Los auténticos picapiedras: "Trabajaba en el jardín de mi casa y hallé una ciudad subterránea"

La ciudad subterránea de Özkonak y, particularmente, su descubridor casual, que espera a los turistas en las inmediaciones, Latif Acar.

Gabriel Conte en Turquía

Latif Acar ya está en los libros de historia de Turquía, pero también de la humanidad. Corría el año 1972 cuando trabajaba en su jardín, en Özkonak, Turquía, y halló por pura casualidad que bajo sus pies se ocultaba una ciudad subterránea. 

"Hasta entonces, era el muecín de la mezquita y cambió mi vida para siempre", cuenta Acar en la puerta de lo que hoy es una visita obligada para quienes lleguen a la fantástica zona de Cappadocia, Capadocia o Kapadokya.

El descubridor está allí, en la entrada del museo que da cuenta de una construcción de hace más d 3 mil años, en tiempos bizantinos, y que podía refugiar bajo la tierra, escondidos, a miles de personas con animales, depósitos de alimentos, dormitorios y hasta cocinas subterráneas con chimeneas disimuladas y respiraderos ocultos.

Gabriel Conte con el descubridor, Latif Acar.

Gabriel Conte con el descubridor, Latif Acar.

Acar ataja a los que llegan y les cuenta la historia. Él mismo es un hallazgo para el visitante, ya que es un emblema de la ciudad. "Estuve a cargo del lugar desde que en 1973 el Estado lo asumió como propio y lo habilitó a las visitas", cuenta, a la vez que ofrece a la venta el libro con la historia de lugar, que lo tiene, por supuesto, como protagonista.

Como muezín era el encargado de convocar al rezo del Corán desde una de las mezquitas del valle de Göreme, pero su vida se transformó.

Un poco en cada idioma, Acar contó que lo que se halló primero fue una roca redonda, que tapaba el ingreso, a modo de puerta que rodaba, y que tuvo que haber sido construida en el mismísimo lugar.

Latif Acar en "su" cueva bajo tierra.

Latif Acar en "su" cueva bajo tierra.

La obra de unos auténticos picapiedras que luchaban por sobrevivir no tiene parangón. Se trata de intrincados pasillos, perfectamente diseñados, para cada actividad humana, buscando permanecer totalmente seguros y ocultos, en lo posible, a los ataques externos.

Y fue posible, contó Acar, gracias al tipo de piedra caliza, fácil de picar y moldear, y a la paciencia de los picapedreros que tardaban meses en concretar una habitación subterránea íntegramente en piedra, y sacar los escombros resultantes.

El vino de las piedras en Capadocia: un viaje en el tiempo

 La datación por radiocarbono, de restos de carbón dio una fecha de 3000 años, aunque a la ciudad se le calcula una antigüedad de 7000 años.

 Özkonak: La mezquita en donde trabajaba Acar y restos civilizatorios subterráneos todavía inexplorados.

 Özkonak: La mezquita en donde trabajaba Acar y restos civilizatorios subterráneos todavía inexplorados.

Todo el lugar es impresionante y dice muchas cosas solo con los hechos: proteger la vida, la identidad, sus creencias, sus bienes, sus familias. Pero también las costumbres, como puede verse en zonas cercanas de Zelve o Çavuin, en donde hay cavadas en roca bodegas para fabricar vino, pero también se extienden milenarios cuadraditos en las paredes en donde se sostenían palomares, al solo efecto de juntar sus defecaciones, un eficaz fertilizante para las muy viñas del desierto, que emergen del suelo volcánico.

Para los claustrofóbicos, es difícil mantenerse en el interior. No es suficiente tener valentía o interés, porque en algunos momentos, el techo se achica y es imposible continuar el recorrido sin agacharse.

De todos modos, es un dato de la historia de la humanidad con escasa difusión en Occidente y que da cuenta de muchas cosas, pero, fundamentalmente, del afán de supervivencia desde hace miles de años muchos más de los que tenemos en cuenta en los estudios escolares.

Impresionante ingeniería y arquitectura para sobrevivir bajo tierra.

Impresionante ingeniería y arquitectura para sobrevivir bajo tierra.

Gentil y protagonista, orgulloso de su azaroso hallazgo, Latif Acar acompaña, abraza, atrapa y cuenta, como puede, tomando una palabra de cada idioma. Lo demás que haya que conocer corre por cuenta de nuestra curiosidad.

Huecos de ventilación para que circulara el aire dentro de las cavidades.

Huecos de ventilación para que circulara el aire dentro de las cavidades.

El diseño de los interiores, en varios pisos. En el más cercano a la superficie tenían el ganado.

El diseño de los interiores, en varios pisos. En el más cercano a la superficie tenían el ganado.

Fabricaban sus vasijas y su propio vino y lo mantenían bajo tierra.

Fabricaban sus vasijas y su propio vino y lo mantenían bajo tierra.

 Özkonak: una ciudad arriba, otra abajo.

 Özkonak: una ciudad arriba, otra abajo.

La maqueta de la ciudad subterránea de los auténticos picapiedras hallada por Latif Acar.

La maqueta de la ciudad subterránea de los auténticos picapiedras hallada por Latif Acar.

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