Lucas Romero y las candidaturas testimoniales: "Yo estoy eligiendo a alguien que no va a ocupar el cargo, entonces ¿a quién termino eligiendo?"

El analista político Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, se refirió en el programa "Tenés que saberlo" por Radio Post 92.1 a la actualidad de los partidos políticos y la necesidad del Gobierno de construir consensos más allá de la polarización electoral.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

El año electoral va dejando algunas conclusiones, a pesar de que todavía falta el plato fuerte en octubre. La baja participación, la polarización y los candidatos testimoniales son algunos de los fenómenos observados en las primeras elecciones del año. El analista político Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió al actual escenario que atravesamos, con el descontento y descreimiento de la gente como uno de los puntos claves.

"Podríamos ver un síntoma en estas caídas en los niveles de participación respecto de qué tanto entusiasma la política, qué tanto entusiasman los políticos a la gente a cumplir con un compromiso cívico, porque en definitiva es una obligación, pero además uno debería sentirse contento de que uno puede elegir sus representantes, de que puede ir a ejercer ese derecho cívico, de participar, de que su opinión o su punto de vista esté reflejado en la representación política del sistema", comentó Romero.

El analista político señaló que en el cierre de listas se ven reflejados muchos de los vicios de la política y que estamos en un contexto muy particular: "Estamos en un contexto donde yo digo que todo el sistema de representación política está bajo reconfiguración, es muy difícil hoy establecer los límites entre los espacios: ¿dónde termina el oficialismo?, ¿dónde están parados el resto de los actores? Es una escena muy fragmentada. Las elecciones se han transformado en la instancia en donde los dirigentes políticos monetizan sus apoyos, capturan el recurso político que les permite después desplegarse en la escena y tratar de lograr lo que todo político busca: tener la mayor incidencia posible en el proceso de toma de decisión".

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Además, Romero explicó que las democracias modernas son sistemas pensados para que funcionen a través de los partidos políticos: "Son intermediarios entre la gente y el sistema. Los partidos políticos cumplen muchas funciones dentro de un sistema político: no sólo el de canalizar las demandas, que es la principal y la que naturalmente surge, son los que deberían introducir los temas que le preocupan a la gente para que el sistema encuentre las soluciones a esos problemas, sino también que son las organizaciones que promueven dirigentes, porque los partidos políticos deberían ser instancias en donde se eligen a los mejores y se le ofrece a la sociedad a los mejores para que los que terminen protagonizando el sistema sean los mejores, los que están capacitados, los que tengan integridad".

En esa línea, agregó: "La última función que cumplen y muy importante es ayudar a ordenar las preferencias, porque imaginemos una circunstancia en donde no hay partidos políticos, es un conjunto indefinido de personas que se ofrecen a la sociedad para que la sociedad los elija. ¿Qué es lo que puede ocurrir? La sociedad no tiene la información para ejercer una decisión de ese tipo, ¿qué persona elijo de todas estas que se me están ofreciendo que no tengo capacidad de conocerla, no sé quiénes son? No tengo una instancia de filtro que me ayude a discriminar entre las personas íntegras o las personas oportunistas que están buscando un cargo porque quieren sacar algún tipo de rédito individual. Los partidos cumplen allí una función central: son filtros, deberían funcionar como filtros para que nosotros, cuando vamos a elegir, tengamos una oferta acotada que nos permita discriminar qué es lo que tenemos enfrente para elegir, pero además que sea una oferta de calidad".

El director de Synopsis Consultores señaló que los partidos han fallado en el proceso de promoción de dirigentes y por eso se usan muchas candidaturas testimoniales: "Terminan abrazando la idea de que necesitan dirigentes que maximicen la capacidad de monetizar los apoyos. Como los dirigentes ya están en uso, para decirlo de alguna forma, los convocan testimonialmente para ver si pueden juntar más votos. Es un error porque así no funciona el sistema, porque desvirtúa el proceso de selección de dirigentes: yo estoy eligiendo a alguien que no va a ocupar el cargo, entonces ¿a quién termino eligiendo? Terminan ocupando los cargos personas que están largamente atrás en las listas, que no pueden ser visualizadas por el electorado, que no saben quién son, que no pueden ejecutar un análisis de calidad sobre esa oferta. Son trampas, artilugios, que surgen en un contexto donde cada uno trata de buscar cómo sacar mayor rédito, pero que desvirtúan la lógica de funcionamiento del sistema".

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Como ejemplo, colocó el caso de algunas secciones en Buenos Aires, en donde se eligen hasta 18 diputados: "Uno no puede tener capacidad de discernir sobre tanta gente que se le presenta muy lejana, no la conoce, no sabe quién es, no sabe qué calidad humana tiene, qué calidad dirigencial tiene. Ahí es donde debería aparecer el partido, el partido debería ser un filtro, pero aún así, malfuncionando los partidos, terminan siendo elegidos personas que, por ejemplo, protagonizan escándalos como el famoso escándalo del diputeta, o personas van al Congreso y terminan tirándose agua, insultándose en el recinto, no teniendo la mínima capacidad para sostener una idea, para defender una idea discursivamente".

