Biden), que no puede ni siquiera juntar dos frases cuando habla", e insinuó que el exvicepresidente tiene demasiados deslices mentales relacionados con la edad como para gobernar el país.

"(Joe) No es un comunista. En el caso de (el senador) Bernie (Sanders) hay dudas de que si lo es. Pero Joe está más en el medio, la diferencia es que Joe no va a estar dirigiendo el país, estará en alguna residencia y otros, que sí serán de izquierda radical, lo van a llevar por él", afirmó Trump.

También se mofó del exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg y de la cantidad de dinero que ha invertido para ganar las primarias demócratas, y se burló en concreto de su mala actuación en uno de los debates demócratas de este mes al esconderse detrás del atril.

"¡Sáquenme de este escenario!", exclamó Trump, que fingía así que era Bloomberg muerto de vergüenza por su pobre actuación en el debate demócrata de mediados de este mes en Nevada.

Miedo a los demócratas

El mandatario recurrió también a su habitual táctica de meter miedo ante la posibilidad de que un demócrata le arrebate el poder en noviembre, al reiterar que las políticas del partido opositor "convertirían rápidamente a Estados Unidos en una Venezuela a gran escala".

"Ellos (los demócratas) quieren quitarles a ustedes su dinero, sus opciones, su libertad de expresión, sus armas, su religión, su historia, su futuro y, en definitiva, su libertad. Pero nunca les dejaremos hacerlo", alegó.

El resto de su discurso fue una repetición de ideas familiares, como la crítica a las "ciudades santuario" que protegen de la deportación a los indocumentados, o la insistencia en que "México está pagando por el muro, y les parece bien hacerlo", a pesar de que el país vecino no ha pagado por ahora nada por el proyecto.

Y pareció dirigirse a esa parte del Partido Republicano al que no le gustan demasiado sus exabruptos o algunas de sus ideas: "Quizá no soy agradable, pero estoy haciendo un gran trabajo por ustedes".

"Estamos salvando a este país", clamó Trump.


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