Guillermo Moreno: "Fue Cristina la que dijo que Alberto era lobbista de Clarín"

El exsecretario de Comercio Interior cuestionó el manejo de la economía, remarcó que el impuesto a la riqueza no es viable, consideró que al ministro Guzmán le falta "calle" y cargó contra el presidente por priorizar la visión de los infectólogos: "Si fuera por ellos los bebés no tienen que gatear". También dedicó parte de la entrevista a Axel Kicillof.

G. Conte y S. Montiveros

"Fue Cristina la que dijo que Alberto era lobbista de Clarín. Está en el libro que escribió Sandra Russo. Si lo dijo Cristina, no hace falta que lo diga nadie más", lanzó el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en una entrevista en la que cuestiona distintas aristas del gobierno de Alberto Fernández, haciendo foco en el ministro Martín Guzmán: "Como dijo el Papa, es mucho más importante lo práctico que lo teórico".

-¿Por qué no está en el Gobierno?

-No son imprescindibles los hombres; de hecho, se murió Kirchner. Lo relevante son los proyectos y las políticas que se apliquen. Una vez definido el proyecto, cualquiera agarra la bandera y la lleva. El debate es si las políticas son acertadas o desacertadas.

-¿Son acertadas?

-Prepandemia, me llamó mucho la atención que el presidente dijera que tenía un plan económico, pero que era secreto. La realidad es que no lo tuvimos. Y si lo teníamos, yo lo hubiera anunciado el 10 de diciembre a la tarde. Después vino la pandemia, con otra definición particular del presidente: "Elijo la vida antes que la economía". Hay que decir que la vida tiene un componente material: no hay discusión sobre la necesidad de la comida, de la vestimenta... eso se llama economía. No hay antagonismo entre vida y base material, y la vida existe mientras tengas stock, si no no podés vivir. Esa definición hizo que el presidente tomara la decisión de dejar trabajando sólo a 4,5 millones de habitantes, lo que genera las consecuencias que ahora se ven, con números paupérrimos.

-¿Están las personas que tienen que estar en el manejo de lo económico?

-Es un poco extraña la manera en la que encararon la renegociación de la deuda. Es imposible negociar con un banquero y que no le digas cómo le vas a pagar. Por otro lado, Ricardo Alfonsín dijo que este gobierno tenía un plan económico radical... Si este plan, que sabemos que no existe, es radical, ya sabemos cómo termina: como terminaron todos los planes económicos de la dictadura para acá cuando lo ejecutaron los radicales. Por eso, en un aporte al presidente, el lunes le escribimos los lineamientos básicos de un plan económico peronista, contemplando la situación del mundo.

-¿Cómo describiría el contexto internacional?

-Hoy la contradicción en el mundo no es entre progresistas y neoliberales, sino entre dos tipos de nacionalismos, los que levantan muros y los que construimos puentes. Esto comienzo aproximadamente con la asunción de Donald Trump, porque inmediatamente retira a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico. A partir de ahí, ya no hay globalización, sino disputa entre dos tipos de nacionalismos, uno basado en un modelo europeo excluyente y xenófobo que levanta muros, y otro de inclusión, donde amás a tu bandera pero no por eso odiás a los vecinos. Ese es el que el Papa transmite. Desde esa dicotomía, aportamos soluciones dentro de la doctrina peronista: administrar el comercio interior y exterior, buscar equilibrios económicos y honrar los compromisos. 

-Ahí entra el tema de la deuda...

-...la discusión no es si hay que pagarla, porque de chiquito nos enseñaron que hay que cumplir con los compromisos. La discusión que hay que dar es quién pone la plata, y nosotros lo decimos: el sector grande terrateniente de la pampa húmeda. Son 1.000 familias que pueden poner la plata porque este año se van a llevar 7.000 millones de dólares. Lo que le bajás de facturación al productor, lo compensás reduciéndole costos con una ley de alquileres más una energía más barata.

-¿Qué opina del proyecto de impuesto a la riqueza que armaron Heller y Máximo Kirchner?

-No se puede poner un impuesto sobre la riqueza porque los impuestos se cobran sobre los flujos. Si vos estás en desacuerdo con la riqueza, el instrumento es la expropiación, no un impuesto. No hay que mezclar. Si esa riqueza no genera flujo, ¿cómo pagás? Si tenés que pagar impuesto por un departamento que tenés desocupado, ¿le llevás una mesada a la AFIP? ¿La grifería? Además, generás una tremenda situación para recaudar 3.000 millones de dólares con los que no vas a resolver nada, un "tole tole" innecesario. Mejor cobrale a los terratenientes de la pampa húmeda y con eso resolvés el tema externo.

-¿Conoce a los economistas que hay en el Gobierno?

