Inclusión laboral +50: diagnóstico y desafíos estructurales en el Día del Trabajador

En el Día del Trabajador, la mirada sobre los mayores de 50 años que siguen trabajando. Escribe Gabriel Piconero.

Gabriel Piconero
Periodista. CEO & Fundador de RedEmprende.com.ar.

En el marco del 1° de mayo, Día Internacional del Trabajador, resulta imprescindible ampliar la mirada sobre quiénes integran el mundo del trabajo y cuáles son sus desafíos. 

En una Argentina marcada por la transformación constante del mercado laboral, un segmento etario históricamente relegado comienza a reclamar su lugar: las personas mayores de 50 años. 

Lejos de representar una etapa de retiro o disminución productiva, muchos hombres y mujeres de esta franja encuentran en el trabajo -ya sea como asalariados o emprendedores- una fuente de propósito, estabilidad y reinvención.

Una presencia activa, pero desigual

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC), el 59,9% de las personas entre 50 y 59 años participa activamente del mercado laboral. Sin embargo, la caída respecto a tramos más jóvenes es evidente: la tasa de actividad entre 30 y 39 años supera el 77%. A partir de los 60, la caída se acentúa drásticamente: un 67,9% de los mayores ya no participa en el mundo del trabajo.

En este Día del Trabajador, es pertinente recordar que la inclusión laboral debe contemplar la diversidad etaria. La participación masculina cae abruptamente luego de los 50, y si bien la actividad femenina ha alcanzado niveles históricos (superando el 52% en 2023), persisten fuertes brechas: en subocupación, por ejemplo, las mujeres duplican a los hombres (12,5% vs 8%).

Además, el nivel educativo también marca diferencias estructurales. Quienes no terminaron el secundario tienen cinco veces más posibilidades de emplearse en la informalidad respecto a quienes poseen formación terciaria o universitaria.

Edadismo: la barrera invisible

Más allá de los números, el gran obstáculo sigue siendo cultural: la discriminación por edad o "edadismo". Según estudios privados, apenas entre el 15% y el 35% de las empresas consideran candidatos mayores de 50 años en sus búsquedas laborales. Un dato más crudo: el 61% de los trabajadores cree que la edad impacta negativamente en sus posibilidades de conseguir empleo.

Este 1° de mayo también debe servir como oportunidad para visibilizar y combatir este tipo de discriminación, que priva al mercado laboral de talentos valiosos y a miles de personas de la posibilidad de seguir desarrollando su vocación y sostén económico.

Reinvención profesional: de juniors +40 a silverpreneurs

En este contexto adverso, muchos mayores deciden reinventarse. Se forman en nuevas habilidades (tecnología, UX/UI, programación, inteligencia artificial) y regresan a estudiar como "juniors +40", combinando experiencia con aprendizajes frescos. Iniciativas como SilverTech Córdoba, desarrollada por Microsoft y gobiernos locales, ofrecen formación gratuita y acompañamiento a este segmento.

También crecen los "silverpreneurs": mayores de 50 que apuestan al emprendedurismo. Desde oficios y servicios personales hasta consultoría o negocios digitales, este colectivo busca canalizar su experiencia en proyectos propios. Programas como el monotributo social, los créditos "CreAr" o planes provinciales como "Potencial +55" en CABA apuntalan estas iniciativas.



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