Pigna y Saborido: un show peronista, apto para todo público
Anoche se presentó "Historias Argentinas" con Felipe Pigna y Pedro Saborido en el Teatro Plaza. Lo que generó y dejó el espectáculo.
El show "Historias Argentinas" protagonizado por el historiador Felipe Pigna y el guionista, escritor y humorista Pedro Saborido, convoco a llenar la sala del Teatro Plaza en Godoy Cruz, que en numerosos momentos estalló en aplausos espontáneos y pedidos desde el escenario como complemento del espectáculo, pero también origino carcajadas y hasta cánticos, como el dedicado al ritmo de "Guantamera" a Karina Milei: "Alta coimera... Karina es alta coimera...".
No fue un show despolitizado ni tenía por qué serlo. Pero tampoco fue una tribuna de adoctrinamiento, a pesar de las presencias notorias de dirigentes y militantes del Partido Justicialista en la sala, que celebraron más acentuadamente las referencias peronistas de Saborido y las anticapitalistas de Pigna, sintiéndose -por fin- como peces en su pecera, en una Mendoza que en los últimos años les ha resultado arisca, electoralmente hablando.
Una noche antes, Saborido se había reunido con los candidatos de Fuerza Justicialista Mendoza Emir Félix y Marisa Uceda en la sede del sindicato UPCN, en donde testigos presenciales hablaron de un salto "desde el clima de velorio al de la mística tradicional". De hecho, esta vez, después de muchos años, la palabra "justicialista" está en el nombre de la lista, tras una larga serie de nombres de fantasía (que no funcionaron).
Pigna centrado en las noticias falsas de la historia no decepcionó. Por el contrario, al plantear los temas desconocidos del devenir histórico argentino generó un canal de innovación y curiosidad, en formato stand up, de altísimo valor.
Por su parte, Saborido dio una lección de habilidad e inteligencia, cuando muchos prejuiciosos podrían haber esperado de un militante poco más que conceptos propios de los "cabeza de termo".
Por eso el show dejó sembradas semillas en tierra fértil: fue bueno, fue para todos, se revolvió en la memoria de peronistas que se han olvidado de qué era el peronismo y se activaron preguntas sobre la historia y quiénes las escriben, con lo que resulto -además de un entretenimiento positivo para un viernes a la noche- un acto político como no va a haber otro, seguramente, de aquí a fin de año.