Papelón internacional del Gobierno con la fallida licitación de la Hidrovía
Se trata del activo más importante que tiene la Argentina. Once empresas compraron los sobres para presentarse, pero solo ofertó una. No era lo que esperaba el Gobierno. Manuel Adorni iba a realizar la conferencia de prensa a las 11 pero recién apareció a las 17, luego de varios retrasos y no aceptó preguntas. Escribe Silvia Mercado.
El vocero presidencial iba a realizar su conferencia de prensa semanal (lejos quedaron las diarias) hoy a las 11, tal como había confirmado la oficina de comunicación de Presidencia. Más tarde se pasó a las 14. A las 13 iban a abrirse los sobres de la licitación de la Hidrovía y evidentemente el Gobierno esperaba anunciar quiénes se habían presentado, luego de una decisión muy difícil que tomó en el día de ayer de no posponerla, que era lo que recomendó el dictamen del organismo encargado de revisarla.
Evidentemente no tenían la mejor información de lo que podía suceder, porque a las 14 ya se sabía que solo había ofertado una compañía, la que se había presentado a la justicia argumentando que los pliegos estaban direccionados para que gane el actual operador, Jan de Nul.
La conferencia de prensa pasó para las 15, un tiempo necesario para elaborar una respuesta. Pero a las 15, se pasó para las 15.30. Luego para las 16. Y a las 16 nos pidieron 15 minutos más. A las 16.15 quedó para las 17, horario que finalmente fue respetado.
Milei se "oposiciona" encima al generar desconfianza
Era obvio que el problema era la caída de la licitación. Las empresas que competían son multinacionales, con grandes estudios de abogados que las respaldan, y la Hidrovía es el activo más importante que tiene la Argentina, la ruta fluvial por donde sale el 80% de las exportaciones argentinas, mayoritariamente de empresas extranjeras también. Y por donde las empresas paraguayas y las ubicadas en el sur de Brasil sacan sus productos.
Es la vía estratégica del cono sur, clave para el desarrollo regional y las cuentas del Tesoro nacional. Sin exportaciones agrícolas no hay retenciones, porque el complejo agroindustrial es el que todavía sostiene las arcas presupuestarias y donde la Argentina sigue teniendo cierta relevancia internacional, a pesar de todo lo que hicieron los gobiernos contra el campo.
En concreto, el Gobierno anunció que dará de baja la licitación de la Hidrovía Paraguay-Paraná y dará "intervención a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para que investigue la posible presión por parte de la única empresa oferente, Dredgign Environmental and Marine Engineering NV (DEME) o la existencia de una presunta asociación ilícita en perjuicio del Estado nacional y los productores argentinos".
Es la salida más ofensiva que encontraron las máximas autoridades de la administración libertaria para no aceptar ninguna responsabilidad en un fracaso que se constituye en un verdadero papelón internacional, sin comprometer penalmente a la cadena de mandos responsable, ni siquiera al propio vocero presidencial, que claramente esperó instrucciones precisas para evitar complicaciones.
La excusa que elaboró el Gobierno
"¿Cómo que la misma empresa que denunció direccionamiento en la licitación de la Hidrovía es la única que se presentó para manejar la Hidrovía?", posteó @MileiEmperador, la cuenta de John que se supone que es de Santiago Caputo, sindicado como responsable de la oscura licitación, ahora caída, que vuelve a dejar a la belga Jan de Nul a cargo de la operación.
Es el mismo argumento que usó el Gobierno en la conferencia sin preguntas. "La única oferta presentada fue la de DEME, que se ocupó de detener el proceso con denuncias sobre una supuesta falta de transparencia que no era tal y con falsos direccionamientos a través de manifestaciones públicas, reclamos administrativos y demandas ante la justicia", se expresó.
Por supuesto, no es lo que dicen las demás fuentes involucradas en el caso. "Mienten, las empresas tomaron la decisión de no presentarse porque el proceso está herido de muerte luego del dictamen de la PIA", aseguró una fuente involucrada en el proceso licitatorio.
Hablan del análisis de la Procuración de Investigaciones Administrativas que, con las firmas de los fiscales Sergio Ramírez y Luis Venditti, como auxiliar, remitieron al director ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Vías Navegables del Ministerio de Economía, Iñaki Arreseygor, con un dictamen lapidario, ya que cuestionó el mismo acto administrativo por el cual se autorizó el llamado a la licitación.
Se cometieron, según dijo la PIA, "errores u omisiones en que se incurre al redactar sus cláusulas pueden acarrear consecuencias de suma gravedad no solo en el trámite licitatorio, sino también en la etapa de ejecución". Advirtió, incluso, en torno a "serias y evidentes irregularidades en la redacción del pliego de procedimiento".
Leyendo, y muy circunspecto, Adorni dijo que "durante el procedimiento licitatorio sectores de la política, medios y sectores empresarios hicieron lobby en favor de sus propios intereses y le demandaron al Gobierno que baje los estándares técnicos del pliego, solo en beneficio propio", mientras que "se acusó al Gobierno de direccionamiento en favor de Jan de Nul, la actual dragadora de la vía, que hoy no presentó ofertas".
"Vamos a salir a investigar y a perseguir con todo el peso de la ley a aquellos involucrados en este intento de sabotaje del proceso licitatorio", garantizó Arreseygor, quien adelantó que "una vez cerrado este proceso, desde la agencia nos vamos a poner a trabajar en los nuevos pliegos de forma inmediata".
El caso brinda una muy mala imagen de la Argentina ante inversores del mundo, y muestra una gran inoperancia del Gobierno para encarar una licitación que sin dudas es compleja, pero imprescindible para mostrar una vocación de transparencia que, hasta ahora, no parece haber logrado.
Hay quienes aseguran que quien estuvo a cargo de las negociaciones fue el socio de "El Mago del Kremlin", Rodrigo Lugones. Nadie se lo quiso confirmar a Memo. Como sea, está claro que una cosa es elaborar relatos simbólicos para la batalla cultural y otra, muy distinta, hacerse cargo de una licitación de este porte.