Memo en la Triple Frontera: Estampida de consumidores, guerra de compras y furor por el vino mendocino

Una insólita situación se repitió en Ciudad del Este, Paraguay, a raíz del "Black Friday" que se desarrolló en los últimos días en la zona comercial de la Triple Frontera. 

Allí, se produjeron peleas y momentos de tensión entre personas que se hicieron presentes para intentar adquirir productos en oferta.

A través de diferentes videos, rápidamente se viralizaron diferentes imágenes en redes sociales donde se puede observar a un grupo de clientes forcejeando unos con otros para poder quedarse con productos electrodomésticos y tecnológicos.

El sábado, inclusive, un conductor de origen brasileño atropelló en circunstancias desconocidas a un guardia privado de seguridad de uno de los muchísimos shoppings que hay en la ciudad paraguaya limítrofe con Puerto Iguazú en Argentina y Foz do Iguacu en Brasil.

Tráfico imparable

Cientos de ómnibus, miles de autos y hasta personas en moto o circulando en taxis llegaron a Paraguay desde Puerto Iguazú pasando por el puente Tancredo Neves y ya en su destino, hicieron filas desde, inclusive, las 5 de la mañana, aguardando la apertura de los centros comerciales paraguayos, tras atravesar la zona brasileña, que mostraron ofertas de productos -principalmente electrónico- de hasta un cuarto del valor con el que se los consigue en Argentina.

Una verdadera estampida humana fuera de control se avalanzó sobre los productos en oferta, generando robo de unos a otros, piñas y situaciones de una inédita desesperación.

Uno de los centros comerciales de mayor furor fue el Shopping China, que desplegó hasta vehículos propios para recoger compradores en Misiones, en donde la gente se amontonaba a su alrededor para subir.

"Todo más barato 'del otro lado'"

Los argentinos de Puerto Iguazú ya lo saben: "Todo es más barato del otro lado".

Memo le consultó a un comerciante sobre por qué hay unos 40 shoppings en Paraguay y ninguno en su ciudad, fue práctico: "Nos conviene más invertir en tener un comercio allá, porque nunca vamos a igualar la presión impositiva que en Paraguay casi no existe", dijo. "Si hacemos un shopping aquí, no tendría éxito y debería cerrar".

Un taxista contó que "a diario viajo a Paraguay por comprar que me hacen por encargo, inclusive desde Mendoza -añadió- en que me transfieren el monto, lo busco en Ciudad del Este y lo envío por encomienda. Todos salimos ganando porque los precios no existen".

Un comerciante gastronómico brasileño de Foz, que sale beneficiado por estar con su local en la ruta que desembarca en el "mar de shoppings" paraguayos, recomendó "no darle bolilla a la gente que quiere vender en las calles", pero aseguró que lo que venden en los shopping, sobre lo que hay sospechas por su escaso precio, "es real y auténtico; solo en la calle te pueden engañar".

Costumbre transfronteriza

Los argentinos hacen sus compras electrónicas en Paraguay y las otras, hasta de alimentación, en Brasil. "Nosotros vamos a la farmacia en Foz de Iguacu, tienen de todo y hasta te curan de enfermedades, para no tener que esperar turno en las clínicas y hospitales de Puerto Iguazú", cinto una señora que cruzaba caminando el puente Tancredo Neves.

Un transportista mostró cómo, apenas se cruza la frontera, ya hay talleres mecánicos: "Es más barato, atienden por turnos y tienen todos los respuestos, asi es que si estamos a las 7 de la mañana, capaz que a las 9 ya estamos de vuelta en Misiones trabajando".

¿Y de este lado?

Del lado argentino es furor la venta de vinos mendocinos y supuesto aceite de olivas.

Los brasileños "mueren" por comprar cajas y cajas de las marcas más instaladas de vinos y hacen viajes exclusivos a tal fin a Puerto Iguazú. Allí hay "ferinhas", como les llaman, a complejos en donde abundan las vinerías, hay locales gastronómicos y hasta alojamiento por una noche.

Se los ve circular por las calles con cajas de los vinos más reconocidos, que ademas, se exhiben en las vidrieras de los muchísimos locales de venta específicos que hay en la ciudad misionera, en donde hay más que en Mendoza.

Otro elemento de deseo consumista es el "aceite de oliva", que según pudo recoger Memo en el lugar, "podría no serlo", ya que se conocen casos de adulteración de aceites de otro tipo que son saborizados y teñidos. Pero igual, los brasileños eligen creer.

Con respecto a la autenticidad de los vinos, ya varios bodegueros mendocinos pusieron el grito en el cielo por dos factores que piden a las autoridades controlar: el robo de cargas en la ruta para la posterior reventa y la falsificación, utilizando marcas reconocidas para vender cualquier vino que nunca salió de Mendoza envasado.

Por ello, los representantes de ventas de las bodegas habitualmente visitan tanto Puerto Iguazú como Ciudad del Este y Foz do Iguacu: asegurar calidades, autenticidad pero, además, evidenciar que hay un centro de venta de vinos con un potencial monumental, ya que verdaderamente los brasileños se han rendido a la sensualidad de las principales marcas.

A tal punto es la fortuna del vino mendocino, que las decenas de tiendas de vino en Misiones decoran sus frentes con marcas y logos famosos de las bodegas: suficiente anzuelo para la pesca constante de compradores.