El lingote alcanzó nuevamente los U$S 4.000 por onza y acumula una suba del 50% en lo que va del año gracias a la compra de bancos centrales y a la estrategia de cobertura del mercado.
Según un informe de la app de inversiones Buenbit, el mercado cripto vive una etapa de contrastes entre señales políticas favorables y debilidad estructural, mientras el oro se consolida como refugio ante la inflación y podría seguir al alza hasta 2026.
Impulsado por la expectativa de recortes en las tasas de la Reserva Federal y la búsqueda de refugio ante la incertidumbre económica, el oro superó los 4.000 dólares por onza por primera vez en la historia y acumula una suba del 51% en lo que va del año.
El oro alcanzó un nuevo récord histórico al superar los U$S3.790 por onza, impulsado por la incertidumbre geopolítica y expectativas de recortes de tasas de la Fed. La demanda de refugio y la suba de otros metales como plata, platino y paladio refuerzan la tendencia alcista.
Tres criptomonedas emergentes prometen triplicar la inversión hacia 2026. Innovación, comunidad y gamificación las convierten en opciones que desafían al clásico refugio financiero.
El metal precioso alcanzó un nuevo máximo histórico impulsado por las expectativas de un recorte de tasas en Estados Unidos tras los débiles datos laborales. En lo que va del año acumula una suba del 44% y se consolida como el activo refugio preferido de los inversores.
La alta demanda de los bancos centrales de todo el mundo llevaron el valor del metal a niveles récords. La tensión creciente en Medio Oriente lleva a los inversores a buscar refugios seguros.
En caso de emergencia o derrumbe durante las tareas de explotación en una mina subterránea, los refugios mineros, son claves para poner a resguardo a los operarios.
Memo visitó el departamento de Jáchal, San Juan, para conocer de primera mano las operaciones de la mina que opera comercialmente desde 2009, con producción de oro y que tiene potencial hasta al menos 2050
Con caídas del euro y el oro, el dólar repuntó y cerró en alza tras varios días de caídas. Especialistas señalan que se debe a una corrección y que no es significativo.
Entre el ataque de Trump a la confianza en el dólar, su pelea con el presidente de la Reserva Federal y el contraataque chino a presiones de EEUU a otros países, el metal se vio expuesto a un vértigo que lo hizo oscilar.
El metal se había acercado a los u$s 3.200, pero hacia el final del jueves cedió 1,18% y cerró a u$s3.128,30 por onza. En total, ha avanzado más de u$s500 en lo que va del año.