Qué importa y qué no de la elección del 26; quiénes perdiendo serán ganadores y los que desaparecerán
El análisis electoral a una semana de las elecciones de medio término, a cargo de Gabriel Conte en La Picada de los domingos, que tiene menos perlitas políticas y más datos, este domingo,
Hay una tensión de objetivos y miradas en torno a las elecciones del domingo 26 de octubre.
Al ser "de medio término", es decir, de renovación de bancas legislativas en sus tres niveles, nacional, provincial y municipal, no concitan el mismo nivel de interés y, con ello, de atención y, si se quiere, de preocupación que generaría la elección de cabezas del Poder Ejecutivo.
La tradición sociopolítica argentina sobredimensiona el valor de ese puesto único y de algún modo, desprecia el de los parlamentos.
El Partido Verde es el único que violó las normas de cartelería y Luján los multó
Sin valorar si esa fama de "vagos e inútiles que cobran mucho dinero" que se les asigna a los legisladores es por demérito de ellos o por incultura ciudadana de los votantes, o un mix, u otra causa, es una verdad: enojan las reelecciones, pero también desconciertan la aparición de inexpertos. En fin, un gataflorismo que es propio de la misma cultura.
En este punto, desgajando como si se tratara de una bergamota el proceso electoral (o deshojándolo como una margarita), hay que tomar las distintas miradas:
Importa
Mientras se discute eternamente un modelo como el uruguayo que elige todo cada cinco años y, en el medio, se gobierna sin interrupciones ni entretenimientos proselitistas, es una elección crucial, en este caso, para la continuidad del programa de Javier Milei. ¿Qué programa? El que sea, el propio, el de vuelta de página del anterior. Por ello, si el gobierno nacional no consigue un fuerte respaldo, el lunes le será difícil gobernar, más aun habiendo una dirigencia opositora que no esconde sus intenciones de derrocamiento y un empresariado que mira más la plata que la institucionalidad, como siempre, por lo que poco le importa quién esté "arriba".
No importa
Los que desdramatizan la situación dan cuenta de que es tan fuerte el peso de los poderes ejecutivos en la Argentina que un triunfo débil o una derrota como la que le asegura al mileísmo el poder comunicacional instalado (y su propia ineficacia para combatirlo), hará que todo siga igual, de mal o de bien, y que nadie caerá porque la sociedad ya no aguanta golpes blandos o disimulados, como el que le asestaron a Fernando de la Rúa, y que con el apoyo externo inédito (cosa que es real) la Casa Rosada podrá imponer su agenda y, con el miedo a la vuelta al kirchnerismo, reconstituirá músculo político a futuro, para sostenerse en pie hasta la próxima elección en la que se jugará la reelección o no del propio Milei.
Pero claro, hasta aquí se ha hablado nada más que de la agenda nacional, cuando abajo, en municipios y provincias, los que están en el poder se están desgarrando por saber el resultado del domingo y cómo tendrán sus legislaturas y concejos deliberantes, y de qué modo afrontarán el "síndrome del pato rengo" aquellos que vean su mandato ejecutivo cuesta abajo, y cómo se reposicionan los que tienen una reelección por delante: si la pelean o si desensillan hasta que vuelva a aclarar.
En este punto, a nivel Mendoza también hay una tensión de opiniónes, porque están en juego muchas cosas. Por ejemplo:
El liderazgo dentro de la UCR
Alfredo Cornejo ha tenido un segundo gobierno con menos octanaje que el primero, pero finalmente (¿tardíamente?) consiguió inyectar espíritu de gestión a fuerza del miedo a la derrota, eso que levanta muertos en el ámbito político, y puso a rodar fondos del resarcimiento por la Promoción Industrial (lo de Portezuelo, bah).