-Del Ministerio de Economía no conozco a nadie. Es muy rara la conformación del ministerio, apenas se lo conoce "alguito" al ministro, que sabemos que es de Gimnasia y Esgrima y que vivía afuera. Pero yo me pregunto cuántas veces se habrá sentado a tomar un café con Moyano, con Yasky, con los productores mendocinos.

-¿Está preparado Martín Guzmán para el cargo?

-Como dijo el Papa, es mucho más importante lo práctico que lo teórico. Si a vos te regalaron un libro de cocina para que hagás los mejores platos, antes de un par de años no te salen ni ahí. Es la diferencia entre la receta y saber hacerla. Tu mamá ya tenía la práctica y no necesitaba la receta. Esto en economía es lo mismo: tenés un montón de conocimientos teóricos, pero nunca tuviste que discutir con un delegado, negociar aumentos de sueldos o ir a cobrar y que no te paguen; eso es la economía.

-¿Está de acuerdo con expropiar el Grupo Vicentin como pidió un grupo de dirigentes oficialistas?

-Soy uno de los pocos que defiende a la empresa. Esto lo impulsó Claudio Lozano, no es un muchacho muy... Acá hay una equivocación grande. Nosotros salvamos a General Motors en la crisis de 2008-2009; les dimos 220 millones, el Anses ganó plata y ellos pagaron antes la deuda. Es una empresa que, como miles de empresas, cayó en la trampa del Gobierno de Cambiemos. Lo que yo haría es lo mismo que hice con General Motors, cuando no sabían cómo seguir en 2009. Eso lo trabajé yo, lo hicimos juntos con Boudou que gestionaba la Anses. A los 3 años y pico General Motors había devuelto todo. Hay que hacerlo con Vicentin.

-¿Cómo lo califica a Kicillof?

-Los gobernadores hoy poco pueden hacer, esto se está definiendo en el Poder Ejecutivo. Me parece que todavía no despegó y en este contexto va a ser muy difícil. Cuando se estudie la economía argentina va a haber un claro ciclo de la convertibilidad que comenzó en 1991 y terminó en 2001, otro ciclo peronista que me parece exitoso que termina en 2013, y otro que comenzó con Kicillof y la devaluación de 2014  que está terminando ahora.

-¿Un ciclo que vincula a parte del kirchnerismo con el macrismo?

-Tiene que ver con la valorización del capital financiero especulativo, con Kicillof arreglando con Repsol, negociando con el Club de París y con los fondos buitre. Eso lo inició Kicillof y se está terminando. Sobre lo que viene, nosotros apostamos al reverdecer de un ciclo peronista y se lo pusimos arriba de la mesa al presidente.

-¿Ha hablado con Fernández ahora o en campaña?

-No he hablado. Hace muchísimos años que no hablo. Lo voté por voluntad partidaria. En el Gobierno que me tocó participar, las decisiones las tomaba el tándem Kichner-De Vido, ellos manejaban el día a día. Lo vi yo.

-Se dijo en su momento que Fernández era lobbista de Clarín...

-...fue Cristina la que dijo que Alberto era lobbista de Clarín, lo dijo en un libro, lo dijo Cristina. Está en el libro que escribió Sandra Russo. Si lo dijo Cristina, no hace falta que lo diga nadie más. Desconozco por qué lo buscó después (para ser candidato a presidente). Sandra Russo explica que el libro que escribió fue dictado por la presidenta y Russo sólo le dio forma literaria.

El libro lanzado en 2011. Allí, además de vincular a Alberto Fernández con Clarín, la expresidenta cuenta que el exjefe de Gabinete de Néstor no quería que ella fuese candidata en 2007.

-¿Cómo considera que Fernández manejó la crisis actual?

-Desde el desconocimiento que hay sobre el virus, se tomaron decisiones muy particulares. Yo no hubiese tomado decisiones desde el miedo porque después te terminan marcando casas de trabajadores infectados, por ejemplo. Perón enseñó que hay persuadir, no ordenar. 

-¿Les presta demasiada atención a los infectólogos?

-Viste cómo son los infectólogos: si fuera por ellos los bebés no tienen que gatear... Es la vida. Tu abuela, contrariamente, decía "dejalo que gatee que así va a crecer fuerte". Y pasaron 40 años y la que tenía razón era tu abuela. Yo supongo que el presidente empezó a tomar decisiones apremiado por la realidad. El otro día el ejemplo era Noruega, ahora la primera ministra dijo que se equivocaron. ¿Entonces qué decimos? ¿Que el modelo en realidad era Suecia? Cuando algo se desconoce, tiene que abrevar en la doctrina: copie lo que fue exitoso y sobre lo desconocido abreve en la doctrina: no conduzca con el miedo, no retire las fuerzas de trabajo. Para eso está la doctrina peronista, te ilumina desde los principios y valores.

Escuchá la entrevista completa del programa "La Picada", por radio Aurora:

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