Javier Milei quiere que los jueces designados por decreto estén en la apertura de sesiones

El Gobierno se prepara para un sábado hot. Con los tiempos ajustados, no sabe si los nuevos cortesanos habrán jurado para entonces. El Presidente quiere verlos sentados en la galería de invitados, acompañando a los demás cortesanos. Escribe Silvia Mercado desde la Casa Rosada.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

Puede parecer un deseo obsesivo, o infantil, pero Javier Milei tiene un nuevo objetivo (o un nuevo capricho): dar el discurso del 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa con la presencia de los jueces designados por decreto, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, sentados en el palco para los invitados especiales, donde se sientan los integrantes de la Corte Suprema de la Nación, el otro poder del Estado, a escuchar al Presidente.

Pronunciará el discurso a las 21, y al mediodía asumirá el nuevo presidente de Uruguay, Yamandú Orsi. Pero no está previsto que viaje, y seguramente será el canciller Gerardo Werthein quien lo represente.

Aquí en Rosada, para el próximo sábado, se está preparando una jornada atípica, donde no habría que descartar que Milei sea quien le tome la jura a Lijo y García-Mansilla, si la Corte no acepta hacerlo.

Lo peor no es el decreto, es Lijo

El Presidente encontró el "tema Lijo" para salir de la parálisis en la que entró el viernes pasado, cuando a las 19.01 posteó en su cuenta oficial lo que la revista económica Forbes definió como "la estafa más grande de la historia", porque se trata de 4600 millones de dólares transaccionados en las primeras cinco horas, hasta que Milei lo borró y ofreció sus disculpas.

Lo que la semana pasada era una quimera, se activó después de las consecuencias del reportaje que le realizó el periodista Jonathan Viale para el canal de noticias TN, que obligó a su asesor estrella, Santiago Caputo, a hacerse responsable de la crisis. En el camino, quedó altamente herida la figura de Karina Milei, la hermana del Presidente, y del propio Milei, quien ya no podrá alegar que tiene "el culo limpio", como repitió en reiteradas oportunidades.

Por eso a nadie le sorprende que para superar el escándalo haya tomado el camino de un asunto tan complejo, en condiciones adversas, y -sobre todo- con tan poco tiempo.

¿Podrá garantizar que Lijo y García-Mansilla acepten esta designación?

Qué otros presidentes nombraron jueces de la Corte por decreto

¿La Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital avalará el pedido de licencia que, se supone, hará Lijo? Porque, como se sabe, todavía el Juez Federal no lo presentó.

En caso de que no lo avale, ¿Lijo renunciará?

En caso de que lo avale, ¿la Corte evitará pronunciarse?

¿No se judicializará el decreto antes de que la Cámara, la Corte y hasta Lijo expresen qué quieren hacer?

Por ahora, lo único que está confirmado es que los cortesanos aún no recibieron invitación para escuchar al Presidente en la apertura de sesiones ordinarias. En todo lo demás, se vienen días de extrema tensión e incertidumbre.



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