Es de los pocos que se alió a Milei. Cornejo ve cómo su partido se encamina hacia otra versión de Cambiemos que ahora se llama Provincias Unidas ("United States", según las traducciones maliciosas). Allí están sus pares radicales Maximiliano Pullaro, que algunos ya ven como sucesor de Martín Lousteau al frente de la UCR Nacional, el "perro cascoteado por Milei" Gustavo Valdés y el jujeño Carlos Sadir, que es una extensión de Gerardo Morales. Se aguantan o por alfosinismo melancólico o por venganza contra promesas inclumplidas de Milei. Y se juntan allí con el PRO de Ignacio Torres y el tan eterno como invencible (¿mejor o más bichos que el resto del PJ?) peronismo cordobés de Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
Sucede además que adentro de la UCR local se vivió un sisma, cuando Luis Petri se afilió a LLA y, en la raspadita de la ficha de afiliación se ganó ser cabeza de lista al Congreso, con Cornejo, demarchismo y partidos como el Renovador Federal adentro. Le sirve más para posicionarse como candidato a gobernador y disputarle el liderazgo a Cornejo que para cumplir un objetivo personal, ya debe abandonar "la lapicera" del gabinete nacional, que tiene como ministro de Defensa e irse a una banca que ya usó dos veces durante 8 años, nada nuevo ni especial para él.
Polarización porteña y dos sorpresas: el tercero y la fuga del peronismo
En la licuadora, Cornejo mete a sus propios nombres para ver si logra que cuaje alguno frente al emergente del Clan Suarez, los Kennedy de Mendoza, esta vez Ulpiano. Y por eso tienta a que se muestren Jimena Latorre, Natalio Mema, Tadeo García Zalazar y hasta impensablemente Jani Molero, el intendente de Alvear. Por sí solo debe decidir si le da y si anota ahora o no Marcos Calvente, con vida propia y vinculado a quien quiera vincularse a futuro, "¿por qué apurarse?", piensa.
El futuro del peronismo
El Partido Justicialista volvió a usar su nombre verdadero y dejó atrás las máscaras con las que tuvo que disfrazarse después de ser protagonistas de gestiones olvidables. Pero sabe eso, como Mirtha: "el público se renueva" y los desatinos (algunos gravísimos) de su pasado gobernando Mendoza han quedado precisamente en el olvido.
Un partido que no lleva candidatos confirmó a quiénes apoya: 5 razones
En ese sentido, hay un armnisticio interno. Llegaron a presentar cuatro bloques enfrentados en las PASO por la gobernación y esa vez, la frase de Antonio Cafiero formulaba una analogía entre gatos en celo con trifuncas peronistas que sentenciaba que "no estamos peleando, nos estamos reproduciendo", no se cumplió. Sacaron el peor resultado de su historia.
Hay quienes dicen que el próximo domingo, cuando La Libertad Avanza junto a Cambia Mendoza no lleguen al altísimo 71% que marcó la vara de la segunda vuelta presidencial, el "gran ganador", aun perdiendo, será el peronismo, si supera el 20% y aun metiendo en Diputados a un solo legislador. Si llegaran a entrar dos y dejar afuera las pretensiones tanto de Mario Vadillo como de Jorge Difonso de terciar en la elección, el "triunfo en la derrota" será mayor, porque también festejará el kirchnerismo y La Cámpora que llevan a Marisa Uceda detrás de Emir Félix, ya que Anabel Fernandez Sagasti prefirió quedarse en su banca de senadora y enviar a una de las suyas a la lista.
Si el peronismo logra mostrar eso, empieza la batalla interna por elegir al candidato a gobernador, porque estarán entusiasmados con tal posibilidad.
Vendrán otros dos años de campaña permanente...
Derrotas muy determinantes
Así como dijimos que el radicalismo puede sufrir un desgaste mayor aun perdiendo, que el peronismo mendocino puede sentirse "el gran ganador" aun no ganando, hay otros que se verán totalmente desfasados de la actividad política, como alguna vez le pasó a Omar De Marchi, a quien la gente le dijo tantas veces que no, que tuvo que darse cuenta de que no cuadraba con los requisitos que la ciudadania les pide a sus políticos.