El problema de la polarización

Sin embargo, advirtió que la sociedad "es parte del problema y no solo una víctima" y señaló que la polarización es "un gran engaño para la sociedad": "Son muy efectivas para las campañas electorales, son muy efectivas para la dirigencia política, sobre todo para quienes pueden polarizar, pero esta idea de reducir la interpretación de una realidad compleja a solamente dos opciones, es una trampa de quienes tienen la posibilidad de polarizar. El gran drama de las polarizaciones tiene que ver con que generan una coordinación de acciones entre rivales, logra algo que sería imposible, porque imagínense que dos actores que polarizan una elección es muy difícil que se sienten a acordar esa polarización, pero surge naturalmente por el incentivo de los dos la polarización, porque el elegir al otro como rival me sirve a mí para centrifugar el resto de las ofertas electorales de una elección".

Romero marcó que esto ha deteriorado la calidad de la elección y también del debate público: "Se supone que lo que tenemos que lograr nosotros como sociedad es tomar decisiones colectivas que resuelvan nuestros problemas. Y muchas veces en la polarización se simplifican los problemas, no se discuten realmente las razones del problema y las posibles soluciones, y se inviabilizan los acuerdos. Y la verdad es que cuando uno mira los problemas que atraviesa la Argentina, son problemas que requieren soluciones con amplios consensos sociales, porque acá no basta con la convicción de una persona".

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En esa línea, ejemplificó con el caso del gobierno de Milei: "El presidente dice ‘yo estoy convencido de que este es el rumbo', está muy bien, y tiene todo el derecho de creer que él tiene las soluciones, pero no alcanza con el pensamiento de un presidente, porque esto no es una monarquía. Desde el lugar un inversor que mira a la Argentina y mira los problemas que tiene la Argentina, lo que ese inversor está mirando para saber si va invertir o no, es si la sociedad argentina toma las decisiones correctas, no si un presidente viene con una idea y resuelve un problema. Lo que quiere saber es si hay sustento en el rumbo, y ese sustento es consenso social, con lo cual la polarización es una trampa para las soluciones del país".

Además, agregó: "¿Qué le está reclamando el mercado a Milei? Que avance con las reformas estructurales. Es muy interesante, porque Milei intenta transmitir que a partir del 10 de diciembre va a tener pleno control del proceso político. Eso no es así. Y tampoco vale la pena destacar que a partir del 10 de diciembre Miley pudiera tener los 86 héroes en la Cámara de Diputados para sostener todos los vetos, porque Milei no necesita un Congreso bloqueado, Milei necesita un Congreso funcionando".

En referencia a esto, Romero señaló que durante su primer mandato Milei fue el presidente que menos leyes pudo sancionar desde el regreso de la democracia y que este segundo año se perfila para ser aún más bajo: "Desde que Milei es presidente se sancionaron 52 leyes: de esas, 39 son correspondientes a iniciativas que estaban previas en el Congreso. Desde que Milei es presidente, solo salieron 13 leyes del Congreso, de esas 13 Milei veto o vetará 6. Y cuando analizamos el resto, tenemos la Ley de Bases y el Paquete Fiscal que se aprobaron el año pasado, tenemos un par de leyes vinculadas a la justicia penal; y después la suspensión de las PASO y poco más. No es eso lo que necesita Milei".

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Con esos números, el analista político señaló que si Milei quiere lograr el cambio que dice, necesita leyes: "La polarización puede ser efectiva para ganar una elección, pero es muy destructiva para la capacidad de construir consensos. Quiero destacar que este clima de opinión pública que construyó Milei, que es muy importante desde el punto de vista de los apoyos porque está recogiendo niveles de apoyos muy significativos incluso superiores a los que tenía Macri hasta la altura del partido. Ahora, del otro lado, hay un sector de la sociedad muy enojada al que Milei ha producido, a través de mucha provocación en muchos aspectos, un enojo que después destruye la posibilidad de diálogo con ese sector y de construir consenso: si el objetivo es destruir al otro porque tiene un virus mental, entonces estamos imposibilitando la posibilidad de consenso y de encontrar las soluciones".

En esa línea, marcó que las soluciones de la Argentina están en que el Congreso "funcione y sancione leyes": "Que realmente quienes quieran invertir en la Argentina vean que la sociedad argentina decidió cambiar de rumbo. Me parece que esto es lo que está dificultando mucho la naturaleza del proceso político, porque no deja de ser un proceso político que transcurre en un contexto de mucha fragilidad. La forma en que Milei está avanzando con muchas de esas reformas, que es una forma bastante frágil desde el punto de vista legal, sienta los precedentes suficientes para que si cambian las mayorías circunstancialmente, como ocurre en cualquier democracia del mundo, viene otro y deshace completamente con el codo lo que Milei escribió con la mano".

Finalmente, Romero explicó que Milei necesita leyes para avanzar con reformas y fortalecer el proceso de normalización de la economía, el cual no puede desconocerse: "A mí me gusta citar la crítica que hace Cristina en aquel famoso discurso con la voz en off de ella ya detenida en San José 1111, donde su advertencia fue ‘esto se cae' y es curioso que la crítica de Cristina sea ‘esto se cae' porque está implícito allí un elogio a lo que está pasando. Reconoce que hay algo bueno que está pasando, que esto sea mejor de lo que el Frente de Todos ofreció hasta el 10 de diciembre del 2023, entonces la forma de cuestionar lo que encuentra es advertir que esto puede caer. Uno no desconoce el proceso de normalización que está habiendo en la economía pero no parece ser un tránsito saludable el que está encarando este presidente con esta metodología y con el tipo de soluciones que estamos viendo de parte de la política", concluyó.

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