La tapa de The New Yorker de mañana

Para la portada del número de innovadores de este año de la revista The New Yorker, Anita Kunz eligió representar a los graduados que abandonarán la escuela y entrarán en una economía cojera en uno de los momentos más extraños y difíciles de la memoria. 

La publicación, dialogó con la autora, que vive en Toronto, Canadá.

- Los estudiantes que has representado tienen personalidades tan distintas. ¿Cómo elegiste a quién dibujar? ¿Encuentras inspiración de las personas que ves en la vida real o en las fotos?

- Dirijo talleres de ilustración y doy un poco de enseñanza. Los estudiantes que enseño provienen de una amplia gama de etnias, culturas y orígenes, por lo que quería honrar sus similitudes y también sus diferencias. ¡Ha pasado mucho tiempo desde que era estudiante, y siempre me sorprende lo brillantes que son! Parecen mucho más avanzados intelectualmente que yo a su edad. Y siento compasión por que se gradúen en un momento en que hay tanta incertidumbre. No puede ser fácil para ellos.

- ¿Cómo fue tu propia graduación? ¿Te pusiste una toga y birrete?

- No, me gradué de una universidad de arte, ¡fue bastante informal!

- ¿Qué es lo que más extrañas de la ciudad de Nueva York? ¿Esperas volver una vez que vuelva a abrir?

Viví en Nueva York durante varios años, y solo renuncié a mi apartamento en West Village hace unos años. Extraño mucho la ciudad. No hay ciudad como Nueva York. Volveré tan pronto y tan a menudo como pueda cuando todo esto termine.

- ¿Ha aparecido el tema de la pandemia en su otro trabajo durante este tiempo?

- Es imposible no verse profundamente afectado por ello. Pero estoy usando este tiempo de inactividad en mi enseñanza para trabajar en un proyecto personal.

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