¿Quiénes pueden caer en saco roto? Una lista:
El riesgo extremo del PRO
Si Provincias Unidas en Mendoza no consigue colocar a Difonso en el Congreso, será una debacle para sus integrantes. Lo que pasa es que esa caída no impactará igual a todos, ya que algunos están acostumbrados a andar a la altura del suelo: partiditos, sellos, perdedores de todas las elecciones.
Pero lo que queda del PRO tras la ruptura de Hebe Casado, la entronización de Gabriel Pradines, por impericia, inexperiencia o lo que haya sido, se quedó afuera de todas las alianzas y se sumó como "adherente" a la fuerza que representa la versión residual de otros dos fracasos anteriores, Vamos Mendocinos y La Unión Mendocina.
El PRO quedó desdibujado totalmente y depende de que algunos de sus pocos candidatos consiga meterse en algo, una banca de concejal, de legislador; lo que sea. Se embarcó en una balsa antimilieísta justo después de haberse adaptado a un "mileísmo externo" a LLA y de sacarse muchas fotos con Mauricio Macri, que parece volver al seno de lo acuerdos con el gobierno nacional.
Le quedan dos chances: que Álvaro Martínez, que come del mismo plato que sirvió De Marchi en el PRO mendocino para él, Pradines y el intendente de Luján, Esteban Allasino, y que va en la lista de Cornejo, explique y convenza a sus afiliados de que esa fue una "jugada maestra sumamente calculada" como para salvar al macrismo, o que el propio jefe comunal de Luján genere otra cosa. Allasino desdobló y votarán concejales en febrero en su comuna y podrá jugar como opción meramente municipal, integrarse a otros, reunir nuevamente a todos los que se repartieron (menos una, Casado) o inclusive, irse de donde está.
Caso contrario, toda la experiencia del PRO en Mendoza, que en su momento fue un refugio para los que no lograban nada siendo del PD o para aquellos que realmente creían en una alternativa emprendedora y liberal, desaparecerá mezclados con el peronismo cordobés, el socialismo vernáculo o los sindicalistas del Papa...
El resto
- ¿Hacia adónde les queda saltar tanto a Vadillo como a José Luis Ramón? El primero, con el Frente Verde, tiene chances de pelear el tercer lugar, pero el amor platónico no paga: deben meter legisladores. Ya no alcanza con solo exhibir un caudal importante de votos, sino que eso sea un cauce hacia un dique de contención ciudadana sólido y real. Allí se especula desde Libres del Sur que los radicales que no se bancan la alianza con los libertarios podrían dejarles su voto.
- En cuanto a Ramón, nada es auspicioso, más aun intentando salvarse junto a Daniel Orozco, que más tarde o más temprano será visto recorriendo los Tribunales por su gestión en Las Heras.
- Los demócratas estaban muy ilusionados por haber sido la nave en que Javier Milei llegó a la presidencia. Y no es exagerado decirlo. El PD le ofreció un instrumento electoral con el que no contaba. Pero claro, también le puso a Victoria Villarruel.... Ahora quedaron afuera de todo. Tenían dos diputados nacionales, Mechi Llano y Facundo Correa Llano, pero el segundo se les fue a LLA y es el delegado de Karina Milei en Mendoza. La primera, amenazó con "romper la alianza de Cornejo con Milei", pero no se le dio y los que quedaron afuera fueron ellos. Ahora se unieron a los primeros libertarios, previos a que Milei se declarara como tal, y tienen un frente que lleva como candidato al Congreso a un empleado de la diputada Llano, Gabriel Sottile. Han sumado algunos valores buenos en el uso de redes sociales e, inclusive, se muestran más mileístas que Cornejo, que nunca lo fue del todo, por cierto. Dependen de que convenzan al electorado de que son "los originales". O que confundan con los logos.
- Queda el FIT, ya que el Partido de los Jubilados solo compite a nivel Mendoza. En el caso de la izquierda, han demostrado un leve crecimiento y las encuestas demuestran que les quitan nivel de "oposicionismo" al peronismo en CABA, por ejemplo. Hay tanta oferta opositora que, al final, o se atomiza y pierden todos, o se concentran en los que puedan meter uno o más legisladores.