Rusia desata un infierno sobre el Donbass
Uno de los departamentos del gobierno ucraniano indicó que sólo durante la última jornada, el ejército local repelió 7 ataques rusos en la zona de Donetsk y Lugansk, destruyendo más de una veintena de vehículos blindados, un avión de combate Su-30 y cuatro drones.
La atribulada historia de Ucrania ha retrocedido a 1943, cuando las llanuras de Donbás se convirtieron en el escenario de muchas de las batallas más sangrientas y brutales de la Segunda Guerra Mundial.
"Podemos decir que las tropas rusas han comenzado la batalla de Donbas, para la que se han estado preparando durante mucho tiempo. Han dedicado a esta ofensiva una gran parte de todo su ejército ruso. No importa cuántos soldados rusos traigan aquí, lucharemos. Nos defenderemos". Así anunciaba el lunes por la noche el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el inicio de la esperada arremetida de Moscú que da comienzo a una fase muy distinta de esta guerra.
Uno de los departamentos del gobierno ucraniano indicó que sólo durante la última jornada, el ejército local repelió 7 ataques rusos en la zona de Donetsk y Lugansk, destruyendo más de una veintena de vehículos blindados, un avión de combate Su-30 y cuatro drones.
Así se preparan los soldados ucranianos para la gran batalla del Donbás La embestida rusa se ha extendido desde las inmediaciones de Izyum, en el noreste del país, hasta Jersón, en el sureste, aunque en esta última región las tropas leales a Vladimir Putin tuvieron que replegarse tras sufrir graves pérdidas, según informaron las autoridades locales. Los prorrusos también han comenzado el asalto a la acería de Azovstal en Mariupol, reducto de la resistencia ucraniana.
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El gobernador de Lugansk, Sergei Gaidai, describió la situación como "un infierno" en un texto que publicó en su página de Facebook. Los rusos, apoyados por salvas masivas de artillería y aviación, han capturado ya la ciudad de Kreminna y ahora pelean por las villas de Roubijne y Popasna. Gaidai pidió la evacuación "inmediata" de toda la población civil de su región ya que la situación -añadió- es "muy grave".
Moscú cambió profundamente su estrategia para iniciar este ataque concentrando ahora en un pequeño espacio un total de 76 agrupaciones tácticas frente a las 120 que utilizó en el asalto inicial, dispersas a lo largo de una enorme línea que se extendía desde Bielorrusia hasta la Península de Crimea. Los expertos estiman que esas unidades suelen incluir entre 700 y 1000 soldados, lo que supondría que Moscú ha lanzado hasta un máximo de 76.000 uniformados al campo de batalla.
Sin embargo, Kiev mantiene que las fuerzas rusas siguen careciendo de suficiente personal y están obligando a la población de las villas capturadas a incorporarse a sus filas. Afirma que eso ha ocurrido ya en las zonas del Donbás y en Izyum.
Kiev tenía unos 30.000 soldados desplegados en la zona antes del inicio de la presente invasión, que han sido reforzados en las últimas jornadas por tropas provenientes del oeste.
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La región es un territorio de enormes espacios llanos propicios para los avances de las fuerzas blindadas y la acción de la artillería, lo que hace anticipar una confrontación todavía más sangrienta y brutal que la que se registró en torno a las zonas urbanas del norte del país.
Tanto Rusia como Ucrania disponen de un nutrido contingente de artillería pesada de origen soviético y nombres asociados a flores o árboles que quizás pretenden mitigar sus efectos letales: el obús Clavel de 122 milímetros, el mortero Tulipán de 240 milímetros o el cañón autopropulsado Acacia de 152 milímetros.
El gran riesgo que enfrentan las fuerzas ucranianas que defienden ciudades como Kramatorsk o Slovyanska es quedar cercadas en una amplia bolsa que les aísle de las líneas de abastecimiento procedentes del oeste del país, copiando el desarrollo de las grandes confrontaciones que se libraron allí durante la última guerra mundial. En aquel entonces, el ejército soviético quebró las líneas defensivas de sus adversarios alemanes en 1943 tras ganar el control de Stalingrado y aisló a sus militares en pequeños grupos que después aniquiló con sus cañones.