Todos aportan para contribuir a la incertidumbre
Muchas usinas de rumores siguen generando intranquilidad en los mercados. Escribe Rodolfo Cavagnaro.
Después de una semana en la cual la operación de liquidación de exportaciones de granos sin retenciones y el apoyo del gobierno de Estados Unidos, esta semana retornó la presión sobre el mercado cambiario, y promete agudizarse en los próximos días porque el efecto de las liquidaciones se habría terminado el martes y desde el miércoles se vuelve a la escasez de oferta.
El martes el dólar oficial volvió a superar los $1400 y vuelve a recrearse el debate acerca de la modalidad cambiaria que debería aplicar la Argentina. Lo cierto es que parece que ya el mercado da por descartado que se pueda sostener el sistema de bandas después de las elecciones y muchos ya comienzan a hacer apuestas para los días posteriores a las elecciones del 26 de octubre, aunque todo dependerá de los resultados.
Por supuesto, dado que estamos en manos de especuladores, todos los rumores vienen bien y las usinas de rumores trabajan a pleno para generar señales confusas que les hagan perder la orientación a los operadores más pequeños. Y a eso hay que agregarles las señales que emiten desde el sector político, para alimentar más las dudas la gobernabilidad actual y futura de este gobierno, que tiene aún dos años por delante.
En esta fábrica de rumores es muy difícil que la racionalidad pueda poner un poco de tranquilidad. Desde el sector político, los gobernadores siguen con un discurso casi destituyente del presidente. La oposición mucho más mientras los libertarios siguen haciendo pavadas como hizo ahora el diputado Espert. Si bien son operaciones políticas, todos tiene puntos flojos donde les aprietan las clavijas.
Las operaciones es posible que vuelvan a colocarse en el límite máximo de la banda, que desde octubre sube a $1500, y el Banco Central tratará de gastar lo menos posible de sus reservas. Con los ingresos por exportaciones, aparentemente, el gobierno no pudo captar más de us$3000 millones, porque había mucha demanda de los bancos para la cobertura de cierre de mes.
La única noticia positiva de los últimos días fue la decisión de los gobernadores de Mendoza, Santa Cruz y Chubut, que son accionistas de YPF, de iniciar juicio en los tribunales de Nueva York contra la familia Eskenazi, como una forma de contrarrestar la decisión de la jueza Loretta Preska, que condenó a entregar 16.000 millones de dólares a un fondo buitre. Los gobernadores intentan defender sus tenencias y hacer que la justicia de EE.UU. trate de entender la complejidad de la razón social de YPF.