Inflación moderada y recorte de tasas: el Gobierno busca aliviar el freno económico
El IPC de agosto marcó 1,9% y dio margen al Banco Central para bajar las tasas de sus pases, que pasaron de 45% a 35% en pocos días. El equipo económico confía en que el frente financiero empieza a estabilizarse, aunque la actividad muestra señales de enfriamiento.
El dato de inflación de agosto, que resultó más bajo de lo esperado por el mercado, abrió espacio para un cambio de estrategia oficial: reducir las tasas de interés con el objetivo de aliviar el impacto del ajuste monetario sobre la economía real. Con ese respaldo, el Banco Central inició una secuencia de recortes en la tasa de sus pases, que descendió del 45% previo a las elecciones al 35% anual este miércoles.
La licitación de deuda en pesos cerró con un nivel de refinanciación superior al 90%, lo que permitió expandir liquidez por más de $620.000 millones, frente a vencimientos por 7,25 billones de pesos. Como los encajes ya están en máximos de tres décadas, el Central optó por no endurecer más esa vía y dejó abierta la posibilidad de absorber excedentes a través de los mismos pases.
En paralelo, el dólar se estabilizó en torno a los $1.400, sin romper el techo de flotación. El Gobierno interpreta que la inflación de agosto -idéntica al 1,9% de julio- muestra que la suba de casi 15% en la divisa no se trasladó en la misma proporción a precios.
El ministro de Economía, Luis Caputo, transmitió a empresarios del sector asegurador que el frente de tasas comienza a mostrar señales de normalización y que la liquidez está volviendo a un equilibrio más estable. Analistas del mercado, como Nicolás Cappella (Grupo IEB), valoraron la decisión de "aflojar el corset monetario" porque las tasas extremas "ahogaban la actividad".
Sin embargo, persisten las advertencias. Para Thiago Marino (Invertir Online), la evolución del tipo de cambio y las expectativas serán determinantes: un eventual shock cambiario podría volver a presionar sobre la inflación. La consultora LCG señaló que, en la previa electoral, podría haber aumentos preventivos de precios, aunque la debilidad del consumo y la apertura importadora funcionan como freno.
Los indicadores de actividad ya reflejan el ajuste: en julio la construcción cayó 1,8% frente a junio, y la industria manufacturera retrocedió 2,3%, según el Indec. Con una economía enfriándose, el desafío oficial es encontrar un punto de equilibrio entre dólar, inflación y tasas sin agravar la recesión.
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