El gobierno obtuvo una tregua, pero deberá anunciar un plan para después de las elecciones
Si bien consiguió cambiar las expectativas de corto plazo, no lo hizo con las de mediano plazo, que son las que presionarán terminada la elección de octubre. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.
Como dijimos esta semana, Milei gastó su bala de plata con las últimas decisiones, tanto en cuando a la eliminación parcial de las retenciones como en cuanto a las negociaciones con el gobierno de EEUU para obtener un apoyo financiero que le de soporte y apoyo hasta 2027. Todo esto es bueno, pero falta conocer los datos completos. El mercado asimiló la sorpresa, pero espera cambios para después de octubre.
El gobierno había conseguido un favorable cambio de expectativas con estos anuncios, tanto que la cotización del dólar oficial bajó de $1515 a $1350 en el cierre del viernes. Para esto traccionó la confianza, pero también el ingreso de dólares de las cerealeras que comenzaron a liquidar sus declaraciones, lo que aprovechó el Tesoro para comprar unos us$600 millones.
Pero, como dijimos al principio, hay una suerte de euforia de corto plazo, pero hay una tensa expectativa en el mediano plazo, y esto es pensando en el día después de las elecciones. Es que, como muchos suponen, el gobierno de EEUU no actuó inocentemente. De hecho, hay cuestionamientos de legisladores norteamericanos contra una decisión que pagan los estadounidenses para beneficiar a un país que es un eterno perdedor de divisas.
Milei gasta su bala de plata para sortear la crisis
Uno de los temas interesantes es que no se le puede dar formato de préstamos al aporte del gobierno de Trump porque necesitaría aprobación del Congreso y, en estas circunstancias, sería difícil conseguirlo. Pero lo importante es no quieren correr el riesgo, que ya pasó con Caputo cuando les dieron el préstamo del FMI en el gobierno de Macri, que perdieron casi US$35.000 millones de dólares tratando de contener el precio de la divisa.
Para eso, la idea es constituir un contrato de swap de monedas, que es un sistema de intercambio que estaría sujeto a determinadas condiciones con la idea que sirva para reformar reservas y no para financiar fuga de capitales. Ante esto surge la expectativa se saber de qué manera el gobierno tendría herramientas para contener el tipo de cambio. Y la respuesta es muy simple: el gobierno deberá olvidarse de contener el tipo de cambio, debe eliminar las restricciones y dejar flotar la moneda sin bandas y el mercado solo irá encontrando sus niveles de equilibrio.
Por supuesto, cuando todos les han dicho que éste es el camino (EEUU y el FMI) el viernes salieron con una nueva regulación que prohíbe a los compradores particulares de dólares en el mercado oficial revenderlos luego en los mercados financieros, tanto en CCL y el MEP. Estos son canales para sacar dólares del país a través de bonos. Esto es posible porque sigue el mercado regulado por las bandas y, como ya hemos dicho, basta que haya una regulación para que muchos operadores quieran violarla.
Caputo: "Hablar de cepo es un disparate" y confirmó compras por US$1345 millones
Por supuesto la reacción de los mercados financieros no fue buena, bajaron los precios de las acciones argentinas y los bonos en New York. Y por supuesto ya se volvió a especular con vueltas al cepo parcialmente y toda una serie de cosas que el gobierno debe terminar de una vez, pero no aprenden.
Por si faltaba algo para embarrar más la cancha, la operación para que las cerealeras liquidaran divisas sin las retenciones terminó en 3 días y el 86% del cupo de los US$7000 millones se lo llevaron solo 6 compañías multinacionales, lo que generó el enojo total de las entidades y de los pequeños y medianos productores que no tuvieron tiempo de hacer ninguna oferta. Parecía un escenario preparado previamente para estos grupos que tuvieron tiempo de hacerlo rápido.
Pero otro problema se le generó con el gobierno EE.UU. porque, con esta operatoria, el gobierno argentino manipuló artificialmente los precios, generó una sobre oferta y el precio internacional de la soja cayó por este efecto, perjudicando a los productores norteamericanos de soja. Fue el secretario del Tesoro el que pidió al gobierno argentino cesar de inmediato con esta operatoria.
Barajar y dar de nuevo
El presidente Milei se encuentra ante una grave disyuntiva. Por una parte, generar cambios importantes en su política económica, sin que tenga que sacrificar el objetivo de superávit fiscal y baja de la inflación. Ese es un valor asumido por la población, que también valora que la baja de la inflación se haya sostenido. La otra alternativa es no hacer nada, no cambiar funcionarios ni cambiar políticas. Y el tránsito de la segunda mitad de su mandato será un verdadero infierno.
Evidentemente, el presidente debería estar planificando la segunda parte de su gestión porque, entre otras cosas, son algunas de las solicitudes que le hizo el gobierno de EEUU y el FMI. Además, hay que recordar que los aportes del gobierno de Trump son, hasta ahora, un anuncio, no se ha firmado ningún acuerdo y podría estar sujeto a revisión si no se cambia en la dirección sugerida.
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Por otra parte, el mercado ya está esperando un cambio de régimen cambiario y seguramente seguirán empujando detrás de un objetivo. Los operadores, en acuerdo con muchas exportadoras, están empujando por un tipo de cambio sustancialmente más alto y el gobierno debería dejar que hagan su juego y luego ver cómo el mercado encuentra su equilibrio, sin sacrificar reservas.
Por el momento deberá lidiar con las consecuencias de los estados nervioso sobre los precios. Con el dólar a $ 1515 se movieron muchos precios y habrá que ver de qué forma se traslada esta incertidumbre al sistema de precios. En realidad, hace un tiempo que los precios vienen presionados por los costos y los comerciantes estaban postergando su traslado para no perder ventas, pero algo estaría filtrando y habrá que ver en los índices que se publiquen en octubre.