Atención escuelas: Charla sobre "Drogas, daño al presente y al futuro"

El encuentro denominado "Drogas, daño al presente y al futuro" estará a cargo del Dr. Sergio Saracco, presidente de la Asociación Toxicológica Argentina y coordinada por el Prof. José Jorge Chade, presidente Honorario de la Fundación Bologna Mendoza.

La Fundación Bologna Mendoza con el auspicio de Memo, la Legislatura de Mendoza y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO invitan a la última charla del ciclo Cultura y Sociedad, charlas abiertas a la comunidad para el día 10 de noviembre a las 18 en el Auditorio de la Legislatura, Peatonal Sarmiento 295 de la Ciudad de Mendoza. 

El encuentro denominado "Drogas, daño al presente y al futuro" estará a cargo del Dr. Sergio Saracco, presidente de la Asociación Toxicológica Argentina y coordinada por el Prof. José Jorge Chade, presidente Honorario de la Fundación Bologna Mendoza.

Este último encuentro del año reviste una primordial importancia social y por ello queremos que esta información e invitación convoque muchas personas porque en temas como éste es muy importante conocer, para entender de que cosa se trata.

Conocer sobre los efectos de las drogas sobre la salud y sus riesgos tiene como objetivo reducir las consecuencias negativas que acompañan al uso y abuso de estas sustancias psicoactiva, tanto para las personas que se vuelven dependientes, como para toda la comunidad que sufre de una manera directo o indirecta sus efectos negativos.

Las medidas de prevención contra las adicciones se dividen en varios niveles:

- Medidas para la promoción de la salud en general.

- Prevención.

- Reconocimiento e intervención temprana.

Estas herramientas son cruciales y la clave para promover estilos de vida saludable, que apuntalan y ayudan a reducir los riesgos asociados con las problemáticas de consumo de drogas, como el alcohol y otras sustancias psicoactivas, y demás adicciones conductuales.

La educación y la sensibilización son las primeras formas de prevención

La base de la prevención de las adicciones es la educación y la sensibilización: informar a las personas, especialmente a los adolescentes,jóvenes, personas gestantes y a las familias, sobre los riesgos y las consecuencias asociadas al uso y abuso de sustancias psicoactivas, información que sin dudas puede ayudar a disuadir su consumo de estas sustancias nocivas para la salud. Se deben implementar campañas de información, programas escolares y materiales educativos para crear conciencia sobre la temática y sus riesgos.

El grupo de edad en el que es necesario ser más incisivo para reducir el fenómeno de la drogadicción según expertos es el comprendido entre los 12 y los 18 años, es decir, la adolescencia. Esta fase, de hecho, es un momento de transición donde el cuerpo y la mente son modificados por numerosos cambios fisiológicos: es un período de descubrimiento y de mayor propensión al riesgo con una baja conciencia de las consecuencias de sus acciones y, sobre todo, uno no tiene la percepción de un daño a largo plazo a su salud.

Por estas y otras razones, cuando un adolescente se topa con una sustancia psicotrópica puede decidir probarla sin demasiados escrúpulos, atraído por los efectos eufóricos, estimulantes o sedantes que prometen y que siente.

Aunque el uso ocasional de una sustancia no necesariamente se convierte en adicción, su uso tan temprano aumenta la posibilidad de que se convierta en una fuerte dependencia en el futuro. Por no hablar del daño neurocognitivo permanente estas sustancias pueden dejar en un cerebro en pleno proceso madurativo.

Promoción de la salud

Se ha dicho que la base de la prevención es la educación y la sensibilización: ambas se centran en la promoción de la salud, es decir, en permitir que las personas tengan control sobre su salud y la mejoren si es necesario.

La promoción de la salud tiene como objetivo fortalecer los recursos individuales de cada persona, identificando estos últimos como factores protectores frente a la adicción y problemas relacionados.

Por recursos individuales entendemos habilidades psicosociales, como la capacidad de resolver problemas con las propias capacidades o el fortalecimiento de la autoestima, que permite afrontar uno de los factores de riesgo más peligrosos, como es la presión ejercida por el grupo de iguales.

Además, se destacan todos los aspectos positivos de adoptar un estilo de vida saludable y activo centrado en el ejercicio físico, una dieta equilibrada y un descanso adecuado. Es importante destacar cómo todo esto puede favorecer el bienestar general y reducir el uso de sustancias nocivas para afrontar el estrés.

Prevención

La segunda herramienta se llama simplemente prevención y se refiere a todas las medidas de prevención, tanto desde un punto de vista conductual como estructural, cuyo objetivo es prevenir, o al menos reducir, las conductas de riesgo.

La prevención conductual se refiere al conjunto de acciones que tienen como objetivo influir en el conocimiento, la actitud, la motivación y el comportamiento. Todas las actuaciones que se realicen en este ámbito tendrán que adaptarse en función del colectivo de personas a las que van dirigidas, tanto en los contenidos como en la forma de mostrarlas.

Las medidas estructurales o regulatorias están representadas por prohibiciones, leyes y sanciones con la intención de desalentar el uso de sustancias. Ejemplos de ello son la prohibición de la venta de alcohol a jóvenes menores de 16 años o los elevados precios de los productos que contienen tabaco.

Por último, es necesario identificar posibles factores de riesgo como problemas de salud mental, aislamiento social, presiones sociales, abuso de sustancias en la familia o entre amigos: abordar estos factores puede ayudar a reducir la vulnerabilidad de los jóvenes a las drogas o a los comportamientos nocivos en general (adicción al juego, o adicción a los videojuegos o al celular).

Reconocimiento e intervención temprana

En el último peldaño en la escalera de las acciones de prevención contra las drogodependencias se encuentra el RIP o Reconocimiento e Intervención Temprana. Las actuaciones emprendidas en este ámbito tienen como objetivo detectar lo antes posible condiciones desfavorables y/o conductas problemáticas para identificar las mejores herramientas de intervención antes de que los daños generados por la adicción sean graves o irreversibles.

Estas pueden incluir limitaciones a la libertad individual y a la responsabilidad educativa de los padres.

El papel de la familia en la prevención de las drogodependencias

La familia juega un papel fundamental en la prevención de la adicción: un entorno de apoyo, una comunicación abierta y relaciones positivas dentro de la familia pueden ayudar a reducir el riesgo de adicción en los jóvenes. Los padres siempre deben estar alerta a las señales de problemas e intervenir rápidamente para ofrecer ayuda y apoyo.

Los signos que hay que vigilar son tanto los cambios físicos de su hijo, que van desde una pérdida excesiva de peso o un aumento de volumen, hasta los ojos rojos y la sudoración excesiva, o cambios del carácter o costumbres. Estos últimos incluyen ciertamente un cambio repentino en el rendimiento académico y la tendencia a la apatía, que se manifiesta con la tendencia a aislarse cada vez más de las amistades y a abandonar las propias pasiones y aficiones sin una motivación convincente.

Ignorar los episodios iniciales de consumo sin intervenir, es la parte más difícil de la prevención y es responsabilidad de la familia.

Es clave no interrumpir el canal de comunicación entre padres e hijos que, especialmente durante la adolescencia, es la herramienta más eficaz contra cualquier tipo de conducta problemática.

Pida ayuda inmediatamente cuando sospeche o piense que está ante una problemática de consumo.

La intervención temprana es fundamental para evitar daños físicos y mentales provocados por el uso y abuso de sustancias, y conductas patológicas en el caso de la adicción al juego.

Cuando un adolescente desarrolla una adicción, muy a menudo los padres no saben cómo afrontar el problema y, en algunos casos, fingen no verlo. Lo correcto, sin lugar a dudas, es pedir ayuda a un profesional de confianza, quien podrá darle las referencias adecuadas, según el caso, de un especialista o un centro de prevención y abordaje de las adicciones, autorizado, en los cuales se proponen diferentes tipos de terapias y herramientas, dependiendo de cada caso en particular. Desde terapia cognitivo-conductual hasta terapia familiar, entre otros, en definitiva, estos centros brindan a los jóvenes y a sus seres queridos elementos y estrategias varias para poder recuperarse de este enfermedad, que son las adicciones.

Reiteramos la invitación a participar y a hacer extensiva esta invitación a familiares y amigos.

Prof. Mgtr. Aldo Sergio Saracco, médico

Presidente Asociación Toxicológica Argentina - ATA

Jefe Departamento Toxicología, Ministerio Salud - Mendoza

Director Carrera de Especialización en Medicina Legal, FCM, UNCuyo

Director Curso Universitario de Posgrado Emergencias, Trauma y Desastres, FCM, UNCuyo

Prof. Titular Cátedra Toxicología, FCM, UM

Prof. Asociado Cátedra Urgencias FCM, UM

Prof. Titular Cátedra Química Toxicológica y Legal, FFyB, -UMaza

Prof. Adjunto Área Medicina Legal, FCM, UNCuyo

Exdirector Observatorio de Salud Pública y Problemáticas de Consumo, UNCuyo

Exministro Salud del Gobierno de Mendoza

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